Consecuencias si una tuerca de la rueda se rompe
Las tuercas tienen una función primordial para sujetar la llanta. Si alguna se afloja o se rompe aumenta el riesgo de accidentes.
Son muchos los factores que pueden incidir para que una tuerca de la rueda se rompa, se agriete o se afloje. Incluso, hay elementos ambientales a los cuales están expuestas frecuentemente, que fomentan la aparición de óxido y deterioro.
Sin embargo, también juega un papel primordial la resistencia del material de fabricación, los baches o estado de la vía en general, vibraciones, sobrepresión de las tuercas y las mismas tensiones generadas por el rodamiento cotidiano. Todo esto hace que los birlos pierdan el torque adecuado y se aflojen, se salgan o hasta se rompan.
Las tuercas o pernos de las ruedas deben estar en buen estado
Evidentemente, la función principal de la tuerca es sujetar la llanta y mantenerla conectada al auto para rodar de manera pareja, confiable y eficiente. Si alguna tuerca se afloja o se rompe, la conducción segura se verá notablemente amenazada y la primera señal se manifestará con vibraciones excesivas durante el desplazamiento y posiblemente la aparición de algún ruido inusual.
Una de las consecuencias más temidas por una tuerca rota o floja, es que la llanta salga expulsada mientras el carro se encuentra en marcha. Si bien esta es una posibilidad, la probabilidad real de que ocurra es bastante remota. Los neumáticos están sujetos por más de una tuerca, comúnmente pueden ser entre cuatro o seis dependiendo el tipo de auto. Si se rompe una sola de las tuercas todavía quedan otras más para hacer el trabajo, así que difícilmente la llanta salga volando.
No obstante, es pertinente advertir que, si los demás pernos que soportan el neumático también están flojas, sí aumenta el riesgo de desprendimiento de la llanta en el camino. Adicionalmente, si a todas estas condiciones adversas se suma un desplazamiento a alta velocidad, el riesgo y peligro de accidente es mucho mayor.
Otra circunstancia a tener en cuenta es que conducir con una tuerca menos, hará que las demás tengan una sobrecarga en la distribución del peso y tensión. En tal sentido, es vital no rodar el carro en estas condiciones o hacerlo a baja marcha hasta llegar a un punto seguro de auxilio vial para solucionar el percance.
No excedas la presión sobre los birlos o tuercas
Un exceso de torque también puede ocasionar la rotura de los birlos o tuercas del neumático. En un lugar especializado saben cuál es el grado requerido. Si estás apretando la tuerca tú mismo, será mejor seguir las recomendaciones del fabricante para no exceder la presión y usar las herramientas de mecánica adecuadas como por ejemplo una llave dinamométrica.
Apretar muy fuerte las tuercas de las llantas también puede ocasionar otros daños como deformaciones de la rosca, rines, afectaciones en los cubos de las llantas y hasta de los tambores de freno. La torsión precisa es vital para que el auto se desplace de manera correcta. Igualmente, es importante cada cierto recorrido reapretar las tuercas que, por el mismo uso cotidiano, suelen aflojarse un poco.
Genera las condiciones para tener control de vehículo
Aunque es posible conducir con una tuerca menos en alguno de los neumáticos, esto no es correcto ni recomendable. Como ya explicamos antes, esto generará una carga mayor sobre los demás birlos y ocasionará su desgaste. Aunado a esto, las vibraciones que aumentan en el coche a falta de una tuerca, producen un desajuste generalizado que puede desencadenar daños mayores, especialmente en el tren delantero.
Mantener las condiciones ideales de conducción permite mayor control sobre el auto y con ello mayor seguridad vial. En este sentido, es importante cumplir con los ciclos de mantenimiento y de revisiones periódicas para comprobar que todo esté en óptimo funcionamiento y evitar accidentes.
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