¿Se pueden cambiar los airbags después de un accidente? Cuánto costaría
Cuando hablamos de seguridad en el habitáculo de un automóvil, los cinturones de seguridad han sido durante mucho tiempo los héroes indiscutibles, pero hay un compañero de seguridad que merece su momento de gloria: las bolsas de aire, también conocidas como airbags.
En un pasado no muy lejano, estaban reservados únicamente para el conductor, pero como los superhéroes que son, han evolucionado para proteger a todos los pasajeros a bordo. Hoy en día, las bolsas de aire se pueden encontrar no solo en el lugar del copiloto, sino también en los asientos traseros e incluso entre los ocupantes delanteros.
¿Se pueden cambiar los airbags después de un accidente?
Conocidas técnicamente como sistema de retención suplementario, estas maravillas inflables son más que una simple almohada en caso de colisión. Su función es actuar como un cojín protector entre los ocupantes y el interior del vehículo durante un accidente, minimizando así el impacto y reduciendo las lesiones.
Si te preguntas que es lo que sucede después de que un airbag se ha desplegado y cumplido su función, pues bueno, resulta que, al igual que muchos componentes, necesitan un reemplazo. Aunque contrario a lo que algunos piensan, las bolsas de aire son de un solo uso, por lo que, si alguna vez se despliegan, es hora de poner una nueva en su lugar.
¿Cuánto cuesta reemplazar el airbag?
Entonces, ¿cuál es el costo de este reemplazo? Pues no es precisamente barato. El reemplazo de la bolsa de aire en sí puede costar alrededor de $500, sin contar la mano de obra adicional. Y eso no es todo, otros componentes, como los sensores de impacto, el módulo de control de bolsas de aire y el muelle de reloj, también pueden necesitar ser reemplazados, lo que suma más gastos a la factura final.
Ahora, hablemos de tecnología. Las bolsas de aire no son solo un saco de tela inflado; son un sistema sofisticado que consta de varios componentes. Los sensores de impacto son como los ojos del sistema, detectando cuando se produce una colisión y activando el despliegue de la bolsa de aire.
Por otro lado, el módulo de control es como el cerebro, coordinando toda la operación. Y, por último, pero no menos importante, está el muelle de reloj, un pequeño, pero crucial componente que asegura que todo funcione sin problemas.
Con tantos elementos en juego, el reemplazo de una bolsa de aire puede convertirse en una tarea costosa. Sin embargo, cuando se trata de la seguridad de los ocupantes del vehículo, no hay lugar para los recortes de presupuesto.
Entonces, la próxima vez que te encuentres detrás del volante, recuerda que las bolsas de aire están ahí para protegerte en caso de lo inesperado. Y aunque su reemplazo pueda doler en el bolsillo, no hay precio que puedas poner a la seguridad y tranquilidad que proporcionan.
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