Mitos y verdades sobre el refrigerante: cómo no arruinar tu motor
El uso correcto del refrigerante es fundamental para preservar y alargar la salud del motor de tu vehículo y reducir problemas mecánicos a largo plazo.
Desde su llegada al mercado, el refrigerante se ha ganado un lugar importante, aunque rodeado de mitos que pueden afectar la vida útil del motor. Este líquido, diseñado para evitar el sobrecalentamiento y proteger el sistema de enfriamiento, es mucho más complejo de lo que parece.
¿Cuántas veces te han dicho que “un color específico es lo que importa” o que “el agua funciona igual de bien”? Aquí desmentimos los principales mitos para ayudarte a cuidar tu motor y evitar errores comunes con el líquido refrigerante.
- Mito 1: “El agua puede reemplazar al refrigerante”
- Mito 2: “El color determina la calidad del refrigerante”
- Mito 3: “El refrigerante puede dañar el motor”
- Mito 4: “Un solo color es adecuado para mi auto”
- Mito 5: “No es necesario cambiar el refrigerante con frecuencia”
- Reflexión final: protege tu motor con conocimiento
Mito 1: “El agua puede reemplazar al refrigerante”
Uno de los conceptos más extendidos entre los conductores es la idea de que el agua, sola, puede cumplir el mismo papel que el refrigerante en el motor. Aunque a corto plazo puede parecer una opción viable en caso de emergencia, el uso prolongado de agua en lugar de refrigerante puede resultar costoso y peligroso.
El agua no ofrece el rango de protección térmica que el refrigerante asegura, tanto en temperaturas frías como en las altas. Además, al no contar con agentes anticorrosivos, el agua puede oxidar y dañar componentes cruciales del motor, especialmente en sistemas de refrigeración modernos que requieren mayor precisión.
Mito 2: “El color determina la calidad del refrigerante”
Muchas personas asocian colores específicos con ciertos niveles de calidad en el refrigerante, pero esto es solo una cuestión de percepción. Los colores llamativos que encontramos en estos productos se deben a tintes que los fabricantes emplean para distinguir visualmente los tipos de refrigerantes, pero no están relacionados con su rendimiento.
La elección correcta del refrigerante depende de factores técnicos y de las recomendaciones del fabricante, más que de un color específico. Por eso, siempre verifica que el refrigerante que escojas cumpla con las especificaciones exactas del manual de tu vehículo.
Mito 3: “El refrigerante puede dañar el motor”
Es común escuchar que el refrigerante, especialmente si es de baja calidad o si se usa en exceso, puede causar corrosión en el motor y otros daños mecánicos. Ahora, si sigues las especificaciones y recomendaciones del fabricante, el refrigerante es un aliado, no un enemigo. Los productos actuales están diseñados con inhibidores de corrosión y aditivos que ayudan a prolongar la vida útil del motor, siempre que se use el tipo adecuado y se haga el reemplazo en los intervalos indicados.
Mito 4: “Un solo color es adecuado para mi auto”
¿Crees que el color del refrigerante en tu auto siempre debe ser el mismo? Este mito ha provocado confusiones y hasta decisiones de compra equivocadas. Los colores simplemente varían según la fórmula y los ingredientes usados por cada fabricante; por lo tanto, el color no representa la calidad ni la compatibilidad con tu vehículo.
Lo verdaderamente importante es revisar la especificación técnica del producto y confirmar que cumpla con los estándares recomendados. Esto garantiza una protección completa y adecuada sin riesgo de fallos en el sistema.
Mito 5: “No es necesario cambiar el refrigerante con frecuencia”
Este es quizás uno de los mitos más perjudiciales. El refrigerante, con el tiempo y el uso, pierde sus propiedades protectoras y anticorrosivas. Incluso si no parece haber problemas visibles, este líquido necesita ser reemplazado periódicamente para mantener el sistema de refrigeración en óptimas condiciones.
Dejar de hacerlo puede resultar en recalentamientos, daños en el radiador o incluso problemas en la bomba de agua. La recomendación ideal es seguir los intervalos de cambio indicados en el manual del vehículo para evitar sorpresas desagradables en el camino.
Reflexión final: protege tu motor con conocimiento
Desmitificar el uso del refrigerante ayuda a tomar decisiones más informadas y evitar errores que, aunque comunes, resultan costosos. Consulta siempre las indicaciones del fabricante y mantén un plan de mantenimiento constante. Recuerda que un motor bien cuidado es la clave para disfrutar de tu auto sin contratiempos, garantizando seguridad y confiabilidad.
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