Por qué Donald Trump se compró un nuevo Tesla
Como es costumbre, el mandatario norteamericano ha logrado captar la atención y abrir el debate sobre el futuro de la movilidad en EE.UU. de la mano de Tesla.
Donald Trump y Elon Musk a bordo de un Tesla Model S. Crédito: Elon Musk vía X | Cortesía
Donald Trump ha anunciado que adquirirá un Tesla. La noticia ha sacudido tanto el mundo de la política como el de la industria automotriz. El mandatario, conocido por su escepticismo hacia los vehículos eléctricos, sorprendió al comprar un modelo de la compañía de Elon Musk, con quien ha mantenido una relación de altibajos en los últimos años.
Un gesto político y estratégico
Elon Musk y Donald Trump han protagonizado múltiples titulares en el pasado, desde desencuentros públicos hasta muestras de apoyo mutuo. Sin embargo, este movimiento de Trump tiene un trasfondo que va más allá de la simple compra de un coche. Se trata de un mensaje político y económico.
El Presidente ha criticado en reiteradas ocasiones los subsidios gubernamentales para los autos eléctricos y ha defendido la industria petrolera estadounidense. Sin embargo, en un contexto donde Tesla enfrenta desafíos financieros y competencia feroz, la adquisición de Trump podría interpretarse como un gesto de respaldo a la tecnología estadounidense y a una de las empresas más icónicas del país.
El modelo elegido por Trump
Aunque no se ha confirmado oficialmente, fuentes cercanas aseguran que Trump optó por el Tesla Model S Plaid, el más potente de la gama. Este vehículo cuenta con una aceleración impresionante de 0 a 100 km/h en menos de dos segundos, 1.020 caballos de fuerza y una autonomía de hasta 560 kilómetros por carga.
El precio del Model S Plaid ronda los $88,490, una cifra accesible para alguien como Trump, pero que también resalta la exclusividad del modelo.
Tesla Model S: potencia, tecnología y exclusividad
El Model S es un sedán eléctrico de alto rendimiento, conocido por su aceleración y autonomía. En su versión base, cuenta con tracción integral, acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y ofrece una autonomía de hasta 634 km según el ciclo WLTP. La versión Plaid, con 1.020 CV, alcanza los 322 km/h y va de 0 a 100 km/h en 2,1 segundos, con una autonomía de 600 km.
Tesla presume de un diseño aerodinámico con un coeficiente de 0.208 Cd, el más bajo del mercado. En seguridad, obtuvo cinco estrellas en Euro NCAP y fue premiado como el mejor de su clase en 2022.
A nivel tecnológico, el Model S cuenta con una pantalla táctil de 17 pulgadas con resolución de 2200 x 1300 y un diseño minimalista sin botones físicos. Su sistema de sonido incluye 22 altavoces con 960 vatios y reducción activa de ruido.
Además, el vehículo integra el sistema Tesla Vision, que ofrece asistencia en la conducción con cámaras de 360°, piloto automático y funciones como el “Dumb Summon“, que permite que el auto acuda a su dueño de manera autónoma.
De opositor a promotor de los autos eléctricos
Hasta hace poco, Trump se mostraba crítico con la transición hacia los autos eléctricos. En su primer mandato, favoreció la industria de los combustibles fósiles y cuestionó las políticas ambientales de sus oponentes. Ahora, con la compra de un Tesla, podría estar enviando una señal de cambio o simplemente aprovechando la oportunidad para redirigir el discurso a su favor.
Si bien algunos analistas creen que esto podría traducirse en un mayor impulso a la industria de autos eléctricos en EE.UU., otros consideran que se trata de una estrategia de imagen sin implicaciones reales en su postura política.
El Tesla de Trump: un capricho simbólico
A pesar de la compra, Trump no podrá conducir su Tesla Model S, ya que el Servicio Secreto prohíbe a los presidentes manejar por razones de seguridad. “Hace mucho tiempo que no manejo un auto, pero me encanta conducir“, confesó durante la exhibición. En su lugar, el vehículo quedará en la Casa Blanca y podría ser utilizado por su personal.
Más allá de ser una adquisición personal, la compra de un Tesla por parte de Trump envía un mensaje político claro: su apoyo a la industria estadounidense y a Musk en particular.
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