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El buggy más extremo: Meyers Manx y Tuthill crean el LFG

Con un motor bóxer de 4.0 litros, tracción 4x4, carrocería de fibra de carbono y expediciones exclusivas, este vehículo promete aventuras épicas.

Buggy LFG

Buggy LFG Crédito: Tuthill | Cortesía

En el mundo de los vehículos off-road, pocas creaciones logran capturar la esencia de la aventura pura y la potencia desatada. Imagina un buggy que no solo conquista dunas y terrenos imposibles, sino que lo hace con un espíritu rebelde y un nombre que lo dice todo: LFG, acrónimo de “Let’s Fucking Go”.

Esta bestia nace de la unión entre Meyers Manx, ícono de los buggies clásicos, y Tuthill, expertos en restauraciones y preparaciones de Porsche para rallies. Un proyecto que promete redefinir el concepto de diversión sobre ruedas extremas.

Una colaboración nacida del azar

Todo comenzó con un encuentro fortuito. Un buggy con la librea de Meyers Manx fue visto cargándose en un vuelo de Virgin Atlantic hacia Los Ángeles. Este momento casual encendió la chispa entre Phillip Sarofim, propietario de Meyers Manx y apasionado inversionista, y Richard Tuthill, maestro en transformar Porsches en máquinas de rally.Juntos, decidieron crear “el mejor Manx del mundo”, según palabras de David Cox, gerente de desarrollo en Tuthill.

Buggy LFG
Crédito: Tuthill | Cortesía

El resultado es el LFG, un vehículo que fusiona la herencia del buggy original de los años 60 con tecnología de vanguardia para competencias off-road.El desarrollo fue vertiginoso: iniciado hace apenas unos meses, el primer prototipo funcional rodó semanas antes de su presentación en el evento The Quail.

Actualmente, se somete a pruebas intensas en California y el Reino Unido, con miras a debutar en eventos todoterreno este año, posiblemente en la icónica Baja 1000 de 2025.Esta rapidez no sacrifica calidad; al contrario, asegura que el LFG sea un desarrollo continuo hasta finales de año, con producción limitada a solo 100 unidades a partir de 2026.

Especificaciones técnicas que desafían límites

Lo que hace al LFG un buggy extremo es su corazón mecánico: un motor bóxer de 4.0 litros y 24 válvulas, una versión ampliada del probado 3.1 litros de Tuthill, capaz de girar hasta las 11,000 RPM.

Aunque las cifras exactas de potencia aún se mantienen en secreto, se anticipa un rendimiento brutal.Equipado con una caja secuencial de seis velocidades, tracción en las cuatro ruedas con tres diferenciales, amortiguadores ajustables en cinco vías con topes hidráulicos y neumáticos todo terreno, este vehículo está listo para devorar cualquier paisaje.

Buggy LFG.
Crédito: Tuthill | Cortesía

Su construcción en fibra de carbono completa lo hace ligero y resistente, ideal para saltos y maniobras agresivas. Pero no todo es rudeza: cuenta con una cabina cerrada y climatizada, con techo de vidrio y puertas removibles para transformar la experiencia en un paseo al aire libre. Incluye protección antivuelco y un tanque de combustible de largo alcance, pensados para aventuras prolongadas sin compromisos.

El diseño, influenciado por Freeman Thomas –famoso por el Audi TT y el Volkswagen Beetle–, aporta un toque moderno y estilizado, manteniendo el alma retro del Manx original. Phillip Sarofim lo describe como “la expresión definitiva de libertad y rendimiento”, un buggy “crudo, visceral, novedoso e intransigente”.

Experiencias exclusivas para dueños apasionados

Ser propietario de un LFG va más allá de poseer un vehículo; es ingresar a un club elite de aventuras. Cada unidad incluye seis años de expediciones globales meticulosamente planeadas, comenzando en 2027 con los primeros 20 dueños celebrando el 50 aniversario de la victoria de Meyers Manx en la primera Mexican 1000, recorriendo la península de Baja California.

Buggy LFG.
Crédito: Tuthill | Cortesía

Aunque el precio no se ha revelado, se intuye que será elevado, dirigido a compradores especiales que valoran la exclusividad y el uso real del vehículo. No es un trofeo de garaje: las aventuras incluidas garantizan que el LFG cumpla su promesa de acción ininterrumpida.

El futuro de los buggies off-road

El LFG representa un hito en la evolución de los buggies, combinando nostalgia con innovación para atraer a entusiastas de los deportes motorizados. En un mercado donde los vehículos eléctricos ganan terreno, este modelo a gasolina defiende la pasión por el rugido mecánico y la adrenalina pura. Si buscas el buggy más extremo, Meyers Manx y Tuthill han creado una leyenda rodante que invita a gritar: ¡Vamos!

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