Los Fórmula 1 con diseños más raros de la historia
Los monoplazas de Fórmula 1 son los vehículos más rápidos del mundo en circuito, pero sus diseños a través del tiempo han sido un poco extravagantes y raros para lograr la mejor aerodinámica y potencia.
Red Bull F1 2012 Crédito: Cortesía
La Fórmula 1 es la categoría reina del automovilismo. Es la meca del desarrollo tecnológico para traspasar esos avances a los autos de calle. Desde sus inicios, los equipos han buscado miles de maneras para lograr que su auto sea el más veloz, pero con los avances de la tecnología y las regulaciones actuales, los diseños han sido más monótonos a simple vista.
La aerodinámica ha sido el factor principal para lograr una gran velocidad en la categoría. Por ellos, los equipos mostraban sus autos con experimentos ratos, a veces absurdos, que muchas veces funcionaron. Desde alerones grandes, diseño en forma de flecha, hasta monoplazas de seis ruedas, son algunos de los autos más raros que han participado en la Fórmula 1.
Monoplazas de Fórmula 1 más raros de la historia por sus diseños
Tyrrell P34 (1976)
El equipo Tyrrell en el año 1976 buscó la manera de tener mayor adherencia en las curvas y lograr sacar ventaja. El diseño fue pensado en lograr una mejor aerodinámica con ruedas pequeñas en la parte delantera. Tenía cuatro llantas de 10 pulgadas en el tren delantero, y dos de tamaño normal en el tren trasero.
El P34 logró buenos resultados en sus dos temporadas al ganar una carrera y 14 podios. Sin embargo, los problemas de recalentamiento en los frenos y la dificultad de los fabricantes de llantas para crear ese tamaño, cerró el proyecto en 1978.
Ensign N179 (1979)
El equipo Ensign quiso evitar que su auto tuviera una gran refrigeración en las carreras. Esto lo llevó a crear un radiador en la trompa, que ayudó a mejorar el comportamiento del motor, pero era inmanejable para los pilotos por la gran cantidad de calor que salía hacia el piloto. El carro fue un fracaso al no cosechar ni un punto en 11 carreras, además es considerado como uno de los autos más feos de todos los tiempos de la F1.
Ligier JS5 (1976)
El auto que más llamó la atención en ese año fue el Ligier JS5. Su diseño no pasó desapercibido al mostrar una gran toma de aire por encima del piloto, para refrigerar mejor el motor y mayor presión de aire para lograr más potencia. Por razones de seguridad, la Federación Internacional de Automovilismo limitó este tipo de diseños cuando terminó esa temporada. Este diseño solo duró seis carreras debido a los malos resultados y donde varios retiros fueron por sobrecalentamiento.
Eifelland Type 21 (1972)
El equipo Eifelland solamente corrió en 1972, no tuvo ningún éxito, no consiguió puntos. Pero se llevó la mirada de todos ese año por su particular diseño, apodado la gran ballena blanca, por una trompa en forma de aleta, y una toma de aire justo delante del piloto, además tenía un retrovisor alto. El diseño fue un fracaso, y luego quitaron todas esas “ayudas aerodinámicas”.
Brabham BT46 ‘fan car’ (1978)
El equipo Brabham, quería tener una propulsión extra a través del mejor uso del paso de aire por el alerón y la salida de los escapes del motor. Desarrollaron un ventilador en la parte trasera que ayudaba a la aerodinámica e impulsaba más el auto. El invento logró un gran resultado al ganar en su primera carrera con más de 30 segundos de ventaja. Pero, por su gran ventaja frente a los otros equipos, fue eliminado.
Brabham BT26 (1969)
El equipo Brabham experimento mucho con sus diseños futuristas con influencia aeroespacial. El BT26 de 1969 fue recordado por varios experimentos aerodinámicos que tuvo, entre ellos el esquema de doble alerón alto que usaron en algunas carreras de Fórmula 1 para compensar el subviraje del vehículo. Estos alerones no se usaron siempre, sino en pocas carreras donde se necesitaba mejor agarre en la parte delantera.
Brabham BT34 (1971)
Brabham, fue uno de los equipos que más experimentó con los diseños, aunque la mayoría no tuvieron buenos resultados. Esta vez su diseñador, Ron Tauranac, agregó dos radiadores gemelos montados delante de cada una de las ruedas delanteras. El auto fue catalogado como pinzas de langosta por su diseño, pero en acción no logró las expectativas, al ganar solamente siete puntos.
Williams FW26 (2004)
Estamos ante el último diseño “raro” en la Fórmula 1. Esta vez fue el equipo Williams FW26, un auto bastante potente con su motor BMW. Trompa de morza como fue apodado, estuvo al borde de los límites del reglamento. A pesar de esa “revolución”, el monoplaza no fue el mejor, solamente logró una victoria.
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