Nuevo tipo de robo de carros eléctricos: cómo protegerse
Los autos de Tesla son los que más han sufrido la nueva modalidad de robo que ataca los sistemas de carga de los vehículos para robar sus componentes.
El robo de partes de autos nunca ha podido reducirse. Cada año surgen nuevos elementos que los ladrones buscan robar por su valor en el mercado. La última moda fuerte en robos, son los catalizadores, que por su composición, se venden a buen precio en el mercado negro.
Sin embargo, ahora, los vehículos eléctricos han comenzado a sufrir una nueva oleada de delitos. Los componentes de carga en los vehículos son muy solicitados por los ladrones, como los cables de carga, o los que se encuentran en los cargadores públicos de toda la red eléctrica del país.
Vehículos eléctricos sufren nueva estrategia de robos
Los vehículos eléctricos tienen un nuevo golpe que está afectando su popularidad en Norteamérica. Una nueva forma de robo han descubierto los ladrones, al ver que los cables de carga de los autos se venden a buen precio en el mercado negro. Esto ha hecho que muchos autos sufran el robo de los cargadores que se usan para el carro.
Los puntos de carga que se encuentran en las carreteras se están volviendo puntos de oro para los ladrones. Se ha vuelto más común el robo de los cables en las estaciones de carga de diferentes centros de la red eléctrica en todo el país.
El cobre que componen los cables es muy valioso para los ladrones
Los cables que son sustraídos de los cargadores públicos, son vendidos como chatarra. Los metales que componen estos cables en su interior, se venden al mercado negro por peso. Aunque esta actividad es bastante común y vieja en todo el mundo, con el robo de tendidos ferroviarios, cables en construcción, conexiones eléctricas y de comunicaciones, todos sus componentes, sobre todo el cobre, es valioso al venderlo por peso.
Sin embargo, los ladrones en este tipo de robo, han visto una gran oportunidad de sustraer cables de la red de cargadores eléctricos públicos en todo el país. Aún más cuando se ha incrementado la instalación de estos puntos de recarga, al incentivar la compra de vehículos eléctricos.
La oleada de robos en los cargadores públicos, sobre todo de la red de Tesla, comenzó con un auge fuerte el año pasado. Además de vender el cobre que componen estos cables, también se venden como sustitutos para los cargadores de casa, por cifras de más de $100 dólares. Lo que ha puesto las alarmas de las autoridades en Norteamérica.
Lamentablemente, esta práctica, se ha trasladado a otras partes del mundo como en Europa. Algunas ciudades se han visto afectadas por casos donde han sustraído cables de carga de la red eléctrica pública. Esto también con el mismo fin, el de vender el cargador para otros usuarios o venderlo por peso en el mercado negro.
La mina de oro para los ladrones son los cargadores públicos de alta velocidad. Esto porque su composición amerita tener cables más largos, y tienen más cobre en su interior, lo que los hace más apetecibles a las personas que hurtan.
Autoridades hacen un llamado a tener sistemas de vigilancia
Las autoridades han logrado crear una estrategia de videovigilancia en las estaciones de carga. Lo que esperan bajar el número de robos de estos cargadores. Pero, también se ha puesto varias indicaciones a las personas que tienen sus cargadores en casas o edificios a simple vista.
Se les recomienda a los usuarios, usar candados o cerraduras en los cajones donde están estos cargadores. Instalar cámaras de seguridad en el área del cargador, esto puede alejar a los ladrones. También recomiendan usar los tipos de cables retráctiles para que no se vean a simple vista.
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