Los 3 mitos de autos más creídos por los conductores que son absolutamente falsos
La tecnología ha avanzado demasiado en la industria automotriz, por eso es importante conocer cuáles son las creencias que se solían aplicar sobre los autos en la antigüedad y de qué manera impactan a los autos modernos
Los mitos alrededor de los automóviles y la conducción de los mismos han sido siempre una interrogativa bastante amplia en la vida de quienes tienen un coche propio. En la actualidad, con las redes sociales en la palma de la mano y la posibilidad de emitir una opinión libremente, cualquier usuario puede compartir interesantes comentarios sobre lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer cuando se tiene un vehículo, pero que sea verdad, eso es diferente.
Sin embargo, también mucha gente todavía cree ampliamente y erróneamente en algunas creencias que los conductores de otras épocas aplicaban sobre sus autos, y aquí te diremos cuáles son las 3 creencias o mitos que más solían creerse y que resultan ser absolutamente falsos.
1. Los coches más antiguos eran más resistentes y, por tanto, más seguros
A pesar de décadas de crecientes estándares de seguridad en choques, nuevas tecnologías y videos de pruebas de choque cara a cara entre autos nuevos y viejos, algunas personas todavía creen que están más seguras si las atropellan en un Chevrolet de los años 50 que en un modelo de los 2000.
También siempre hay alguna justificación ingenua para esta fe, como que hay más metal, no plástico entre ellos y un Suburban que se aproxima. Sin embargo, si eso fuera cierto, todo lo que necesitaríamos para montar una motocicleta o conducir un coche de carreras de forma segura sería un tazón para mezclar y una correa. Y buena suerte para pasar la inspección técnica.
2. El ralentí quema menos gasolina que detenerse y arrancar
Las startups sedientas pueden haber sido un problema en los días pasados de los carburadores, pero generalmente no son una cosa en la era de la medición de combustible precisa y controlada por computadora.
Si el ralentí fuera más eficiente que detener y volver a arrancar el motor, alguien con la evidencia que lo demuestre podría querer avisar a la industria automotriz. Ellos lo agradecerían.
3. Los tubos de escape que hacen mucho ruido salvan vidas
Primero saquemos el pequeño núcleo de verdad de este. Si estás navegando junto a alguien que revisa su Twitter más que sus espejos, entonces seguro aplica esta regla, y el alboroto ocasionado por el accidente podría alertarte de la presencia de una persona. Y, además, si te has puesto en una posición en la que tu única defensa es el ruido puro, es posible que desees repasar los conceptos básicos de la conducción defensiva antes de volver a la carretera.
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