No sale líquido del limpiaparabrisas: soluciones efectivas
Si no sale líquido del limpiaparabrisas, podría deberse a un depósito vacío, fugas, obstrucciones o fallos eléctricos. Aquí te explicamos cómo solucionarlo.
Limpiaparabrisas. Crédito: Shutterstock
Si el líquido del limpiaparabrisas no sale, el problema puede deberse a varias causas, algunas simples y otras más complejas. Las soluciones varían desde rellenar un depósito vacío hasta limpiar conductos obstruidos o reparar fallos eléctricos.
Un depósito vacío es lo más común y fácil de solucionar, pero si el problema persiste, podría haber una fuga en los manguitos, obstrucciones o incluso fallos en la bomba de agua o fusibles. Detectar estos problemas a tiempo puede evitar mayores complicaciones y daños en el parabrisas.
Causas y soluciones cuando no sale líquido del limpiaparabrisas
El sistema del limpiaparabrisas es clave para la seguridad, y cuando el líquido no sale correctamente, se compromete la visibilidad. Este artículo explora algunas de las causas más frecuentes y soluciones prácticas cuando el limpiaparabrisas no expulsa agua, desde los problemas más sencillos como un depósito vacío, hasta fallos más complejos como fugas en los manguitos o averías eléctricas.
Depósito vacío: lo más común y fácil de reparar
La mayoría de los casos en los que no sale líquido del limpiaparabrisas se deben a que el depósito está vacío. Este suele ser un problema fácil de solucionar, ya que solo requiere levantar el capó, localizar el depósito del limpiaparabrisas (generalmente marcado con una tapa azul), y rellenarlo con líquido específico. Es importante evitar el uso de agua del grifo o soluciones caseras, pues estas pueden congelarse en climas fríos o dañar el sistema.
Si el vehículo cuenta con un sistema de limpieza de la luna trasera, es posible que tenga un depósito separado para este, por lo que también conviene revisarlo.
Fugas en el sistema
Si el depósito está lleno, pero no se expulsa líquido, podría haber una fuga en el sistema. Para verificarlo, se puede revisar el nivel del líquido después de rellenarlo y observar si disminuye con el tiempo. Además, es útil buscar charcos de líquido debajo del coche, lo que indicaría una pérdida. Si se detecta una fuga en los manguitos, la reparación suele ser sencilla y poco costosa.
Obstrucciones
El sistema del limpiaparabrisas puede obstruirse con el tiempo debido a la acumulación de suciedad o residuos. Las obstrucciones suelen localizarse en los manguitos o en las boquillas que expulsan el agua hacia el parabrisas. Para solucionar esto, es recomendable usar aire comprimido para desatascar las líneas o un alambre delgado para liberar los conductos obstruidos. Si las boquillas están tapadas, se puede limpiar con un alfiler o aguja.
Problemas eléctricos: fallos en la bomba o fusibles
Si no hay fugas ni obstrucciones, el problema podría ser eléctrico. La bomba de agua, que se encarga de impulsar el líquido hacia los difusores, puede fallar con el tiempo. Un síntoma común de un fallo en la bomba es la falta de sonido cuando se activa el sistema. También podría tratarse de un fusible quemado. En este caso, es recomendable revisar el manual del vehículo para localizar el fusible correspondiente y reemplazarlo si es necesario.
Cuándo buscar ayuda profesional
Aunque muchas de estas reparaciones pueden realizarse de manera casera, si no se está familiarizado con la mecánica del vehículo o se trata de un problema más complejo, siempre es mejor acudir a un taller especializado. Manipular sistemas eléctricos sin la preparación adecuada puede ser peligroso y causar más daños al vehículo.
El mantenimiento del sistema de limpiaparabrisas es crucial para garantizar una conducción segura. Detectar y solucionar a tiempo problemas como la falta de líquido, fugas o fallos eléctricos puede evitar daños mayores al vehículo y mejorar la visibilidad en condiciones adversas.
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