Cómo conducir cuando las calles se ponen resbalosas
Cuando llueve, es importante reducir la velocidad y suavizar las maniobras. Evita aceleraciones y frenadas bruscas cuando la carretera se vuelve más resbalosa.
Manejar bajo la lluvia es una práctica que se debe realizar con mucho cuidado, ya que puede ser muy peligroso y puedes verte involucrado en graves accidentes. Pero veamos aquí en qué momento las calles se ponen muy resbalosas y qué hacer en esa situación.
Con la lluvia no solo disminuye la visibilidad, las carreteras se vuelven resbaladizas y los neumáticos no tienen un buen agarre en la carretera. Lo mejor es evitar manejar cuando las calles están mojadas, pero si tienes que hacerlo debes de tener mucho cuidado y tomar todas las precauciones posibles.
Conducir con lluvia: en qué momento las calles se ponen resbalosas
¿Cuándo se vuelve más resbaladiza la carretera? La lluvia sólo es peligrosa en los primeros minutos después de que comienza. Se debe a los pequeños charcos que se forman en la superficie, acumulan aceite, polvo y otros desechos, y se convierten en hielo si hace mucho frío.
Incluso una fina capa de agua en la carretera reduce la tracción de los neumáticos a la mitad, y las fuertes lluvias la reducen aún más. Dependiendo de la intensidad, los charcos tardarán un tiempo en despejarse.
Los neumáticos nuevos tienen mejor tracción que los desgastados, y los neumáticos de verano son preferibles a los de invierno. La banda de rodadura del neumático de verano tiene canales repelentes al agua, que evitan el aquaplaning.
Al conducir a alta velocidad en una carretera mojada, el automovilista puede sentir que el volante no responde tan bien. Esto puede hacer que los principiantes entren en pánico fácilmente, lo que aumenta el riesgo de un accidente.
Además, en carreteras mojadas, la distancia de frenado del vehículo aumenta. Si la carretera no está vacía, puede provocar un accidente automovilístico.
¿Qué puedes hacer si la carretera está resbalosa?
Antes de sentarte en el asiento del conductor, asegúrate de que el parabrisas, los espejos laterales y los faros estén limpios. Revise periódicamente el tanque del limpiaparabrisas para ver si hay suficiente líquido. Quita las hojas o las semillas de los árboles que hayan caído sobre las escobillas del limpiaparabrisas, que deben cambiarse periódicamente.
Los neumáticos juegan un papel esencial en la estabilidad del auto en superficies mojadas, así que elígelos de manera responsable y controla la profundidad de la banda de rodadura. Un acondicionador de aire ayudará a lidiar rápidamente con el empañamiento de las ventanas dentro del interior del vehículo, ya que seca el aire cuando se enciende.
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