Pontiac ‘Ghost Car’: el primer auto transparente de la historia

La Exposición Universal del año 1939 marcó un hito en el desarrollo de ideas que parecían imposibles, y el Ghost Car fue su embajador más impactante.

Así luce el primer carro transparente de la historia

Pontiac Plexiglas Six DeLuxe 1939. Crédito: Aaron Summerfield | Cortesía

En un mundo donde la innovación automotriz siempre ha sido un motor de la admiración del público en general, pocos diseños han logrado sorprender tanto como el primer auto transparente de la historia. Presentado en 1939 durante la Exposición Universal de Nueva York, este Pontiac Deluxe Six, apodado “The Ghost Car” (El Auto Fantasma), marcó un antes y un después en la manera de concebir el diseño automotriz.

Pontiac Deluxe Six carro transparente
Pontiac Plexiglas Six DeLuxe 1939. El legado del Pontiac Deluxe Six fue muy importante e inspiró a generaciones de ingenieros y diseñadores
Crédito: Aaron Summerfield | Cortesía

El Pontiac ‘Ghost Car’ fue el primer auto transparente de la historia, que marcó un antes y un después en la evolución de los materiales en la industria automotriz.

Pontiac Deluxe Six: “The Ghost Car” 

Creado por General Motors en colaboración con Rohm & Haas, una empresa especializada en materiales sintéticos, el auto era una obra maestra del futurismo. Su característica principal: una carrocería construida completamente con plexiglás, un material novedoso para la época que había sido desarrollado en 1933.

Este plástico transparente, resistente y ligero permitió que el coche revelara su mecanismo interno como nunca antes se había visto. Desde el motor hasta el sistema de suspensión, todos los detalles quedaban expuestos a la vista, convirtiéndolo en una maravilla técnica y estética.

Un auto que deslumbró a la multitud

Así luce el primer carro transparente de la historia
Pontiac Plexiglas Six DeLuxe 1939.
Crédito: Aaron Summerfield | Cortesía

El Ghost Car fue exhibido como parte del pabellón “Futurama”, una sección de la exposición dedicada a mostrar cómo podría lucir el futuro en los próximos 20 años. La transparencia del auto simbolizaba el optimismo de una época que confiaba en la tecnología como herramienta para transformar la vida cotidiana. Fue un éxito rotundo entre los visitantes, quienes quedaron fascinados con la posibilidad de “ver a través de un automóvil”, algo inédito hasta ese momento.

El Pontiac Deluxe Six contaba con detalles espectaculares que lo diferenciaban de los autos convencionales. Por ejemplo, los neumáticos fueron recubiertos con un material translúcido para complementar el diseño general, y los indicadores internos se iluminaron para resaltar su funcionalidad en un contexto expositivo. Incluso los códigos y etiquetas técnicas del auto fueron cuidadosa y artísticamente integrados al diseño, para que el interior luciera tan sofisticado como el exterior.

Desafíos y limitaciones

Así luce el primer carro transparente de la historia
Pontiac Plexiglas Six DeLuxe 1939.
Crédito: Aaron Summerfield | Cortesía

A pesar de la innovación que representó este auto, su producción masiva nunca fue una opción. Aunque el plexiglás es un material versátil, en la década de 1930 su fabricación era extremadamente costosa y complicada. Además, la falta de aislamiento térmico y la fragilidad del material bajo ciertas condiciones climáticas representaban retos técnicos que no podían ser superados con la tecnología de la época. Por tanto, el Ghost Car se mantuvo como un prototipo único y simbólico.

En la actualidad, este auto es considerado una pieza de colección invaluable. Luego de la exposición, fue exhibido en diferentes eventos hasta que finalmente fue subastado en 2011 por 308,000 dólares. Su estado de conservación es notable, con el plexiglás mostrando solo mínimos signos de desgaste después de más de 80 años. Actualmente, se encuentra en manos de coleccionistas que valoran su legado histórico.

El impacto del Ghost Car en la industria automotriz

Así luce el primer carro transparente de la historia
Pontiac Plexiglas Six DeLuxe 1939.
Crédito: Aaron Summerfield | Cortesía

Aunque el Ghost Car no se fabricó en serie, su influencia se extendió a lo largo del tiempo como un recordatorio del poder de la creatividad y la experimentación. Representó un momento en el que las empresas automotrices no solo buscaban funcionalidad, sino también inspirar a la sociedad con tecnologías visionarias. La idea de un auto transparente sigue fascinando, como lo demuestran conceptos modernos que utilizan materiales translúcidos y diseños futuristas en prototipos.

Hoy en día, el Ghost Car es un recordatorio de que los límites de la innovación están hechos para ser desafiados. En un mundo donde los avances tecnológicos son cada vez más rápidos, el primer auto transparente de la historia sigue siendo una inspiración para ingenieros, diseñadores y entusiastas de los automóviles en todo el mundo. Una obra de arte sobre ruedas que, años después, continúa siendo tema de conversación y asombro.

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