¿Eres dueño de una Silverado o Sierra? Podrías recibir hasta $12,700
Si eres propietario de una Silverado o Sierra fabricada entre 2011 y 2016, ahora es el momento de actuar y asegurarte de recibir lo que te corresponde.
¿Eres dueño de una Silverado o Sierra? Podrías recibir hasta $12,700. Crédito: Shutterstock
Los propietarios de camionetas Chevrolet Silverado y GMC Sierra fabricadas entre 2011 y 2016 están de enhorabuena. Un reciente acuerdo de 35 millones de dólares ha abierto la puerta a reclamaciones económicas para aquellos que posean vehículos afectados por un problema en el sistema de frenos.
Este fallo, que no fue inicialmente reportado por General Motors (GM), ha generado una demanda colectiva, resultando en una compensación significativa para los afectados.
¿Qué modelos están implicados?
El acuerdo cubre varios modelos de camionetas Chevrolet y GMC, con énfasis en las Silverado y Sierra. Estos vehículos han sido objeto de preocupación debido a un defecto en el servofreno que puede comprometer la capacidad de detener el vehículo de manera segura, poniendo en riesgo tanto a los conductores como a otros usuarios de la carretera.
Los modelos afectados se fabricaron entre 2011 y 2016, un periodo en el que el sistema de frenos presentaba fallos que podían pasar desapercibidos hasta que se producían problemas más graves.
El fallo y su impacto
El problema en cuestión radica en el sistema de frenos asistidos por vacío, el cual puede degradarse con el tiempo, resultando en una disminución de la potencia de frenado. Este defecto puede hacer que el pedal de freno se vuelva más difícil de presionar, lo que aumenta la distancia de frenado y, en casos extremos, puede provocar accidentes.
Aunque GM ha insistido en que este defecto no representa un riesgo generalizado, la demanda colectiva argumenta lo contrario, afirmando que la empresa no notificó adecuadamente a los propietarios ni ofreció soluciones antes de que surgieran daños significativos.
Compensación: ¿Cuánto puedes reclamar?
El acuerdo de 35 millones de dólares establece que los propietarios afectados pueden reclamar una compensación que oscila entre 400 y 12,700 dólares, dependiendo de los daños específicos y los costos incurridos por reparaciones o accidentes relacionados con el fallo en los frenos. El proceso de reclamación es sencillo y está diseñado para que los afectados puedan acceder rápidamente a su compensación sin necesidad de procedimientos judiciales complicados.
Aquellos que ya hayan reparado el sistema de frenos pueden presentar sus facturas y recibos para ser reembolsados por los costos incurridos. Los que aún no lo hayan hecho, pueden aprovechar las reparaciones cubiertas por el acuerdo, lo que les permitirá corregir el problema sin costo adicional. Además, para los propietarios que hayan experimentado accidentes debido a este defecto, las compensaciones podrían llegar a las cifras más altas del rango establecido.
¿Cómo reclamar la compensación?
Para aquellos propietarios interesados en hacer su reclamo, el proceso es simple. Primero, deben verificar si su vehículo está incluido en la lista de modelos afectados. Esto se puede hacer a través del sitio web oficial de General Motors o mediante el número de identificación del vehículo (VIN). Una vez confirmado, los propietarios pueden seguir las instrucciones proporcionadas para enviar su reclamación.
Es importante destacar que el tiempo para presentar reclamaciones es limitado, por lo que se aconseja a los propietarios afectados que actúen con rapidez. Además, la compensación ofrecida cubre no solo los costos de reparación, sino también otros gastos relacionados que los propietarios hayan tenido que asumir debido a este fallo.
Una oportunidad para los propietarios
Este acuerdo representa una oportunidad para que los propietarios de las camionetas Chevrolet y GMC afectadas puedan corregir un problema potencialmente peligroso sin incurrir en gastos adicionales. Además, aquellos que ya han sufrido las consecuencias del defecto tienen la posibilidad de recibir una compensación justa por sus inconvenientes.
Este acuerdo pone fin a una larga batalla legal entre General Motors y sus clientes, garantizando que aquellos que han sido afectados por este defecto crítico reciban el apoyo necesario para rectificar el problema.
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