A prisión: famoso mecánico estafaba a coleccionistas de Ferrari
Un mecánico estadounidense con una sólida reputación entre los coleccionistas de vehículos de lujo, ha sido arrestado y enfrenta serios cargos.
Se trata de Donnie Callaway, conocido mecánico por su experiencia en la restauración de coches valiosos y su aparición en programas de televisión como “Jay Leno’s Garage”.
Callaway ahora se encuentra en el epicentro de un escándalo y enfrenta cargos por fraude, robo y falsificación de documentos.
Todo comenzó cuando Arthur Teerlynck, un cliente adinerado, denunció a Callaway por intentar vender dos Ferraris clásicos que este le había confiado para su restauración.
El Ferrari Daytona y el Ferrari 512BB, ambos modelos emblemáticos y extremadamente valiosos, se convirtieron en el centro de una investigación que destapó una red de estafas y engaños.
La denuncia que destapó el fraude
El 1 de abril, Callaway fue arrestado y encarcelado en Lower Buckeye, en el condado de Maricopa, Arizona, con una fianza de 400,000 dólares. La denuncia de Teerlynck reveló que Callaway había registrado los Ferraris a su nombre, intentando venderlos como suyos.
El mecánico argumentó que el cliente no había pagado por los trabajos realizados, lo cual, según la normativa de Arizona, permitiría al taller revender los coches. Sin embargo, Teerlynck presentó varias facturas que demostraban lo contrario.
Además de los dos Ferraris en cuestión, Teerlynck exigió la devolución de otros cuatro coches clásicos en los que Callaway estaba trabajando: un Ferrari Daytona de 1973, un Maserati 3500 Spyder Vignale de 1961, un Ferrari 328 de 1986 y un Rolls-Royce Flying Spur de 1995.
Modus operandi
La investigación del Departamento de Seguridad Pública de Arizona reveló que Callaway no solo estafaba a sus clientes con trabajos de restauración inflados o no realizados, sino que también manejaba coches robados.
Utilizaba su conocimiento y acceso privilegiado para adquirir vehículos robados, los cuales revendía a coleccionistas incautos, ganando enormes sumas de dinero.
Las redes sociales también jugaron un papel crucial en su caída. Callaway solía presumir de su lujoso estilo de vida en Instagram, publicando fotos en hoteles de lujo y alardeando de compras extravagantes.
Incluso llegó a jactarse de haber saboteado un Ferrari Testarossa de Teerlynck en una disputa que tuvieron, lo que añadía más leña al fuego de su desenmascaramiento.
Juicio esperado con ansias
La detención de Callaway ha sido solo el comienzo. El juicio está programado para el 14 de agosto de 2024, y se espera que sea un evento significativo, no solo por los cargos de robo, tráfico de bienes robados y falsificación documental, sino también por el impacto que tendrá en la comunidad de coleccionistas de autos clásicos.
Advertencia para los coleccionistas
Este caso resuena como una advertencia para los coleccionistas y entusiastas de autos clásicos. La confianza en mecánicos y asesores debe estar respaldada por una verificación exhaustiva y una gestión cuidadosa de la documentación de los vehículos.
La historia de Callaway subraya la importancia de la transparencia y la ética en un sector donde los valores pueden ascender a millones de dólares.
En un mundo donde la pasión por los autos clásicos se mezcla con enormes sumas de dinero, este escándalo sirve como un recordatorio de que no todo lo que brilla es oro.
La comunidad automovilística seguirá de cerca el desenlace de este caso, esperando que la justicia prevalezca y se restablezca la confianza en este fascinante sector.
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