BMW E30 V8 de 1.000 CV: diseño clásico, potencia extrema
¿Listo para escuchar su rugido? No te pierdas la oportunidad de conocer más sobre este ícono del tuning que está dando de qué hablar en todo el mundo.

BMW E30 M3. Crédito: Forgeline | Cortesía
El mundo de los autos modificados nunca deja de sorprendernos, y esta vez, un BMW E30 transformado por el “tuner” estadounidense Cody Mullenaux se lleva todos los reflectores.
Este clásico de los años 80, conocido por su diseño icónico y su legado en el automovilismo, ha sido elevado a un nivel de potencia descomunal gracias a un motor V8 LS twin-turbo que entrega más de 1.000 caballos de fuerza.
Un clásico con alma de superdeportivo
El BMW E30 es un ícono de la ingeniería alemana, pero en manos de Cody Mullenaux, este vehículo trasciende su época para convertirse en una verdadera bestia sobre ruedas. Originalmente, un sedán compacto, este E30 ha sido completamente transformado para alcanzar niveles de rendimiento comparables a los de un superdeportivo moderno.

La clave de su poder reside en la incorporación de un motor V8 LS, una elección popular entre los tuners por su versatilidad y capacidad para soportar modificaciones extremas.
El sistema twin-turbo eleva la potencia a más de 1.000 CV, lo que permite a este E30 acelerar con una fuerza que desafía las leyes de la física. Pero no solo se trata de potencia bruta: la atención al detalle en la construcción y el diseño asegura que este auto no solo sea rápido, sino también un espectáculo visual y auditivo.
La historia detrás del proyecto
Cody Mullenaux, un apasionado del automovilismo con raíces en Long Beach, California, no es un tuner cualquiera. Su trayectoria comenzó como conductor de camiones, luego fundó su propia empresa de transporte y, finalmente, decidió venderlo todo para perseguir su sueño: construir el BMW E30 definitivo.
Este proyecto es el resultado de años de dedicación, donde cada componente ha sido cuidadosamente seleccionado para maximizar el rendimiento sin sacrificar la esencia del diseño clásico del E30.

El auto, presentado en el Customer Gallery de Forgeline, destaca por sus llantas de aleación de alto rendimiento, diseñadas específicamente para soportar las demandas de un vehículo con esta potencia. Estas llantas no solo aportan un estilo agresivo, sino que también garantizan un agarre excepcional, esencial para domar los 1.000 CV que este E30 desata en cada aceleración.
Un sonido que hipnotiza
Si algo define a este BMW E30 V8, además de su potencia, es su rugido ensordecedor. El motor twin-turbo LS no solo ofrece un rendimiento espectacular, sino que produce un sonido que, según los expertos de Top Gear, es una experiencia que “debes escuchar de inmediato”.
Este E30 no pasa desapercibido: su escape retumba con una sinfonía mecánica que captura la atención de cualquiera que esté cerca. Es, sin duda, un auto que no solo se conduce, sino que se siente.
Ingeniería y diseño al límite
El proceso de transformación de este E30 no fue sencillo. Incorporar un motor V8 en un chasis diseñado originalmente para motores más pequeños requirió un trabajo de ingeniería impecable. Desde refuerzos en el chasis hasta un sistema de suspensión optimizado, cada detalle fue pensado para garantizar que el auto pueda manejar la potencia sin comprometer la estabilidad o la seguridad.

Además, el diseño exterior conserva la esencia del E30, pero con toques modernos que lo hacen destacar. Los neumáticos de alto rendimiento y las llantas Forgeline completan un paquete estético que combina lo mejor del pasado y el presente del automovilismo.
Un referente en la cultura del tuning
Este BMW E30 V8 no es solo un auto, es un testimonio de lo que la pasión y la creatividad pueden lograr en el mundo del tuning. Cody Mullenaux ha creado una máquina que no solo rompe récords de potencia, sino que también inspira a los entusiastas a soñar en grande.

Este proyecto demuestra que, con la visión adecuada, un clásico puede transformarse en un vehículo capaz de competir con los autos más avanzados de la actualidad. Si eres un amante de los autos modificados, este BMW E30 de 1.000 CV es la prueba de que los límites están hechos para romperse.
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