La principal competencia de autos en EEUU será híbrida
La IndyCar Series da un paso hacia el futuro con su nuevo motor híbrido en Mid-Ohio.
Competencia IndyCar. Crédito: Shutterstock
La IndyCar Series, la competencia de monoplazas más importante de Estados Unidos, abre las puertas a un nuevo avance tecnológico, resultado de una colaboración entre los gigantes automovilísticos Chevrolet y Honda. El cambio a los motores híbridos marcará un hito en el principal campeonato norteamericano de “open-wheel” y tendrá su estreno en el primer fin de semana de este mes de julio.
Un híbrido revolucionario
El motor V6 biturbo de 2,2 litros, conocido y probado en la serie, sigue siendo la base del sistema. Sin embargo, ahora se combina con una unidad generadora de motor (MGU) eléctrica de bajo voltaje (48 V) y un sistema de almacenamiento de energía (ESS) de supercondensadores de 320 kW por vuelta.
Estos componentes se integran dentro del cárter entre el motor de combustión interna (ICE) y la caja de cambios, creando la primera unidad híbrida de IndyCar de su clase.
Funcionamiento del sistema híbrido
El sistema híbrido de IndyCar consta de cuatro componentes principales: la MGU, el ESS, un convertidor CC/CC y un Dispositivo de Control de Tensión. La MGU, desarrollada en colaboración con Chevrolet e Ilmor, captura la energía generada durante el frenado y la convierte en electricidad que se almacena en el ESS.
Este sistema puede proporcionar hasta 60 CV adicionales al conductor, incrementando la potencia total con el sistema “push-to-pass” hasta más de 120 CV en circuitos callejeros y urbanos.
El ESS, producido por Honda Racing, utiliza supercondensadores diseñados por Skeleton. Estos supercondensadores son capaces de cargarse y descargarse completamente en tan solo 4,5 segundos, lo que permite una rápida utilización de la energía.
A diferencia de las baterías utilizadas en otras categorías, los supercondensadores tienen la ventaja de capturar y desplegar la energía con mayor rapidez. El convertidor CC/CC, desarrollado por Brightloop, garantiza que la energía procedente del ESS o la MGU se emita a un voltaje adecuado de 12V para el tren motriz actual.
El dispositivo de control de tensión actúa como un fusible sobredimensionado, moderando el sistema para que nunca supere los 60V, asegurando así la seguridad y eficiencia del sistema.
Integración y control del sistema
Todos estos componentes están conectados a la unidad de control del motor (ECU), la TAG-400i suministrada por McLaren Applied. El software adicional se utiliza para sincronizar correctamente el ERS con los motores Chevrolet y Honda.
El proceso de regeneración de energía puede ser controlado manualmente por el conductor o gestionado automáticamente por la tecnología, permitiendo al conductor ajustar el nivel de captación de energía mediante un botón y una leva en el volante.
Desempeño en circuitos y óvalos
El sistema híbrido no solo mejora el desempeño en circuitos callejeros y urbanos, sino que también se emplea en óvalos de alta velocidad como el Indianápolis Motor Speedway.
En estos casos, la regeneración de energía se produce al levantar el pie del acelerador en las curvas, permitiendo al piloto desplegar la energía extra durante los adelantamientos.
La máxima potencia actual del sistema híbrido es de 60 CV, con la posibilidad de aumentarla en el futuro según las necesidades de la IndyCar y sus proveedores de motores. Además, el ERS genera 45 Newton-metros de par motor, mejorando aún más la performance del vehículo.
Seguridad y eficiencia
Una de las grandes ventajas de la unidad híbrida es la capacidad del piloto para arrancar o volver a arrancar el coche sin ayuda, gracias al ERS. Esto reduce significativamente el riesgo de banderas amarillas y mejora la seguridad en pista, minimizando la intervención de los equipos de seguridad.
El motor híbrido de la IndyCar se acopló y probó inicialmente con potencia híbrida en agosto de 2023 en Sebring International Raceway. Desde entonces, 30 pilotos han recorrido 25.921 millas en los últimos 10 meses, incluyendo pruebas en óvalos como el Indianápolis Motor Speedway.
Con este avance, la IndyCar Series no solo mejora la eficiencia y potencia de sus vehículos, sino que también da un paso significativo hacia un futuro más sostenible en el automovilismo de competición.
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