Por qué las marcas colocan “camuflaje” a sus autos
En el fascinante mundo del automovilismo, el camuflaje de los vehículos de prueba es una práctica esencial para proteger los secretos de las marcas.
Los fabricantes de automóviles dedican mucho tiempo y recursos para desarrollar nuevos modelos, y una parte crucial de este proceso son las pruebas en condiciones reales, por ello deciden salir a las calles con sus autos “camuflados”.
Mantener en secreto los detalles de diseño y tecnología es fundamental para conservar la ventaja competitiva y el impacto de su presentación oficial. En este artículo, exploramos el por qué y el cómo del camuflaje en los vehículos de prueba.
Camuflaje y la necesidad de pruebas en condiciones reales
Aunque los avances en simulación 3D permiten a los fabricantes ahorrar tiempo en las fases iniciales de desarrollo, las pruebas en condiciones reales siguen siendo indispensables. Especialmente cuando se trata de coches completamente nuevos o con tecnologías innovadoras, como los vehículos eléctricos o híbridos, es crucial evaluar su rendimiento y fiabilidad en diversas condiciones.
Desde el calor abrasador de los desiertos hasta las alturas extremas de las montañas, estos vehículos son sometidos a pruebas rigurosas para garantizar su resistencia y funcionalidad. El camuflaje no se limita a aplicar una pintura especial o vinilos. Incluye la incorporación de apéndices que alteran la silueta del vehículo y pueden ser montados y desmontados fácilmente.
Técnicas de camuflaje: de lo militar a la naturaleza
El objetivo del camuflaje en los vehículos de prueba no es pasar desapercibidos, sino evitar ser reconocidos. Las marcas buscan mantener en secreto la silueta final de sus modelos antes de su presentación oficial.
Inspirándose en técnicas militares y en la naturaleza, los fabricantes utilizan patrones y colores que confunden a la vista y a las cámaras fotográficas. Por ejemplo, las cebras con sus rayas crean una ilusión óptica que dificulta distinguir sus formas, una técnica que ha sido adaptada al camuflaje de coches.
Mientras que el exterior de los vehículos de prueba recibe gran atención en términos de camuflaje, el interior suele ser más sencillo de ocultar. Una lona desmontable mediante velcro es suficiente para cubrir el salpicadero cuando el vehículo está detenido, protegiendo así los secretos del diseño interior sin necesidad de medidas más complejas.
El proceso de camuflaje
Estos elementos deben ser seguros y no afectar la conducción. Los faros representan un desafío particular, ya que deben ser cubiertos sin comprometer su funcionalidad y legalidad en la carretera.
El método más común hoy en día es el vinilado con motivos y colores que confunden la percepción. Materiales como el “polystrong” están ganando popularidad debido a su resistencia y durabilidad, reemplazando al vinilo tradicional.
El camuflaje en los vehículos de prueba es una estrategia sofisticada que combina tecnología, creatividad e inspiración en la naturaleza y el ámbito militar. Esta práctica protege los secretos industriales de las marcas y también añade un elemento de misterio y anticipación.
La próxima vez que veas un auto camuflado en la carretera, recuerda que detrás de esos patrones y colores hay un esfuerzo meticuloso para preservar la sorpresa y la innovación en la industria automotriz.
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