Posición de las manos en el volante: técnicas seguras para cada maniobra
La forma en que sujetás el volante puede marcar la diferencia entre un manejo seguro y un accidente evitable. ¿Cuál es la técnica ideal?

La posición correcta de las manos en el volante, ubicada a las 9 y 3 en punto, permite mayor control del vehículo y una respuesta más eficaz ante maniobras de emergencia. Crédito: Shutterstock
Al aprender a conducir, muchas personas se enfocan en no pisar líneas, respetar los carteles o dominar la caja de cambios. Sin embargo, hay un aspecto igual de crucial que a menudo se pasa por alto: la forma correcta de sujetar y girar el volante. Lejos de ser un detalle menor, esto puede afectar el control del vehículo, la respuesta en emergencias e incluso la integridad física del conductor.
Saber dónde colocar las manos y cómo dirigir el volante de forma eficiente no solo ayuda a pasar el examen de manejo, sino que también establece hábitos que podrían salvar vidas. Vamos a repasar las técnicas de dirección más recomendadas, sus ventajas y desventajas, y las posiciones ideales según el tipo de maniobra.

Posición de manos en el volante
Sujetar bien el volante es el primer paso para manejar con control y seguridad. Aunque parezca algo básico, hay diferencias claves entre cada posición.
1. Posición 10 y 2: la clásica que ya no es ideal
Durante años se enseñó que colocar las manos como si el volante fuera un reloj y tus dedos marcaran las 10 y las 2 era lo correcto. Pero con los vehículos modernos, especialmente los que tienen bolsas de aire, esta postura puede ser peligrosa. Si el airbag se activa, las manos pueden ser lanzadas directamente hacia tu cara con gran fuerza, provocando lesiones.
2. Posición 9 y 3: la favorita de los expertos
Mover las manos ligeramente hacia abajo, a las 9 y las 3, ofrece un mayor control del volante sin invadir la zona de despliegue del airbag. Esta postura se considera segura, ergonómica y adecuada para todo tipo de maniobras, incluso en exámenes de manejo. Además, permite operar funciones como las luces o los limpiaparabrisas sin soltar completamente el volante.
3. Posición 8 y 4: relajada pero limitada
Esta variante es más cómoda para viajes largos, ya que reduce la tensión en los hombros y brazos. Sin embargo, el agarre es menos firme y no se recomienda en situaciones que requieran reacciones rápidas o giros bruscos. Su uso está limitado a condiciones estables como la conducción en autopistas.

Técnicas de dirección del volante
Una vez que las manos están bien posicionadas, el siguiente paso es elegir cómo mover el volante de forma segura y eficiente.
Dirección mano a mano: empujar y tirar
También llamada “shuffle steering”, esta técnica implica mover el volante sin cruzar los brazos. Cada mano se queda de su lado y el volante se desliza entre ellas. Es ideal para curvas controladas y ofrece un excelente manejo en giros cerrados a baja o alta velocidad. Además, mantiene las manos fuera de la trayectoria del airbag, reduciendo el riesgo de lesiones en caso de activación.
En un giro hacia la derecha, por ejemplo, la mano izquierda empuja el volante hacia la parte superior mientras la derecha lo deja deslizar. Luego, la derecha toma el control, y el ciclo se repite hasta completar el giro. Para volver a la posición inicial, se revierte el proceso.
Dirección mano sobre mano: rapidez con riesgo
Esta técnica permite giros más rápidos y es popular entre conductores experimentados. Consiste en cruzar una mano sobre la otra para girar más rápidamente el volante. Sin embargo, el cruce de brazos expone al conductor a lesiones si el airbag se despliega. Aunque no está prohibida en exámenes, no es la opción más segura.
Por ejemplo, en una curva a la derecha, la mano izquierda empuja el volante y la derecha cruza por encima para continuar el movimiento. Es una maniobra efectiva, pero exige mayor coordinación y tiene sus riesgos.
Dirección a una sola mano
Aunque no se recomienda como técnica principal, manejar con una sola mano es aceptable en situaciones puntuales. Por ejemplo, al dar marcha atrás, es necesario girar el torso y mirar hacia atrás, lo que implica soltar una mano del volante. También puede ser útil al operar controles como el aire acondicionado o los limpiaparabrisas.
Eso sí, debe evitarse en maniobras que requieran precisión o en situaciones de emergencia. El control del vehículo se reduce drásticamente con una sola mano.

Bolsas de aire y lesiones comunes
Uno de los motivos principales para evitar la técnica mano sobre mano es el riesgo de lesiones provocadas por el despliegue de la bolsa de aire. Si tus brazos están cruzados sobre el centro del volante, serán los primeros en recibir el impacto a velocidades de hasta 200 km/h. Las consecuencias pueden ir desde fracturas de muñeca o dedos hasta heridas faciales graves, especialmente si llevás anillos, relojes o gafas.
Por eso, es fundamental mantener las manos fuera de esa zona y optar por técnicas como la dirección mano a mano, que permiten un control seguro sin comprometer tu integridad.

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Adoptar las técnicas de dirección del volante adecuadas no es solo una cuestión de estilo: es una decisión que puede marcar la diferencia en la seguridad al volante. Familiarizarte con la posición 9 y 3 y con la técnica mano a mano te dará una base sólida para cualquier situación de manejo, desde un simple giro en ciudad hasta una maniobra de emergencia en la ruta. Crear buenos hábitos desde el principio es la mejor inversión que puedes hacer como conductor.
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