Cómo se fabrica el Halo protector de los autos de F1
El Halo de la Fórmula 1 es un dispositivo de seguridad de titanio que protege a los pilotos, capaz de soportar impactos extremos y salvar vidas en la pista.
El Halo es uno de los dispositivos de seguridad más significativos en la historia de la Formula 1. Introducido en el año 2018, esta especie de aro de titanio rodea la cabina del piloto, protegiendo principalmente su cabeza de posibles impactos directos.
Aunque al principio su incorporación generó controversia por su apariencia, que aparentemente obstaculizaba el campo de visión de los pilotos, su efectividad ha silenciado a los críticos, convirtiéndose en un estándar esencial en monoplazas de F1, F2 y Fórmula E.
¿Cómo funciona el halo?
El Halo es una estructura de titanio de grado aeroespacial, un material conocido por su resistencia y ligereza. Puede soportar 125 kiloNewtons de fuerza, equivalente a 12 toneladas, lo que lo convierte en uno de los componentes más robustos de un monoplaza.
Este dispositivo está diseñado para desviar objetos que podrían impactar en la cabeza del piloto, como neumáticos sueltos o piezas de otros autos a alta velocidad. Por ejemplo, es capaz de resistir el impacto de una maleta de gran tamaño a 225 km/h, demostrando su solidez.
El proceso de fabricación
La construcción del Halo es todo un desafío tecnológico. Cada unidad se fabrica a partir de cinco piezas separadas de titanio de alta densidad, que requieren soldadura y tratamientos térmicos para maximizar su resistencia. El proceso incluye técnicas avanzadas, como soldaduras en cámaras con atmósferas controladas y tratamientos específicos que aseguran la pureza del material.
Tras su ensamblaje, el dispositivo se somete a innumerables pruebas rigurosas, incluyendo estudios de rayos X y análisis no destructivos para detectar posibles grietas en el sistema. Solo tras superar estas pruebas, el Halo es enviado a cada uno de los equipos para su instalación en los monoplazas que participaran en las carreras.
Un dispositivo imprescindible
Desde su implementación, el Halo ha sido clave en la seguridad de la F1, salvando la vida de los corredores en varias ocasiones. Casos como el de Charles Leclerc en el mismo año de su implementación (2018), Romain Grosjean en 2020 o Lewis Hamilton en 2021 demuestran la importancia de este elemento en la protección de los pilotos. Aunque inicialmente su estética no fue del agrado de los aficionados, hoy nadie duda de su impacto positivo en la seguridad del automovilismo.
El futuro del halo
La FIA y los equipos de Formula 1 siguen trabajando en mejorar la integración y visibilidad del Halo, buscando mantener su eficacia sin afectar la aerodinámica. Con el avance de la tecnología, se espera que futuras versiones sean más ligeras y aún más resistentes, adaptándose a las nuevas exigencias del deporte.
El Halo no solo ha cambiado la apariencia de los monoplazas, sino que ha redefinido los estándares de seguridad en las pistas, garantizando que cada piloto tenga una barrera más ante los riesgos inherentes de la velocidad y la competición. Sin duda, es un componente que llegó para quedarse y seguir evolucionando junto con la Fórmula 1.
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