Los 4 puntos clave para que tu auto nunca te falle
Es responsabilidad de cada conductor adquirir ciertos hábitos de prevención para circular por el asfalto sin problemas
La previsión de realizar un mantenimiento adecuado asegura el óptimo estado de un vehículo, pues hacer caso omiso de este procedimiento que implica algunos cientos de dólares, puede causar daños en su funcionamiento interno y ello quizá significa destinar miles de dólares a engorrosas reparaciones.
En este sentido, algunos expertos recomiendan poner atención a cuatro puntos clave que pueden contribuir a alargar la vida útil de cualquier tipo de automóvil.
Lubricación y líquido refrigerante
Como punto de partida, es necesario que al menos cada 15 días se revise el estado general del motor y aunque este sea un vehículo último modelo debe estar limpio y con los niveles de líquidos que marca el manual de mantenimiento proporcionado por las armadoras al adquirirlo a través de un distribuidor autorizado.
Ahora bien, lo recomendable es reemplazar el aceite que lubrica al motor de acuerdo a las especificaciones técnicas de cada modelo de vehículo.
Para hacerlo, las armadoras tienen perfectamente establecido los intervalos de remplazo mediante distintos paquetes de servicio a los cuales deben someterse sus modelos automotrices. Es decir, recomiendan cambiar ciertos lubricantes y artículos cada cinco mil, ocho mil y 10 mil kilómetros dependiendo del tipo de vehículo.
Además, los conductores deben tener el hábito de revisar periódicamente el nivel de aceite mediante las marcas que aparecen en la bayoneta conectada al recipiente donde éste se almacena.
Asimismo, se debe verificar que ningún lubricante se esté chorreando por debajo de la carrocería a consecuencia de un empaque dañado en el Carter (PCV), o derivado de un mal acomodo de los empaques en algunas válvulas, lo cual se traduce en fugas.
Otro de los líquidos cuyo nivel siempre se debe mantener es el refrigerante, pues de ello depende que la temperatura del motor permanezca estable, pues de lo contrario la máquina podría llegar a incendiarse.
Debido a esto, también es recomendable, aunque no se gaste, reemplazarlo en su totalidad cada año.
Filtro de combustible
Siempre se debe evitar que el almacenamiento de combustible disminuya hasta el nivel de reserva, pues existe el riesgo de que los residuos acumulados de la gasolina obstruyan a los inyectores que nutren de energía al motor.
Ahora bien, periódicamente también se debe reemplazar el filtro del combustible, pues este impide el paso de impurezas hacia la bomba de gasolina y de ahí los inyectores. De lo contrario, el motor puede llegar a experimentar vibraciones.
Revisión de sensores y batería
Diversas encuestas realizadas por las armadoras han revelado que un elevado número de propietarios de vehículos desconocen la función que desempeñan las luces de algunos íconos visibles a simple vista al mover la llave del encendido.
Así que resulta fundamental explicar que cada ícono representa a sensores preventivos, los cuales emiten una señal de advertencia cuando en determinada área de los vehículos algo no anda bien. El hecho de que se enciendan y las unidades continúen operando tan solo es una advertencia de una falla está por surgir, así que ignorar la advertencia puede llegar a representar quedarse varado.
Otro punto simple para evitar desagradables sorpresas tiene que ver con el reemplazo de la batería con que funcionan los vehículos, cuyo tiempo de vida útil idealmente no debe rebasar un par de años, esto, aunque no muestre corrosión, ni derrame de líquido.
Corre de distribución
A pesar del avance tecnológico de la industria automotriz hasta hoy, el funcionamiento de los vehículos de combustión interna depende de la correa de distribución.
Es por ello que, para evitar graves daños y costosas reparaciones, es fundamental reemplazar este artículo al menos cada 60,000 kilómetros recorridos.
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