Por qué no conviene usar el truco de la moneda para verificar el estado de las llantas

Cada parte del vehículo es muy importante. El correcto funcionamiento de todos los mecanismos que integran el coche, hace que el carro se desplace sin inconvenientes ni ruidos. Esto, a su vez, le otorga al conductor y a sus acompañantes mayor seguridad. Uno de los componentes vitales son precisamente los neumáticos.

Por lo general, una llanta promedio puede durar unas 30 mil millas aproximadamente. Otras con un poco más de calidad tienen vida útil por alrededor de 40 mil o 50 mil millas. Pero, si hay algún problema, principalmente en el tren delantero, el desgaste aumenta y el tiempo de duración se reduce a la mitad o tal vez menos. Cuando la llanta no está cumpliendo su función de manera normal, esto también se refleja en mayor consumo de combustible porque el motor hace más esfuerzo.

Los neumáticos deben estar en buenas condiciones para un manejo seguro

Para alcanzar un manejo adecuado y confiable, tener los neumáticos en buenas condiciones es vital para que el carro proporcione buena frenada y mejor agarre, lo que evitará que se deslice en el camino. Para lograrlo, hay que verificar periódicamente este componente del vehículo que muchas veces no se chequea o apenas y se le recarga con un poco de aire cada cierto tiempo.

Una señal de que la llanta tiene desgaste es que se pierde el dibujo

Las ruedas se pueden desgastar en la parte interna, externa, central o de manera irregular. Todo dependerá del tipo de manejo, carga de aire, estado de la suspensión, alineación y calidad de las gomas. Pero si no existe una anomalía aparente y simplemente se degrada por uso, hay algunas formas de notar qué tan intenso ha sido su deterioro.

El dibujo que traen los neumáticos permite mejor adherencia al suelo, estabilidad y frenada eficiente. Cuando este patrón que viene de fábrica con canales profundos se degrada, es una señal de que ya deberías sustituir las ruedas.

En Europa, pero principalmente en España, hay un método que se ha extendido por mucho tiempo para verificar el estado de las llantas según la profundidad del dibujo en la goma. Se trata del truco de la moneda. Según las normas de ese país, el neumático debe tener en sus ranuras una hondura de 1,6 milímetros como mínimo. Las personas introducen en los surcos de la rueda una moneda de un euro y, si el borde dorado no queda oculto, es porque los dibujos en la llanta ya no tienen suficiente profundidad y se recomienda reemplazarlas. Sin embargo, todo parece ser un mito.

El truco de la moneda ha sido una gran mentira

Según la Fundación Española para la Seguridad Vial, Fesvial, este truco no es aconsejable. A través de redes sociales advirtió a los conductores que “medir la profundidad legal del dibujo del neumático con monedas de euro induce a error, perjudicando al bolsillo del usuario y al medioambiente. El borde de la moneda supera los 3 mm, más del doble de la profundidad mínima legal que es 1,6 mm.”

Fesvial considera que este truco tan popular, puede ser una “manipulación intencionada” promovida por algunos fabricantes, con el fin de forzar anticipadamente el cambio de neumáticos aun cuando todavía tienen vida útil. El efecto económico que tiene la reposición constante de llantas en el bolsillo de los conductores de la Unión Europea es impresionante. Según el organismo español, estaría por el orden de los 6,1 millones de euros anualmente, por compra de neumáticos más frecuentemente.

Fesvial incluso aseguró que esa profundidad mínima que establece la ley de 1,6 milímetros, puede ofrecer mejores prestaciones en materia de frenada que un dibujo con 3 milímetros. En tal sentido, recomiendan recurrir a técnicas más especializadas y comprobables y descartar este truco casero. 

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