EE.UU. frena la prohibición de autos a gasolina en California
Mientras California planea contraatacar legalmente, el debate sobre el futuro de los autos de gasolina y eléctricos está lejos de terminar.

Senado revoca normativa de vehículos de cero emisiones en California. Crédito: Shutterstock
En un giro inesperado para la industria automotriz, el Senado de Estados Unidos ha decidido revocar la ambiciosa normativa de California que buscaba prohibir la venta de autos de gasolina a partir de 2035.
Esta decisión, liderada por la mayoría republicana, marca un retroceso en los esfuerzos del estado por acelerar la transición hacia vehículos eléctricos y reducir las emisiones contaminantes.
Un revés para las políticas verdes de California
En 2022, California se convirtió en pionera al anunciar una normativa que obligaría a los fabricantes a garantizar que, para 2035, todos los autos nuevos vendidos fueran de cero emisiones o híbridos enchufables.

Esta medida, impulsada por el gobernador Gavin Newsom, fue vista como un paso audaz para combatir el cambio climático, dado que los vehículos son responsables del 28% de las emisiones de gases de efecto invernadero en EE.UU.
Sin embargo, con una votación de 51-44 en el Senado, los republicanos lograron anular esta regulación, utilizando una maniobra legislativa que desató críticas por parte de los demócratas y defensores del medio ambiente.
Qué significa esta decisión para el mercado automotriz
La revocación de la normativa no solo afecta a California, sino también a al menos 11 estados que planeaban adoptar medidas similares, representando cerca del 40% del mercado automotor estadounidense. La normativa original exigía que, desde 2026, al menos el 35% de los autos nuevos en las concesionarias fueran eléctricos o híbridos enchufables con una autonomía mínima de 80 kilómetros.
Ahora, con la eliminación de esta regla, los fabricantes tienen mayor flexibilidad para continuar produciendo vehículos de combustión interna, lo que podría beneficiar a gigantes como Toyota y General Motors, quienes habían expresado preocupaciones sobre los plazos estrictos.
Sin embargo, esta decisión también plantea interrogantes sobre el liderazgo de California en la lucha contra el cambio climático. Durante décadas, el estado ha sido referente en regulaciones ambientales, gracias a exenciones otorgadas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Reacciones y el futuro de la movilidad sostenible
El gobernador Newsom no se quedó callado ante esta decisión. En una conferencia de prensa, acusó a los republicanos de burlar precedentes legales y de priorizar los intereses de la industria petrolera sobre el medio ambiente.

Además, el fiscal estatal Rob Bonta anunció una nueva demanda contra la administración de Donald Trump, marcando el vigesimotercer litigio entre California y el gobierno federal. “No permitiremos que se contamine de nuevo nuestro aire”, afirmó Newsom, destacando el impacto ambiental y económico de la medida.
Por otro lado, la senadora Elissa Slotnik, demócrata de Michigan, sorprendió al unirse a los republicanos en la votación, reflejando la influencia de la industria automotriz en su estado. Este apoyo cruzado evidencia las tensiones entre los objetivos ambientales y las preocupaciones económicas en regiones dependientes de la fabricación de autos.
¿Hacia dónde va la industria automotriz?

Aunque la revocación representa un freno a los planes de California, no necesariamente implica el fin de la transición hacia la movilidad eléctrica. La creciente demanda de vehículos eléctricos a nivel global, junto con los avances en infraestructura de carga, sugiere que el cambio hacia la sostenibilidad seguirá avanzando, aunque a un ritmo más lento en EE.UU.
Empresas como Tesla, Ford y Hyundai continúan invirtiendo en tecnologías limpias, y la presión de los consumidores por opciones más ecológicas podría compensar la falta de regulaciones estrictas.
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