Biden invocará la Ley de producción de defensa para acelerar la producción de baterías para vehículos eléctricos
El presidente Biden utilizará sus poderes presidenciales para aumentar la velocidad de producción de material para baterías de vehículos eléctricos. El objetivo parece centrarse en la transición de autos a gasolina por autos eléctricos y así reducir el impacto de los altos costos de combustible en la actualidad
El presidente Joe Biden invocará la Ley de Producción de Defensa para fomentar la producción de materiales necesarios para la construcción de vehículos eléctricos, anunció la Casa Blanca. Pero eso no es todo. Biden también autorizó la liberación de una parte de la reserva estratégica de petróleo de EE. UU. para ayudar a aliviar los precios en la bomba de gasolina.
Biden impulsará la producción de EV’s
La DPA fue promulgado como ley por el presidente Harry Truman durante la Guerra de Corea para permitir que el gobierno de EE. UU. establezca prioridades para la producción de bienes y materiales, aparentemente para la seguridad nacional. Invocarlo le da a la administración de Biden más autoridad para impulsar su agenda de adopción de vehículos eléctricos sin que el Congreso se interponga en el camino.
“Específicamente, la DPA estará autorizada para respaldar la producción y el procesamiento de minerales y materiales utilizados para baterías de gran capacidad, como litio, níquel, cobalto, grafito y manganeso, y el Departamento de Defensa implementará esta autoridad utilizando fuertes estándares ambientales, laborales, comunitarios y de consulta tribal”, dijo la Casa Blanca. “El presidente también está revisando posibles usos adicionales de DPA, además de minerales y materiales, para garantizar una energía más segura, limpia y resistente para Estados Unidos”.
Un parteaguas para la aceleración hacia la electrificación
La DPA es el próximo gran paso en la agenda de vehículos eléctricos de la administración Biden, y podría marcar una diferencia significativa en la determinación de qué tan rápido ocurre la transición de los vehículos que funcionan con combustibles fósiles. El gobierno ya se ha comprometido a gastar $5,000 millones en una nueva red nacional de carga de vehículos eléctricos, y Biden también ha dicho que la mayor parte de la flota de vehículos federales se volverá eléctrica más temprano que tarde.
Además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los EE. UU., todas estas cosas tendrán el beneficio adicional de reducir nuestra dependencia energética de países extranjeros, lo que sería un beneficio para la seguridad nacional.
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