Lada, la marca de autos rusa también se ha visto obligada a detener su producción tras la invasión de Rusia a Ucrania
Las empresas de todo el mundo se enfrentan a problemas de diversas formas debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. Ahora, Lada, la empresa de autos de origen Ruso ha tenido que cerrar sus fábricas por falta de componentes para la producción
Lada es una empresa rusa propiedad de el grupo francés Renault. Crédito: Lada | Cortesía
A medida que la invasión de Ucrania se extiende más allá de las dos semanas, las sanciones aumentan lentamente y las empresas de todo el mundo suspenden sus operaciones comerciales en Rusia. Las operaciones domésticas allí también están sintiendo el calor, y Lada se vio obligada a detener la producción.
¿Qué es Lada?
Lada es propiedad de AvtoVAZ, y fue fundada en 1966 como uno de los principales fabricantes de automóviles dentro de lo que entonces era la URSS. Las plantas de la compañía alguna vez fueron en gran medida autosuficientes durante los días del llamado Telón de Acero. Después de la disolución de la Unión Soviética y la apertura del comercio con Rusia, el fabricante de automóviles francés Renault finalmente llegó a tener una participación de control del 67.61% en la empresa en 2007.
Un paro de producción obligatorio
Son estos vínculos internacionales los que han jugado un papel en la paralización de las plantas rusas de Lada. Su gigantesca planta de fabricación de Togliatti, a orillas del río Volga, depende del suministro de las fábricas de Renault en Rumanía, y más del 20 % de sus piezas, incluidos conectores y otros componentes electrónicos, provienen de fuera de las fronteras de Rusia. La planta de Izhevsk de la compañía también se detuvo debido a la crisis. La parada inicial de la producción tuvo lugar el 5 de marzo, con una nueva parada prevista del 9 al 11 de marzo.
Economías interconectadas que afectan la producción
A menudo se afirma que el comercio internacional haría que tales guerras fueran impensables en la era moderna; una afirmación más realista es que los hace más difíciles de sostener a largo plazo. Las economías interconectadas pueden encontrarse rápidamente con grandes dolores de cabeza cuando los combates y las sanciones impiden la importación de recursos vitales para mantener a los ciudadanos alimentados y las fábricas en funcionamiento.
Se citó a un ex miembro de la junta de AvtoVAZ diciendo que “si el comercio se detiene, AvtoVAZ se detiene”, y señaló la dependencia de la empresa de partes externas. La transición de la empresa para volver a funcionar sin el apoyo de Renault llevaría meses o años, según la fuente.
Lada seguirá retribuyendo a sus empleados
A los trabajadores de la fábrica de Lada se les seguirá pagando durante el cierre, recibiendo un ingreso parcial si no están dispuestos a tomar días de vacaciones, según un portavoz de la compañía. Aquellos que trabajan en roles de repuestos, distribución o servicio al cliente continuarán con normalidad, sin embargo, con sus trabajos menos dependientes de la situación internacional. La compañía espera restablecer las operaciones en sus plantas inactivas de Togliatti e Izhevsk lo antes posible.
Menos vehículos en salas de exhibición
Los efectos en el mercado automotriz ruso serán significativos, dado que Lada tuvo una participación del 21 % en las ventas de automóviles en Rusia el año pasado. En combinación con muchos otros fabricantes de automóviles que han suspendido las ventas y las operaciones en Rusia, habrá muchos menos vehículos nuevos en las salas de exhibición en Rusia en los próximos meses.
Renault podría tener grandes pérdidas económicas
También es una decisión con serias implicaciones para la propia Renault. La compañía logró una ganancia neta de alrededor de $181 millones de dólares de sus operaciones rusas el año pasado, con los 350,000 vehículos vendidos por AvtoVAZ representando aproximadamente el 12% de las ventas totales de Renault. En particular, Rusia es el segundo mercado más grande de Renault, después de su Francia natal. A medida que aumentan los temores en torno a la pérdida de este importante negocio, las acciones de Renault se han desplomado un 35% en comparación con los precios de mediados de febrero.
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