Cómo saber cuándo mi auto necesita un tune up

Un tune up pone tu auto al día mecánicamente, te ayuda a prevenir fallas en los sistemas del vehículo, ayuda a mantener su buen rendimiento y el buen consumo de combustible. Básicamente, es una optimización de tu auto en todos los sentidos para que no tengas problemas a futuro.

Sin embargo, no todas las personas llevan a cabo los servicios de mantenimiento y utilizan sus autos hasta que comienzan a ver fallas o hasta que el vehículo tiene problemas mecánicos graves. Así que si no has realizado los servicios en tu auto, un buen tune up a tiempo puede salvar la vida útil de tu automóvil. En este artículo te vamos a mostrar, lo que significa realizar un tune up a tu auto y cuando debes hacerlo.

¿Qué es un tune up? 

Hoy en día, un tune-up es un nombre que se utiliza para describir cada vez que se realiza una gran cantidad de mantenimiento de rutina básico en tu vehículo. Las afinaciones periódicas pueden prolongar la vida útil de un vehículo y ayudar a garantizar que funcione a su máximo potencial de rendimiento. 

Obtener un tune up regular debe implicar una inspección inicial de todo el motor para verificar elementos como la bomba de combustible para garantizar que funcione correctamente. Su mecánico debe revisar todas las piezas, completar los líquidos según sea necesario e incluso inspeccionar el inyector de combustible para garantizar su seguridad y eficiencia.

Deben examinar las bujías y los filtros para ver si están limpios y en buenas condiciones. Todos los elementos deben estar cubiertos, desde el encendido del auto hasta los filtros de aire, aceite y gas. 

¿Cómo sabes cuándo tu auto necesita un tune up?

Si no has notado ningún cambio en tu auto, pero quieres anticiparte a cualquier desperfecto, lo más recomendable es realizar un tune up cada seis meses o cada 3,100 millas. Así cuidarás la vida de tu auto y su rendimiento. Sin embargo, el auto también puede empezar a fallar o a mandarte señales para que realices el servicio.

Si arrancas el motor y de repente las luces de advertencia se encienden y permanecen encendidas mientras conduces. Puedes comenzar a notar que tu auto también se está estancando. Esto se nota a medida que aceleras. Tu vehículo tarda un momento en moverse sin importar cuánto intentas pisar el pedal. 

Además, puedes detectar fallas en los frenos que rechinan o una transmisión que se sacude durante el cambio. Si tu vehículo de repente comienza a vibrar, temblar o mostrar cualquier otro movimiento inusual, entonces es hora de programar un tune up.

Otras señales de advertencia importantes incluyen una disminución en el consumo de combustible a medida que nota la frecuencia con la que necesita repostar. No realizar un tune up a tiempo puede ocasionar fallas más graves y los costos de reparación pueden llegar a ser muy altos.

Es importante conocer todas las fallas de tu vehículo para que elijas los mantenimientos que debes hacer. Con todos los detalles que se nombraron antes, busca un taller de confianza para que puedan realizarle todos los servicios conocidos.

Además, es fundamental tener anotado cada kilometraje de cambios de aceites y refrigerantes, también el uso de neumáticos. No esperes que el auto comience a fallar para realizar un tune up. Los cambios de aceite, por ejemplo, se deben hacer en sus tiempos específicos, si te pasas, puedes dañar el auto.

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