Una Ford Bronco no sobrevive un viaje a la playa y se hunde en una isla cerca de Bar Harbor, Maine
La Ford Bronco pasó dos días sumergida en el agua, después de varias horas de trabajo y muchas personas involucradas pudieron sacar la SUV. Esta camioneta contaba con neumáticos de banda de rodadura normales en lugar de terrenos de barro de 35 pulgadas
La Ford Bronco se hundió varios pies dentro del mar. Ford is committed to the preservation of the environment and treading lightly. Crédito: Ford | Cortesía
Esta noticia puede ser muy dolorosa para los amantes de las Ford Bronco. Sin embargo, es bueno ver lo que le puede pasar a la SUV 4×4 si no se respetan los límites de capacidades.
En esta ocasión un conductor decidió tomar su Ford Bronco y entrar en Frenchman Bay cerca de Bar Harbor, Maine. Todo parece indicar que cuando iniciaron el viaje la marea estaba baja y después de quedarse atascado, la marea empezó a subir; ahora han pasado algunos días y el agua lo ha sumergido por completo.
El fotógrafo local de drones Kip Wing de Aerial Aesthetics tomó imágenes del Bronco sumergido y las compartió en redes sociales.
Según algunas fuentes citadas por The Drive, los lugareños dicen que el conductor del Bronco estaba haciendo donas en la arena, lo que explica en gran medida cómo se quedaron atascados en primer lugar. En el siguiente video puedes ver como un par de camionetas intentaron sacar el SUV de su tumba de arena usando correas de remolque, pero se rindieron cuando una de ellas se partió.
The Drive habló con Les Foss de Island Towing, que estuvo en el lugar para el trabajo y explicó lo complicado que fue. Pero alrededor de las 5 p.m. del pasado lunes, finalmente consiguieron sacar la Bronco.
Involucró a un buzo que fue contactado por el Departamento de Protección Ambiental, quien luego se acercó a Foss. Estuvieron de acuerdo en que inflar un montón de bolsas de aire debajo del Bronco era la mejor manera de sacarlo, así que eso fue exactamente lo que hicieron. Esto requirió posicionamiento estratégico y sincronización para asegurarse de que la marea fuera lo suficientemente alta para llevar la plataforma.
“Intentamos tres mareas diferentes; la primera marea, no me llamaron hasta que fue demasiado tarde”, explicó Foss. “Luego intentamos la segunda marea y no estábamos realmente preparados para que el vehículo no rodara por sí solo. Volvimos la tercera vez sabiendo que el vehículo no rodaría por sí solo y fue como sacar una maldita roca”. del océano. Lo intentamos y lo intentamos y simplemente luchó contra nosotros tan fuerte como pudo. Decidimos que teníamos dos opciones: una era un buzo con bolsas, o una barcaza con una grúa y subirla a la barcaza y llevarla a un muelle en algún lugar”.
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