Por qué los autos eléctricos son más difíciles de robar
La mayoría de los ladrones prefieren una escapada rápida y evitan los autos eléctricos, por su difícil acceso y la facilidad con la que pueden ser rastreados.

Los autos eléctricos pueden ser más seguros que los autos a gasolina. Esto se debe a la gran cantidad de tecnologías con las que cuentan. Crédito: CHIEW | Shutterstock
Los autos eléctricos tienden a ser más difíciles de robar que los vehículos tradicionales por su tecnología avanzada y la integración digital entre las distintas partes y dispositivos que lo componen. En ese sentido, además de contribuir con el ambiente y reducir considerablemente los gastos de mantenimiento, los autos eléctricos son una buena inversión porque pueden llegar a ser más seguros.

¿Por qué los autos eléctricos son difíciles de robar?
Los autos eléctricos son más difíciles de robar por varias razones. A continuación, se explican algunas de ellas:
1. Tecnología digital que reemplaza la llave tradicional
Una de las mayores diferencias entre un auto eléctrico y uno de combustión interna es la forma en que se accede y se enciende el vehículo. Muchos de estos vehículos utilizan:
- Llaves inteligentes (smart keys) con codificación cifrada.
- Aplicaciones móviles que reemplazan las llaves físicas.
- Autenticación biométrica o por proximidad, como sucede en algunos modelos de Tesla.
Con este tipo de tecnología son más difíciles de manipular. Además, el software cambia constantemente con actualizaciones remotas, lo que hace que las técnicas de robo usadas o recién descubiertas, no tengan efecto por mucho tiempo.
2. Sistemas de rastreo integrados
La mayoría de los autos eléctricos que existen en la actualidad vienen con sistemas de rastreo GPS de fábrica, conectados al sistema operativo del vehículo. Esto le permite a los propietarios:
- Localizar el vehículo en tiempo real desde una aplicación móvil.
- Activar alertas de movimiento no autorizado.
- Bloquear el motor a distancia o limitar su velocidad.
Este nivel de control remoto no está tan desarrollado en muchos autos a gasolina, lo que hace que los eléctricos sean menos atractivos para el crimen organizado o para ladrones que trabajan en solitario.
3. Interfaz digital
El encendido, configuración y operación de un EV depende de una interfaz digital compleja, a menudo protegida por contraseñas, perfiles de usuario o sincronización con la nube. Sin acceso al perfil del propietario, muchos sistemas simplemente no permiten arrancar el vehículo.
Además, los autos eléctricos suelen alertar al propietario en su smartphone si detectan intentos de ingreso no autorizado o si son remolcados sin autorización para que puedan hacer algo al respecto antes de que sea demasiado tarde.

4. Diseño único de motor y transmisión
A diferencia de los autos tradicionales, muchos eléctricos no tienen caja de cambios ni llave de ignición convencional. Algunos ni siquiera permiten poner el auto en movimiento si no se detecta la presencia del propietario registrado. Este diseño, aunque invisible para el conductor, representa un desafío para ladrones que dependen de métodos mecánicos como “puentear” el encendido o cambiar de marcha manualmente.
5. Menor demanda de autopartes en el mercado negro
Otro factor clave es que la demanda de piezas eléctricas en el mercado ilegal es bastante baja. Mientras que los autos que funcionan con gasolina tienen motores, transmisiones y catalizadores muy buscados por compradores de repuestos de segunda mano, los autos eléctricos usan componentes más especializados, difíciles de revender y fácilmente rastreables por las autoridades.
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