El gran negocio de los malos préstamos para autos

Cómo se benefician los grandes prestamistas de autos a costa de los consumidores más vulnerables

préstamo de autos

Hay que tener mucho cuidado con los engaños a la hora de pedir un préstamo para comprar un auto. Crédito: Pexels

A finales del 2019, Becky Perrin, residente de Oklahoma, buscaba un coche usado para hacer recados e ir al médico cuando encontró un Chevrolet Camaro 2014 en un concesionario de automóviles.

Para comprar el sedán, Perrin, una enfermera jubilada que en ese momento tenía 67 años y se estaba recuperando de cáncer, le pidió al concesionario que se ocupara de la financiación, como lo hacen la mayoría de los norteamericanos al obtener un préstamo para un automóvil. El concesionario, según la demanda que presentó Perrin en el juicio que inició más tarde, finalmente obtuvo el préstamo a través de Credit Acceptance Corporation, empresa con sede en Michigan que provee principalmente servicios a consumidores con baja puntuación de crédito.

Sin embargo, el costo del préstamo, que incluía una tasa porcentual anual del 20% y pagos mensuales de $388, resultó ser superior al que ella aceptó y al que podía pagar, y Perrin rápidamente se atrasó en los pagos. Poco después, Credit Acceptance le embargó el Camaro, forzándola a depender de amigos y familiares para desplazarse.

La historia de Perrin no es la única, dice Kathi Rawls, la abogada que la representó en el reciente juicio contra Credit Acceptance. 

Rawls se negó a hacer comentarios específicos sobre el caso de Perrin, por el cual se llegó a un acuerdo en octubre. Sin embargo, afirma que “los prestamistas por lo general saben que sus clientes no podrán pagar los préstamos que les dan, pero les permiten realizar la compra del coche en el concesionario de todos modos”. Según ella, esto es así porque los prestamistas saben que incluso cuando los prestatarios no pagan, pueden ganar dinero de otras maneras. 

De hecho, tanto Credit Acceptance como Santander Consumer USA, que tiene sede en Texas y es su principal competidor en la industria de los préstamos para automóviles de alto riesgo, han sido acusados por dos procuradores generales en los últimos años por violación de las leyes que prohíben las prácticas empresariales “desleales o engañosas” por otorgar préstamos que saben que fallarán, y exponer a los prestatarios a altos niveles de riesgo innecesarios.  

Además, aun cuando un prestatario deja de abonar a Santander y Credit Acceptance, ellos de todos modos logran obtener beneficios, según alegaron los procuradores generales estatales de Mississippi y Massachusetts, usando diferentes herramientas para “exprimir tanto dinero como se pueda de los prestatarios deudores”, según señaló uno de ellos. (Santander y Credit Acceptance lograron acuerdos en ambos casos, sin admitir ni negar las acciones ilícitas).

Esto, según un análisis que realizó Consumer Reports sobre las presentaciones y los documentos legales reglamentarios, a veces ocurre cuando los prestamistas trabajan con los concesionarios para subir el precio de los coches que venden a los prestatarios de bajos ingresos, más de lo que lo hacen con los clientes que tienen mejor crédito, o les venden automóviles caros que no pueden pagar. También se acusa a los prestamistas de estructurar los préstamos y sus acuerdos con los concesionarios de forma que prácticamente garantizan un beneficio incluso si los prestatarios incumplen, dicen los fiscales generales.

Y cuando los prestatarios se atrasan, como sucede normalmente, los prestamistas trabajan de manera agresiva para cobrar las deudas mediante embargos de bienes y salarios, según las acusaciones que aparecen en los documentos revisados por Consumer Reports.

“Al parecer, algunos prestamistas tienen modelos empresariales en los que se espera un cierto nivel de embargo, o incluso se desea un cierto nivel de embargo”, dice Pamela Foohey, profesora en Benjamin N. Cardozo School of Law de la ciudad de Nueva York, quien publicó varios estudios sobre préstamos para automóviles.

En el tercer trimestre de 2021, Credit Acceptance y Santander reportaron ganancias netas de $250 millones y $763 millones, respectivamente, en los tres meses anteriores.

En otras palabras, otorgar malos préstamos es un buen negocio. 

Pero es un modelo peligroso para los consumidores de bajo puntaje de crédito. Las altísimas tasas de interés, con cláusulas que a menudo se extienden por 72 meses o más y los pagos mensuales que consumen una parte importante de sus ingresos, propician el incumplimiento. 

Y cuando esto sucede, la vida se pone al revés. Cuando a una persona se le embarga el automóvil, el salario y las devoluciones de impuestos, comienza un ciclo vicioso que dificulta recuperar el crédito, mantener un empleo, o pagar la renta u otros gastos.  

Santander se negó a hacer comentarios sobre preguntas específicas de Consumer Reports relacionadas con las acusaciones, pero dijo en una declaración que es un “prestamista responsable” que opera en un entorno con regulaciones muy estrictas.

“Tratamos a nuestros clientes como personas, luchamos por encontrar soluciones financieras sostenibles que funcionen para un amplio rango de ingresos y puntajes de crédito”, dijo Laurie Kight, portavoz de la empresa. “Si los clientes se atrasan en los pagos, tratamos de darles opciones para ayudarlos a mantener el vehículo, entre ellas, modificaciones en los préstamos y prórrogas en los pagos, y el embargo es siempre el último recurso”.

Credit Acceptance también se negó a realizar comentarios sobre preguntas específicas relacionadas con procesos judiciales en curso, citando la política de la compañía. 

“Credit Acceptance ha estado en el rubro por casi 50 años porque a través de concesionarios de automóviles en todo el país ofrecemos programas financieros que permiten a los consumidores con crédito deficiente o sin crédito adquirir vehículos y obtener o recuperar su crédito”, dijo la compañía en una declaración a CR. 

“Nos alegra haber resuelto las acusaciones de los procuradores generales de Massachusetts y Mississippi en 2021, y continuamos atendiendo con orgullo a aquellos clientes que se encuentran en estas situaciones a través de nuestros programas financieros”.

Josh Lauer, profesor asociado de comunicaciones de la Universidad de New Hampshire y autor de numerosos artículos sobre la industria del puntaje crediticio, apunta al desarrollo de los puntajes crediticios, algo que tiene mucho que ver en la aprobación de los créditos para automóviles, como una espada de doble filo. Como resultado del puntaje crediticio, más gente puede acceder a los préstamos, pero para algunos, los préstamos pueden ser un desastre financiero. 

“Ayuda a los prestamistas poco éticos a identificar a los prestatarios vulnerables, y luego aprovecharse de ellos”, dice Lauer. “Se supone que la mayoría de los prestamistas buscan ganar dinero pero lo hacen de un modo ético”.

No tan riesgoso después de todo

Los prestamistas que les otorgan préstamos a consumidores como Perrin tienden a manejar su modelo de negocio como si se tratara de una gran apuesta: Ellos se arriesgan por los prestatarios de alto riesgo, generalmente aquellos cuyo puntaje es menor a 650, quienes de otro modo no podrían obtener ningún préstamo. 

Según ellos, es más riesgoso prestarles dinero a estos prestatarios que a las personas que tienen alto nivel crediticio, lo que justifica las altas tasas de interés que cobran.

Pero un estudio realizado en septiembre de 2021 por la Oficina de Protección Financiera del Consumidor socaba ese argumento. 

Según este análisis, los prestatarios que obtuvieron préstamos de compañías financieras de autos y tenían niveles crediticios bajos eran más propensos a recibir tasas de interés más altas en promedio y a tener más problemas para seguir realizando los pagos que los consumidores que habían obtenido préstamos de bancos o instituciones financieras. 

Sin embargo, el análisis de CFPB sugiere que el motivo de la alta tasa de incumplimiento en los pagos por parte de los prestatarios con bajo nivel crediticio quizá no era el hecho de que representaban un alto riesgo sino que las compañías financieras de automóviles les cobraban tasas de interés altas, alrededor del 15%, en promedio, en comparación con el 10% para quienes tenían la seguridad financiera de un banco. 

De hecho, luego de controlar las múltiples variables, la agencia estima que un prestamista “compre aquí pague aquí” (una clase de concesionario que ofrece préstamos directamente a los clientes) le cobraba al prestatario estándar con un puntaje crediticio de al menos 560 una tasa de interés más alta que la que cobraría un banco, a pesar de que representa el mismo riesgo de incumplimiento de pago para ambos prestamistas. 

“Es completamente entendible que los prestamistas quieran cobrar tasas altas a clientes más riesgosos, pero este informe sugiere que lo que se les cobra a los prestamistas de alto riesgo es mucho más que lo que se les garantiza”, dice Chuck Bell, abogado de política financiera de Consumer Reports.

Ganancias rápidas garantizadas

El modelo de negocios de prestamistas como Credit Acceptance y Santander puede ser menos riesgoso de lo que parece por otra razón: Supuestamente realizan acuerdos con los concesionarios de coches de modo que sus ganancias están protegidas aun cuando los prestatarios dejan de pagar. 

Así es como lo hacen, según los registros de los tribunales revisados por Consumer Reports. 

Al menos el 80% de la financiación de los automóviles se realiza a través de concesionarios. Sin embargo, los préstamos provienen de prestamistas como Credit Acceptance y Santander, quienes pagan a los concesionarios una tarifa por negociar el acuerdo. 

Los prestamistas dicen que el sistema funciona tanto para los concesionarios como para los compradores de los automóviles. 

“Ellos son incentivados a hacerles creer a los clientes que tendrán éxito”, dijo Douglas Busk, exvicepresidente y tesorero principal de Credit Acceptance, en una declaración realizada en 2017. 

Pero los prestamistas por lo general diseñan los acuerdos de modo que sus ganancias estén protegidas a toda costa, según las demandas presentadas entre 2017 y 2020 por procuradores generales de los distintos estados contra Credit Acceptance y Santander. Específicamente, los procuradores generales aseguraron que cuanto más riesgoso resulte un cliente para el prestamista, más baja será la tasa que abonará el concesionario. 

Esto asegura que las ganancias de la compañía “sean las mismas, sin importar cuánto se espere cobrar, ya sea mucho o poco”, según un caso presentado por la procuradora general Maura Healey de Massachusetts contra Credit Acceptance. De hecho, aun teniendo en cuenta el incumplimiento de pago de los prestatarios, Healey dice que la compañía obtendría ganancias superiores al $3,100 del promedio de préstamos otorgados a prestatarios de Massachusetts entre 2013 y 2019. 

Credit Acceptance no admitió ni negó las acciones ilícitas de la demanda, por la cual se llegó a un acuerdo en septiembre del 2021. 

Las altas tasas de interés y los elevados pagos mensuales que por lo general tienen los préstamos también pueden ayudar a los prestamistas a recuperar rápidamente su dinero, aun cuando los prestatarios dejen de pagar.

Por ejemplo, en la demanda de Mississippi contra Santander, el procurador general del estado declaró que la compañía estableció tasas de interés lo suficientemente altas para garantizar ganancias aun cuando los clientes hicieran tan solo entre 3 y 6 pagos mensuales. La demanda del estado también hace referencia a la comunicación interna de la compañía en la cual el vicepresidente de Santander, cuyo nombre no se menciona, le dijo al personal que “la compañía gana dinero aun cuando los clientes dejan de abonar”, y otro empleado dijo que un préstamo “tenía sentido” aun cuando se esperara que el cliente solo realizara pagos por el valor correspondiente a un año. 

El procurador general de Mississippi negó haber recibido por parte de Consumer Reports una solicitud de registros públicos en la que se pedían copias de las entrevistas, alegando que estaban protegidos por una orden de protección.

El embargo de automóviles y sueldos

Los prestamistas tienen otro modo de equilibrar sus cuentas: Cuando los prestatarios dejan de abonar, ellos pueden embargar y revender los automóviles, o embargar los sueldos o las devoluciones de impuestos. 

En el caso de Credit Acceptance, la importancia de estas estrategias parece verse reflejada en la composición de su fuerza laboral, según una demanda de Mississippi contra la compañía. Casi la mitad de su personal se dedica a gestionar y cobrar préstamos, mientras solamente el 28% otorga préstamos. 

Para Santander, cada año la empresa embarga alrededor del 14% de los automóviles con préstamos pendientes, según el análisis de los informes anuales de acceso público correspondientes al período comprendido entre 2011 y 2020. Credit Acceptance tiene tasas de embargo aún más altas, aproximadamente del 35%, según las declaraciones realizadas por Busk, vicepresidente y tesorero principal en ese momento, a los analistas del mercado accionario en 2015. En comparación, la entidad que otorga préstamos para automóviles Ford tiene una tasa de embargo de 1% aproximadamente. 

Luego de embargar los vehículos, los prestamistas intentan “reinsertarlo en el mercado”, lo cual por lo general significa revenderlos en una subasta. Santander embargó más de 1.25 millones de autos en los últimos 5 años, gastando alrededor de $1,000 en cada acuerdo de reventa, según las presentaciones financieras de la compañía.

Y si el prestamista no logra revender los vehículos para cancelar el saldo del préstamo, pueden ir a los tribunales para embargar los salarios o las devoluciones de impuestos del prestamista. 

Un ejemplo mencionado en el caso Mississippi contra Credit Acceptance ilustra cómo los consumidores pueden seguir teniendo deudas por años. 

El procurador general del estado citó a un residente que en 1997 financió un automóvil con un préstamo por un monto aproximado de $6,500 de Credit Acceptance cuya tasa de interés fue del 18%.

Cuando la persona dejó de pagar, Credit Acceptance llevó al prestamista al tribunal para recuperar lo que todavía le debía. El tribunal le dio la razón al prestamista. Sumando los honorarios del abogado, el consumidor debía $5,515. 

Aún para 2013, el interés del saldo restante había alcanzado un total de $11,475, casi el doble del monto original del préstamo, según el procurador general de Mississippi. 

De hecho, la compañía depende en gran medida de los embargos de salarios, según una investigación realizada en 2018 por el sitio web de noticias de automóviles Jalopnik. La investigación, que revisó decenas de miles de casos de embargos realizados en la ciudad de Detroit, descubrió que más de 9,000 llevaban más de una década. Aproximadamente 2,200 de estos casos se habían extendido por más de 20 años. 

“Las compañías de financiación para automóviles que se involucran en préstamos riesgosos e inseguros defraudan a sus clientes y a su comunidad”, dice Bell de Consumer Report. “¿Quién va a tomar medidas severas contra los prestamistas para automóviles que cobran sobreprecio en sus préstamos y le tienden una trampa a los prestatarios para que incumplan?”

Automóviles más caros para los prestatarios de bajo nivel crediticio

Los esfuerzos de los prestamistas por ganar dinero con los clientes de bajo crédito pueden comenzar a veces incluso antes de que los prestatarios compren un automóvil.

En el caso de Credit Acceptance, el prestamista logra esto trabajando en conjunto con su concesionario asociado para establecer márgenes más altos para los automóviles vendidos a los clientes con bajo crédito que para los clientes con buen nivel crediticio, según se alega en la demanda. 

Lo hacen del siguiente modo. 

Los concesionarios de automóviles usados a menudo adquieren los automóviles en subastas o de permutas con sus clientes. Según los documentos presentados en una demanda realizada en 2020 por inversores, Credit Acceptance les dice a los concesionarios que vendan esos automóviles a precios altos cuando entran al sistema de precios para préstamos de la compañía, señalando que los precios siempre pueden bajar durante el proceso de venta, de ser necesario. 

Al parecer la reducción en el costo es mucho más probable en el caso de los clientes cuyo nivel crediticio es alto que en el de los de nivel crediticio bajo. En una revisión de la información relacionada con los préstamos, el procurador general de Massachusetts descubrió que el costo original de los vehículos vendidos a los clientes con buen nivel crediticio era, en promedio, de $7,284 y el costo que abonaban los prestatarios era de $10,013, es decir que había un sobreprecio del 37%. Pero en el caso de los clientes con bajo nivel crediticio, el sobreprecio era del 68%, el precio iba de $6,533 a $10,957. 

Al fijar valores tan altos para los automóviles también se perjudica a los consumidores de otro modo, declaró el gerente en la demanda presentada por los inversores en 2020: “Los clientes por lo general no podían refinanciar sus vehículos u obtener una tasa de interés mejor porque el verdadero valor del vehículo era mucho más bajo que el monto que el dueño debía”.

El juicio está en proceso. Credit Acceptance negó las acusaciones.

El daño

Todas estas medidas pueden ayudar a los prestamistas a proteger sus finanzas, a menudo a expensas de los prestatarios. 

Por ejemplo, en algunos casos, las altas tasas de interés que se les dan a los prestatarios los obligan a gastar un tercio de su ingreso mensual o más en préstamos para automóviles, según la demanda de Mississippi contra Santander. Los expertos en préstamos recomiendan a los consumidores no gastar más del 10% de sus ingresos mensuales en el pago de automóviles.

En uno de los ejemplos de la demanda, una consumidora de bajos ingresos adquirió un sedán Nissan Altima con un préstamo a seis años de Santander que incluía un pago mensual de $445 y una tasa de interés del 21%. Su ingreso mensual en ese momento apenas alcanzaba los $1,200. 

“A ella le preocupaba que los pagos mensuales fueran demasiado altos”, dijo el procurador general en su demanda, “pero necesitaba el auto con urgencia y se convenció de que podía cumplir con los pagos”.

Esto fue demasiado optimista. Ella se atrasó en los pagos, lo cual presuntamente hizo que Santander la llamara por teléfono incansablemente para cobrarle. Finalmente, ella se declaró en quiebra para evitar que le embargaran el automóvil. 

“Estos consumidores apenas pueden cubrir los pagos mensuales y el costo de vida, y no tienen ahorros para los gastos adicionales inesperados que son comunes en la vida de las personas, por ejemplo, las emergencias médicas, se detalla en la demanda. 

Los testigos citados en el juicio de los inversores contra Credit Acceptance declararon que el prestamista diariamente aprobaba préstamos que consumían más del 25% de los ingresos del prestatario, a pesar de las políticas internas de la compañía. 

Credit Acceptance hizo “lo mínimo indispensable” por investigar la situación financiera de los consumidores, según se declara en la demanda, de acuerdo con el testimonio de otro empleado que trabajó para el prestamista por más de una década, hasta el otoño de 2020.  

Los clientes, según el empleado, estaban destinados al fracaso.

Qué hacer

Obtener un préstamo para un coche puede ser una tarea abrumadora. Los expertos en financiación de consumidores recomiendan ampliamente que es mejor tratar de obtener financiación a través de un banco o de una entidad financiera de antemano, porque es probable que apliquen tipos de interés más bajos. Si acudes a un concesionario, negocia no solo el precio del coche, sino también las condiciones de la oferta del préstamo.

Si comienzas a tener problemas para abonar el préstamo de tu automóvil, John Van Alts, abogado y experto en préstamos para automóviles del Centro Nacional de Derechos de los Consumidores recomienda seguir los siguientes pasos:

  • Deberías continuar realizando los pagos del seguro estándar del automóvil, y al mismo tiempo tratar de cancelar cualquier seguro “complementario” que hayas adquirido del prestamista, además de todos los gastos adicionales, por ejemplo, los planes de servicios. 
  • Trata de lograr un mejor acuerdo con el prestamista. 
  • Vende el vehículo antes de que sea embargado. Tendrás que abonar lo que debes pero al menos recuperarás una parte. 
  • Ten en cuenta que quienes realizan los embargos no pueden entrar de manera ilegal en un garaje cerrado para recuperar un vehículo. Pero nunca trates de evitar que se lleven tu automóvil utilizando la fuerza, porque puede ser peligroso. Si el encargado de realizar el embargo utiliza la fuerza, llama a la policía y comunícate con un abogado. 
  • Si tu auto es embargado, trata de recuperar las pertenencias que hayas dejado dentro del mismo. Los acreedores no pueden quedarse con ellas como si fueran daños colaterales, de modo que realiza el reclamo telefónico y por escrito de inmediato para que devuelvan todo lo que se encuentra en el automóvil, detallando cada elemento. También recuerda cancelar de inmediato el seguro y los programas adicionales que hayas contratado, y tratar de recuperar los pagos realizados luego del embargo del automóvil.

Si necesitas un automóvil, puedes acudir a los programas que existen en los Estados Unidos para ayudar a los consumidores de bajos ingresos a obtener automóviles confiables a tasas de interés más bajas. 

Pronto podría haber más medidas regulatorias. Los reguladores federales, en particular, han estado investigando a Credit Acceptance por años, y en junio la Oficina de Protección Financiera del Consumidor intentó obtener información adicional sobre las condiciones en las que la empresa otorga los préstamos. 

No obstante, el negocio ha sido bueno para Santander y Credit Acceptance. En el tiempo que tardó el procurador general de Massachusetts en investigar y llegar a un acuerdo con Credit Acceptance, por seis años y medio, el precio de las acciones de la compañía aumentó más de cuatro veces. A Santander también le ha ido bien.

El verano pasado, durante una comunicación telefónica con los analistas para conversar sobre los resultados de los negocios de la compañía durante el segundo trimestre de 2021, Mahesh Aditya, presidente y consejero delegado de Santander, presumió sobre la situación de la empresa durante la pandemia COVID-19. Ha sido el trimestre más rentable en la historia de la compañía. 

Aditya apuntó al bajo suministro y al aumento en el precio de los automóviles usados como los principales motivos del récord de la compañía en ese trimestre. Sin embargo, parte del éxito de la compañía se basa en un número que se encontró en el informe financiero de la compañía: 84,249, y el cual corresponde a la cantidad total de vehículos que Santander embargó de sus clientes ese año.

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