El nuevo medidor de carga más preciso para autos eléctricos
Al ofrecer certeza en lugar de aproximaciones, no solo alivia la ansiedad de los conductores, sino que acelera la adopción de vehículos ecológicos.
Usa tu eléctrico sin sorpresas: descubre el medidor SOM para rutas seguras y eficientes. Crédito: Shutterstock
La ansiedad de quedarse sin batería en pleno viaje ha sido, desde el nacimiento del coche eléctrico, una de las mayores preocupaciones de los conductores. Pese a los avances en autonomía y red de carga, el indicador tradicional que muestra solo un porcentaje de batería o kilómetros restantes resulta insuficiente.
Un innovador sistema desarrollado por la Universidad de California en Riverside (UCR) promete cambiar eso para siempre con un nuevo medidor de carga inteligente basado en inteligencia artificial (IA).
Un paso del porcentaje a la predicción real
Este desarrollo, denominado Estado de la Misión (SOM), representa un salto tecnológico en la forma en que los vehículos eléctricos evalúan su autonomía. En lugar de mostrar un número estático, SOM cruza los datos internos de la batería con variables dinámicas del trayecto, como la elevación del terreno, las condiciones climáticas, el tráfico o el estilo de conducción. Así, cuando el conductor introduce un destino en el navegador, el sistema calcula con precisión si podrá llegar con la carga disponible antes de quedarse sin energía.

El método no se limita a estimaciones empíricas: combina principios electroquímicos y termodinámicos (los que definen el comportamiento físico de la batería) con modelos de aprendizaje automático, alcanzando predicciones mucho más ajustadas a la realidad. Gracias a esta unión de ciencia e inteligencia artificial, el sistema ofrece un análisis basado en datos y adaptado a cada situación.
Inteligencia artificial para rutas más seguras
Los investigadores de la UCR probaron SOM con bases de datos de la NASA y la Universidad de Oxford, demostrando una notable reducción de los errores de predicción que suelen tener los sistemas tradicionales. En la práctica, el sistema determina si se puede recorrer una determinada distancia teniendo en cuenta factores reales de conducción.
Por ejemplo, una ruta cuesta arriba bajo altas temperaturas puede agotar la batería más rápido que un recorrido plano con clima templado, algo que los actuales medidores no logran anticipar con precisión. Esto supone una verdadera revolución para la industria automotriz eléctrica, pues podría eliminar la “ansiedad por la autonomía”, uno de los mayores frenos en la adopción masiva de este tipo de vehículos.
Retos técnicos y potencia de procesamiento
Aunque el avance es prometedor, el desafío principal radica en el poder de cómputo que requiere este modelo de IA. Procesar en tiempo real tantos datos (química de la batería, entorno, tráfico, clima y estilo de conducción) demanda más potencia de procesamiento que la que ofrecen actualmente las unidades de gestión de energía a bordo. Los ingenieros de la UCR ya trabajan en optimizar el modelo para hacerlo más eficiente y viable a nivel industrial.

Otro reto está en la compatibilidad con diferentes tipos de baterías. El sistema deberá adaptarse tanto a las de iones de litio tradicionales (LFP, NMC, NCA) como a las baterías de estado sólido, consideradas el futuro de la movilidad eléctrica por su mayor densidad energética y seguridad.
Más allá de las aplicaciones actuales
Aplicaciones populares como A Better Routeplanner (ABRP) ya ofrecen una estimación basada en condiciones de la ruta, pero su nivel de precisión varía según el modelo y el fabricante del vehículo. La gran diferencia del SOM es que está pensado para integrarse directamente en el sistema del coche, convirtiéndose en parte del propio sistema de gestión energética, algo imposible de lograr con aplicaciones externas.
De llegar al mercado, este medidor marcaría un antes y un después en la forma en que los conductores interpretan la autonomía de su coche eléctrico. La capacidad de predecir el alcance real con exactitud milimétrica no solo aportaría confianza al usuario, sino que impulsaría la transición hacia una movilidad eléctrica sin miedos ni incertidumbres.
En un futuro cercano, los autos eléctricos podrían informar: “Sí, puedes llegar a tu destino con la carga actual”, eliminando por completo el temor de quedarse sin batería en medio del camino. Y todo gracias a la inteligencia artificial aplicada a la gestión energética, que redefine lo que significa tener control total sobre la autonomía.
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