Acusan a Tesla de ocultar a usuarios sobre piezas defectuosas
Tesla enfrenta críticas por fallas en suspensión y dirección de sus autos eléctricos, atribuyendo problemas a conductores pese a conocer defectos desde 2016.

Documentos exponen defectos en suspensión desde 2016. Crédito: Shutterstock
Tesla ha revolucionado la industria automotriz con sus vehículos eléctricos, pero un reciente informe revela preocupaciones sobre la calidad de algunos componentes clave. Desde ruedas que se desprenden a altas velocidades hasta suspensiones que colapsan en autos nuevos, miles de propietarios han reportado fallas en partes críticas como brazos de control, ejes y sistemas de dirección.
A pesar de que Tesla ha rastreado estas fallas durante años, la compañía ha atribuido los problemas al “uso indebido” por parte de los conductores, según documentos internos y entrevistas con clientes y exempleados.
Fallas prematuras que alarman a los propietarios
En marzo de 2023, Shreyansh Jain, un ingeniero de Cambridge, Inglaterra, adquirió un Tesla Model Y 2023, emocionado por su primera experiencia con un vehículo eléctrico. Sin embargo, apenas un día después, con solo 115 millas en el odómetro, la suspensión delantera derecha colapsó mientras conducía a baja velocidad.

El incidente, que dejó a su familia “aterrorizada”, requirió una reparación de más de $14,000, que Tesla se negó a cubrir, alegando un daño previo. Jain, quien insiste en que el auto no había sufrido ningún impacto, perdió la confianza en la marca y vendió el vehículo tras la costosa reparación.
Casos como el de Jain no son aislados. Según un análisis de Reuters, basado en miles de documentos internos de Tesla, las fallas en componentes como brazos de control, enlaces de suspensión y ejes de transmisión han sido recurrentes en modelos como el Model 3, Model S, Model X y Model Y, desde al menos 2016. Estas fallas, que afectan a autos con bajo kilometraje, han generado reportes en países como Estados Unidos, China y Noruega.
Tesla conocía las fallas, pero culpa a los conductores
Los documentos internos de Tesla muestran que la compañía ha monitoreado estas fallas durante años, calificándolas como “defectos” o “fallas” en reportes de ingeniería. A pesar de esto, Tesla ha optado por culpar a los propietarios, argumentando que los daños son resultado de “abuso” o “mal uso” del vehículo, como golpear bordillos.

En un caso notable de 2021, un propietario de un Model 3 en Nueva York reportó que una rueda delantera se desprendió mientras conducía a 60 millas por hora en modo Autopilot, un incidente que pudo haber sido catastrófico.
Costos elevados para los propietarios
Las reparaciones de estas fallas no son económicas. Los propietarios con vehículos fuera de garantía han enfrentado facturas de hasta $10,000 por reemplazar ejes o sistemas de dirección. En Noruega, donde Tesla tiene una alta penetración de mercado, exempleados reportaron una avalancha de quejas por fallas en brazos de control, con algunos clientes pagando más de $1,000 por reparaciones en autos de menos de dos años.

Además, los documentos muestran que Tesla gastó millones en reparaciones bajo garantía, lo que afectó su rentabilidad en momentos clave, como en 2018, cuando los costos de reparación ascendieron a $263 millones en un solo trimestre.
Problemas de dirección y seguridad
Otro aspecto alarmante es la falla en los sistemas de dirección asistida. En 2023, Jamie Minshall, propietario de un Model Y en Oregón, experimentó una pérdida repentina de dirección asistida que casi lo lleva a una zanja. Este problema, reportado por más de 400 propietarios de Model 3 y Model Y entre 2017 y 2022, está bajo investigación de la NHTSA.
¿Qué significa esto para los consumidores?
A pesar de la innovación de Tesla, estas fallas plantean preguntas sobre la calidad de construcción y la transparencia de la compañía. Mientras Elon Musk defiende la superioridad de sus autos, los documentos internos revelan una estrategia para minimizar costos de garantía y desviar la responsabilidad hacia los clientes. Para los propietarios, esto se traduce en reparaciones costosas y, en algunos casos, una pérdida de confianza en la marca.

Los expertos, como David Friedman, exadministrador de la NHTSA, señalan que las fallas en la suspensión de autos nuevos son raras en la industria. La alta tasa de quejas sobre suspensión y dirección en Tesla, en comparación con marcas tradicionales como GM o Toyota, subraya la necesidad de una mayor supervisión regulatoria y mejoras en el control de calidad.
En conclusión, aunque Tesla sigue liderando la revolución eléctrica, los problemas persistentes con componentes clave sugieren que la compañía aún tiene camino por recorrer para igualar la fiabilidad de los fabricantes tradicionales. Para los consumidores, la lección es clara: investigar a fondo antes de invertir en un vehículo eléctrico y estar preparados para posibles costos inesperados.
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