La razón por la que te puede gustar el olor a gasolina de los autos

El olor a gasolina podría resultar muy desagradable para algunos, causando nauseas, mareos y hasta vómito. Sin embargo, para otros el olor puede resultar agradable debido a un componente del combustible que provoca una sensación de euforia y felicidad

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Inhalar gasolina podría causar daños severos en tu salud. Crédito: Shutterstock

Tal vez no quieras decirlo en voz alta porque crees que eres el único, o tal vez lo hayas dicho en voz alta y te hayas sentido un poco raro. Cualquiera que sea el caso, tal vez sólo te guste el olor a gasolina. Sin embargo, decir que te gusta el olor a gasolina podría resultar muy extraño para algunas personas, pero por qué surge ese gusto por el olor a gasolina, aquí te lo diremos.

Por qué puede resultar agradable el olor a gasolina

Hay dos teorías principales, una fisiológica y otra psicológica. El primero es una extensión del fenómeno de Proust que tiene sus raíces en la psicología del comportamiento cognitivo, con un poco de anatomía mezclada. El fenómeno, que lleva el nombre del escritor francés Marcel Proust, explica por qué nos gusta el olor a vainilla, a limón o a pino.

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Bomba de gasolina.
Crédito: Shutterstock

Según investigadores de la Universidad de Liverpool, nuestro sistema olfativo está lo suficientemente cerca de las partes de nuestro cerebro que procesan la emoción y la memoria (la amígdala y el hipocampo) que los olores pueden desencadenar emociones más fácilmente basándose únicamente en la proximidad a nuestra corteza frontal. Tu olfato está tan cerca de tu pensador que los olores desencadenan emociones más rápido que cualquier otra cosa.

En lo que se refiere a la gasolina, podemos asociar buenos viajes o grandes viajes con el olor a gasolina gracias a los confines acogedores de nuestro cerebro con nuestras narices.

Puedes ver: Olor a gasolina en el interior del carro: qué puede estar pasando y cuáles son los riesgos

Euforia y felicidad por el olor a gasolina

La segunda teoría es más fisiológica y mucho más aterradora. La idea aquí es que los pequeños rastros de benceno en la gasolina adormecen nuestro sistema mesolímbico, dándonos una sensación de euforia temporal y asociando el olor a gas con la sensación de felicidad. Puede que en realidad no nos guste el olor a gas, pero asociamos lo que le hace a nuestro cerebro con la felicidad.

Foto de una persona llenando el tanque de gasolina
En Estados Unidos existen varios tipos de gasolina, cada una ajustada a las necesidades de cada auto.
Crédito: Sippakorn Yamkasikorn | Unsplash

Podría ser por qué a las mismas personas les gusta el olor a gas como el olor a pintura, pelotas de tenis o esmalte de uñas. El benceno constituye solo una porción muy pequeña de la gasolina, menos del 1%, pero nuestros rastreadores pueden detectar hidrocarburos a 60 partes por millón en el aire. (Una parte por millón equivale a una gota de líquido en 10 galones de agua).

El benceno en la gasolina no es bueno para tu salud

Sin embargo, el benceno es algo desagradable. El Instituto Nacional de Salud describe lo que sucede cuando estamos expuestos a demasiados inhalantes como el benceno, que es un solvente volátil, y su capacidad para causar deficiencias en la memoria a corto plazo, la atención, la inhibición de la respuesta y la resolución de problemas con efectos duraderos debido a la pérdida de volumen de materia blanca inducida por solventes en todo el cerebro.

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