3 consecuencias de manejar tu auto con las balatas desgastadas

Las balatas son parte del sistema de frenos y están compuestas por un material metálico o semi-metálico y un tipo de pasta que permite generar fricción en los discos a la hora de pisar el freno. Las balatas se desgastan porque estás emiten presión en los discos para detener el auto.

Es por este desgaste, el cual varía dependiendo del tipo de balata que el auto use, que es importante revisar las balatas cada que se hace el mantenimiento del auto cada 6,200 millas. Sin embargo, es más recomendable cambiarlas cada que el mecánico lo sugiera, así el sistema de frenos funcionará correctamente todo el tiempo.

Sin embargo, no todas las personas cambian sus balatas aunque ya estén muy desgastadas y deciden seguir usandolas a pesar de que ya estén dañando otros componentes.

Por eso, aquí te decimos tres consecuencias de manejar tu auto con las balatas desgastadas.

1.- Se dañan los discos y calipers

Cuando las pastillas de freno se desgastan más allá de cierto punto, puede correr el riesgo de dañar los rotores de freno. Cuando frenas, las pastillas de freno aprietan el rotor para detener tu auto. Sin embargo, cuando las pastillas están excesivamente desgastadas, el metal expuesto en las pastillas muele contra los rotores cada vez que frena, produciendo un ruido de chirrido y probablemente dañando los rotores.

Además, el calor generado por la fricción de metal contra metal que ocurre cuando las balatas desgastadas aprietan el rotor también puede deformar y agrietar el rotor. Por lo general, los rotores de freno duran más que las pastillas de freno. Sin embargo, no reemplazar las pastillas de freno puede dañar estas piezas, lo que requiere reparaciones más frecuentes.

2.- Tiempo de respuesta lento 

Cuanto más se desgasten tus frenos, más difícil te resultará reducir la velocidad y detener el vehículo. Si crees que tus frenos están desgastados, es esencial prestar atención al tiempo de respuesta. Si conduces con los frenos desgastados que están vidriados, puede sentir que tiene que pisar el pedal del freno con más fuerza para detenerse.

Otros efectos secundarios de conducir con frenos vidriosos incluyen distancias de frenado más largas, deslizamiento de los frenos y que el automóvil se desplace hacia un lado cuando frena. Esto último puede ocurrir cuando las pastillas de freno no se enganchan o desenganchan del rotor como se diseñó, y las pastillas no pueden sujetar ambos lados de manera uniforme, lo que provoca que se deslice o se deslice cuando frena.

3.- Vibraciones al frenar

Cuando tu sistema de frenos está en buen estado de funcionamiento, tu vehículo debe frenar suavemente. Pero cuando las pastillas de freno están excesivamente desgastadas o los rotores de los frenos se dañan, pueden enviar vibraciones por todo el auto. 

Si el auto tiembla o el volante vibra cuando frena y se detiene cuando suelta el pedal del freno, es muy probable que sea hora de revisar los frenos.

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