¿Buscas llantas usadas? Revisa esto antes de comprarlas
Las llantas usadas pueden ser una opción económica y funcional para una emergencia, siempre que sepas qué detalles tener en cuenta y revisar antes de comprar.
La compra de llantas usadas puede ser una excelente alternativa para reducir gastos, pero también implica riesgos si no se hace una revisión adecuada. Para evitar inconvenientes y asegurar una inversión segura, aquí te ofrecemos una guía detallada con los aspectos que debes considerar al momento de adquirir llantas de segunda mano.
1. La importancia de la antigüedad
Las llantas, aunque luzcan bien, tienen una vida útil limitada. La goma se degrada con el tiempo, afectando su resistencia y rendimiento. Un aspecto clave es verificar el Número de Identificación de la Llanta (TIN, por sus siglas en inglés), ubicado en el costado de la llanta.
Este código muestra la semana y el año de fabricación, lo que te permitirá saber si ha superado los seis años recomendados de vida útil. Recuerda que, por más tentadora que parezca la oferta, una llanta que ha pasado mucho tiempo almacenada podría ser menos confiable en carretera.
2. Mide la profundidad de la banda de rodadura
La profundidad de la banda de rodadura es un indicador esencial del estado de una llanta usada. En términos generales, una llanta nueva tiene entre 8 y 9 mm de profundidad en su banda de rodadura. Sin embargo, si encuentras una con menos de 4 mm, es una señal de que está demasiado gastada y le queda poco tiempo de uso.
Utilizar una llanta con poca profundidad puede afectar el agarre, especialmente en superficies mojadas, incrementando el riesgo de derrapes. Un medidor de profundidad es una herramienta útil para este análisis; incluso, una moneda puede servir para hacer una prueba rápida en caso de no contar con el medidor.
3. Revisa cuidadosamente el estado físico de la llanta
Las llantas están expuestas a todo tipo de terrenos y condiciones, por lo que es común que presenten desgastes o daños. Examina la llanta en busca de grietas, abultamientos, cortes y parches en las paredes laterales. Cualquiera de estos defectos podría ser un indicador de que la llanta ha sufrido un impacto fuerte o ha sido reparada de forma inadecuada, lo cual podría comprometer su seguridad en carretera.
Las grietas en la goma indican envejecimiento y desgaste, mientras que los abultamientos pueden ser resultado de daños en la estructura interna, haciendo que la llanta sea más propensa a fallos repentinos.
4. La marca y el modelo también importan
En el mercado de llantas, la calidad y durabilidad suelen ir de la mano con el reconocimiento de marca. Marcas de renombre como Michelin, Goodyear o Bridgestone invierten en tecnología avanzada y materiales de alta calidad, lo que las hace más confiables y, por lo general, duraderas.
Si bien estas llantas pueden tener un costo más elevado, incluso en su estado usado, la inversión vale la pena por la seguridad y rendimiento que ofrecen. Además, en el caso de que optes por una marca reconocida, tienes más probabilidades de encontrar información sobre el modelo específico que te ayude a evaluar su rendimiento y características.
5. Verifica la simetría y desgaste uniforme
Un signo de alerta en las llantas usadas es el desgaste irregular, que puede indicar problemas en el balanceo, alineación o incluso en la suspensión del vehículo anterior. Si notas que una llanta tiene un lado más desgastado que el otro o presenta desgastes en áreas específicas, es mejor evitarla. Este tipo de desgaste no solo reduce la vida útil de la llanta, sino que también puede afectar la estabilidad del auto, comprometiendo la seguridad al momento de conducir.
6. Evalúa el precio y negocia con conocimiento
Una de las razones principales para comprar llantas usadas es el ahorro, por lo que el precio debe ser razonable en relación con el estado de la llanta. Recuerda que una llanta que parece “demasiado barata para ser verdad” probablemente tiene un motivo.
Al tener claro los factores como la profundidad de la banda de rodadura, la antigüedad y el estado general, podrás negociar con mayor seguridad y argumentar en caso de encontrar algún defecto que justifique un descuento adicional.
Al revisar la antigüedad, profundidad de la banda de rodadura, posibles daños y marca, te asegurarás de adquirir llantas que ofrezcan un buen rendimiento y seguridad en el camino. Recuerda, más allá del ahorro, la seguridad es la prioridad, por lo que vale la pena invertir el tiempo necesario para realizar una inspección exhaustiva antes de tomar una decisión.
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