Cambiar pastillas de freno: cuándo y cómo hacerlo
Es clave para la seguridad del auto que el sistema de frenos funcione a la perfección. Es tu seguro de vida ante cualquier problema o imprevisto. Cómo detectar el desgaste y qué hacer.
Si la cantidad de metros que recorre tu auto cuando presionas el freno aumenta, si las ruedas hacen algún ruido extraño y si sientes que el auto ya no responde como lo hacía antes al frenar, tienes que estar atento. Lo más probable es que sea hora de cambiar las pastillas de freno traseras o delanteras porque se han desgastado con el uso.
Detectar las señales de alerta de nuestro sistema de frenado y actuar en consecuencia es de vital importancia para nuestra seguridad en la ruta. No te olvides de que los frenos son una de las partes del automóvil que integran el llamado triángulo de la seguridad, junto con los neumáticos y los amortiguadores. Estos tres elementos son los que nos “agarran” a la ruta, por lo cual es fundamental que estén en óptimas condiciones para detener y contener el vehículo ante una situación de riesgo.
Por qué hay que cambiar las pastillas de freno
Haciendo una breve reseña técnica, podemos decir que la función principal de las pastillas de freno consiste en trabajar creando fricción con el disco de freno para ralentizar la rotación de ese disco y frenar el coche. Esto es esencial para tener una frenada adecuada. Por eso, a medida que estos elementos se van desgastando, la frenada empeora poco a poco.
Usar unas pastillas de freno desgastadas o en mal estado no solo puede provocar daños en los frenos, sino restar eficacia a su funcionamiento.
Un juego de pastillas de freno en mal estado podría hacer poca fricción sobre el disco y aumentaría la distancia de frenado. Esto es algo que deberíamos evitar, ya que ante cualquier sorpresa puede que las ruedas no respondan a tiempo.
Cuándo cambiar las pastillas de freno
A causa del uso constante de estas piezas, las pastillas de freno suelen desgastarse antes que otros elementos del auto. Por eso es que la mayoría de los fabricantes recomiendan cambiar las pastillas de freno cada 15.000 kilómetros. No obstante, ante la menor sospecha de deterioro o mal funcionamiento, lo aconsejable es proceder a su recambio.
Debes tener en cuenta que las especificaciones técnicas indican que el grosor mínimo de pastillas de frenos recomendado para su uso es de 2 mm
No solo su uso incesante al manejar repercute en el grado de desgaste de las pastillas, sino que también depende del tipo de conducción. Las aceleraciones y frenadas bruscas tienen como consecuencia que el desgaste se acelere.
Por el contrario, una conducción progresiva torna todo el sistema del vehículo más eficiente, consiguiendo impactar de forma positiva en el cuidado del medio ambiente y, especialmente, en el ahorro de combustible y el correcto mantenimiento de otros materiales del vehículo y del sistema de freno.
Cómo cambiar las pastillas de freno
Si bien no es una maniobra sencilla y, a la vez, cada marca de pastillas tiene especificaciones ligeramente diferentes al momento de cambiarlas, siguiendo estas indicaciones podrás hacerlo tu mismo y ahorrar unos cuantos pesos.
Herramientas necesarias
- Gato: para elevar el coche y poder desmontar la rueda.
- Llave cruz: para aflojar los tornillos de las ruedas.
- Llave Allen: para retirar los tornillos que no pueden ser retirados con la llave cruz.
- Destornillador plano: para hacer palanca y separar las pastillas de freno de los discos de freno.
Procedimiento paso a paso
- Gira la dirección del auto y afloja los tornillos de la rueda.
Gira el volante hacia la rueda con la que estás por empezar el recambio para tener un mejor acceso a los frenos. Es decir, si quieres cambiar las de la derecha, deberías girar hacia la derecha. Después, al igual que si estuvieras cambiando un neumático, usa la llave cruz para aflojar los tornillos, aunque sin terminar de sacarlos.
- Eleva el auto y saca la rueda.
Con el gato, eleva el auto y una vez bien asegurado podrás terminar de quitar los tornillos de la rueda con la llave cruz. Cuando ya los hayas sacado a todos, podrás retirar la rueda y acceder de este modo al sistema de frenos.
- Desarma el sistema de pernos.
Primero vas a tener que encontrar los dos pernos/pasadores deslizantes que mantienen la pinza en su sitio. Normalmente, es suficiente con quitar el perno inferior. Una vez sacado el perno inferior, vas a encontrar una manguera de goma flexible, por lo que alcanza con moverla y no necesitas desconectarla.
- Saca las pastillas de freno.
Ahora van a aparecer las pastillas de freno y el disco. Una vez que identifiques la pastilla, puedes usar un destornillador para hacer palanca y extraerla. Tienes que hacer palanca apoyando el extremo del destornillador en las pastillas y con los bordes del disco, nunca sobre la superficie de contacto del mismo.
- Cambia la chapa antichirridos.
La mayoría de las pastillas nuevas poseen unas chapitas metálicas que permiten que las pastillas se deslicen hacia atrás y hacia adelante con facilidad. Como no tienen ningún tornillo que los sujete, su recambio es muy sencillo. Es importante ponerles un poco de aceite para que no chirríen.
- Coloca las nuevas pastillas de freno.
No hace falta mucha técnica para este proceso, ya que las nuevas pastillas entrarán a presión. Solo hay que tratar de introducirlas un poco de lado para y después engancharlas a la chapa superior metálica. Una vez que entren, solo queda ajustar el pistón de freno hasta encajarlas perfectamente y después terminar el proceso ajustándolas con la llave Allen.
- Colocar nuevamente la rueda.
Esta operación no requiere ningún comentario especial. Solo ten en cuenta que una vez calzada la rueda deberás colocar los tornillos y apenas hacerlos girar. Después baja el gato hasta que la rueda esté apoyada y, con el freno de mano colocado y ya bien firme en el suelo, termina de ajustar todos los tornillos.
- Repite el proceso en cada rueda.
Ahora seguí estas instrucciones para cada rueda, recordando que, si vas a cambiar las 4 pastillas, deberás completar primero las de un lado para luego pasar al otro.
- Consejos finales.
Una vez acabado el proceso, es aconsejable -por precaución- bombear lenta y progresivamente el pedal de freno varias veces. Lo que se consigue con esto es que el pistón se acomode junto a la pastilla y quede en el lugar ideal para funcionar correctamente.
Por último, los expertos recomiendan no frenar bruscamente durante los primeros cien kilómetros que hagas con las nuevas pastillas. Así que deberás conducir con mucha calma y sin acelerar demasiado para no exponerte innecesariamente a un mal funcionamiento de los elementos de seguridad de tu auto.
Cuándo cambiar los discos de freno
El otro elemento básico del sistema de frenado es el disco de freno. Si bien no existe un único criterio ni hay una fecha ni un kilometraje preciso en el cual se deben cambiar los discos de freno, los fabricantes recomiendan revisar visualmente el equipo de frenada al menos dos veces al año si empleas de forma normal tu vehículo (unos 20.000 kilómetros anuales o menos).
Si recorres muchos kilómetros, especialmente en zonas urbanas, donde debes frenar en cada esquina o practicas una conducción deportiva que requiere un uso más extremo de los elementos de seguridad del auto, lo aconsejable es que compruebes el estado de los frenos de disco más a menudo, ya que su desgaste en esos contextos será mucho más elevado.
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