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Designar a otro conductor: ¿cuándo es recomendable?

Ciertas situaciones pueden implicar mayor peligro para el conductor. En tales casos, es recomendable optar por designar a un conductor secundario.

conductor designado

Cuando tomas, es mucho mejor designar a otro conductor. Esto reducirá los riesgos de sufrir un accidente de tránsito o ser sancionado. Crédito: Stock-Photo | Shutterstock

Conducir es una actividad que requiere responsabilidad, atención y condiciones físicas y mentales adecuadas. Sin embargo, no siempre es buena idea ponerse al volante. En ciertas situaciones, lo más seguro para todos es designar a otro conductor, es decir, ceder el control del vehículo a alguien que esté en mejores condiciones para manejar. Esta práctica no solo evita accidentes, sino que también previene sanciones legales y garantiza la seguridad de pasajeros y peatones. Te contamos cuándo es buena idea aplicarla.

conducir ebrio
En Estados Unidos está prohibido conducir bajo el efecto de drogas o alcohol (DUI). Las sanciones suelen ser muy severas.
Crédito: Skrypnykov Dmytro | Shutterstock

1. Cuando se ha consumido alcohol u otras sustancias

El caso más claro en el que se debe designar a otro conductor es después de consumir alcohol. Incluso una sola copa puede disminuir los reflejos, la capacidad de reacción y la concentración. Manejar en estado de ebriedad está prohibido en todos los estados del país y conlleva sanciones severas que incluyen multas, arresto y la suspensión de la licencia.

Lo mismo ocurre con drogas o medicamentos que afecten la coordinación o produzcan somnolencia. En estas circunstancias, lo más responsable es entregar las llaves a una persona sobria.

2. Cuando el cansancio impide manejar con seguridad

El sueño es tan peligroso como el alcohol al volante. Conducir con fatiga reduce la atención, provoca microsueños y aumenta considerablemente el riesgo de accidente. Si un conductor siente que se le cierran los ojos, que bosteza constantemente o que no recuerda los últimos metros recorridos, debe detenerse y dejar que otra persona maneje.

Designar a otro conductor en estos casos puede marcar la diferencia entre llegar a salvo o sufrir un choque grave.

3. En trayectos largos o de varias horas

Los viajes prolongados en carretera pueden generar agotamiento físico y mental. En estas situaciones es recomendable turnarse con otro conductor para que ambos se mantengan alerta y frescos durante todo el trayecto. Esta práctica reduce la fatiga, evita la monotonía del camino y mejora la seguridad del viaje.

4. Cuando el estado de salud no lo permite

Algunas enfermedades o condiciones médicas pueden afectar la capacidad de conducir. Por ejemplo, mareos, problemas de visión, dolores fuertes o incluso una crisis de ansiedad pueden poner en riesgo el control del vehículo. En estos casos, lo más seguro es que otra persona se encargue de la conducción hasta que el conductor habitual se recupere o reciba atención médica.

5. En situaciones de desconocimiento de la ruta

En ocasiones, un conductor puede sentirse inseguro si debe manejar en una ciudad desconocida, con tráfico intenso o en condiciones complejas, como carreteras de montaña o zonas con nieve. Si viaja acompañado de alguien con más experiencia en ese tipo de trayectos, es recomendable cederle el volante. Esto no solo aumenta la seguridad, sino que también permite disfrutar del viaje con mayor tranquilidad.

6. Para evitar sanciones legales

En muchos estados de Estados Unidos, manejar bajo los efectos del alcohol o de medicamentos prohibidos puede derivar en sanciones muy serias. Designar a otro conductor ayuda a evitar estas consecuencias legales y protege el historial de manejo. Además, al no exponerse a multas ni procesos judiciales, se garantiza un viaje más seguro y sin preocupaciones.

prueba química por dui
Si las autoridades sospechan que has estado tomando, deberás someterte a una prueba química. Si te niegas, se impondrán cargos.
Crédito: Andrey_Popov | Shutterstock

7. Una decisión de responsabilidad y cuidado

Designar a otro conductor no debe verse como una pérdida de autonomía, sino como una decisión madura y responsable. Significa priorizar la seguridad por encima del orgullo personal y reconocer que no siempre se está en condiciones óptimas para conducir. Tomar esta decisión puede salvar vidas.

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