El garaje de las estrellas: famosos que aman los autos vintage
Descubre los autos vintage favoritos de famosos como Jay Leno, Harrison Ford y Kate Moss, desde Jaguars hasta Shelby Cobras, en garajes llenos de historia.

Los autos vintage de Jay Leno: un garaje lleno de historia automotriz. Crédito: Shutterstock
En un mundo donde los superdeportivos de alta tecnología dominan las carreteras, hay algo irresistible en el rugido de un motor antiguo y el diseño atemporal de los autos vintage. Sorprendentemente, muchas celebridades, con fortunas que les permiten acceder a lo último en innovación, prefieren el encanto nostálgico de los clásicos.
Desde muscle cars estadounidenses hasta roadsters europeos elegantes, los garajes de las estrellas están llenos de tesoros rodantes que evocan épocas doradas.
- Jay Leno: el coleccionista incansable de reliquias motorizadas
- Harrison Ford: elegancia británica en las calles de Hollywood
- Patrick Dempsey: de las pistas de carrera a los E-Type icónicos
- Aaron Paul y el sueño americano del Shelby Cobra
- Kate Moss y el encanto retro de los roadsters británicos
- Dwayne Johnson y la potencia del Pontiac GTO
- Más estrellas y sus pasiones vintage
Jay Leno: el coleccionista incansable de reliquias motorizadas
Uno de los nombres más asociados con los autos vintage es el del comediante y presentador Jay Leno, cuyo garaje en California alberga cerca de 300 vehículos, muchos de ellos piezas únicas y raras. Leno no solo colecciona, sino que los usa activamente, como se vio cuando llegó a un evento con su esposa en un 1909 Baker Electric, un auto eléctrico vintage que anticipa la era moderna de la movilidad sostenible. Este modelo, con su diseño simple y silencioso, resalta la visión pionera de la electrificación a principios del siglo XX.

Leno, apasionado por la mecánica, ha restaurado personalmente varios de estos tesoros, demostrando que para él, los clásicos son más que objetos: son extensiones de su personalidad. Su colección incluye desde hot rods hasta limusinas de época, y a menudo los muestra en su programa, inspirando a fanáticos de todo el mundo a apreciar el valor histórico de estos iconos.
Harrison Ford: elegancia británica en las calles de Hollywood
El legendario actor de Star Wars e Indiana Jones, Harrison Ford, no elige vehículos por capricho. Su preferencia por los clásicos se evidencia en su 1955 Jaguar XK 140, un roadster convertible que ha sido visto rodando por las colinas de Brentwood, California, con el techo bajado para disfrutar del viento.

Este Jaguar, con su motor de seis cilindros en línea que entrega unos 190 caballos de fuerza, fue un símbolo de lujo y rendimiento en los años 50, inspirado en las carreras de Le Mans. Ford, conocido por su estilo aventurero, encuentra en este auto una conexión con la era de la posguerra, donde la ingeniería británica brillaba.
Patrick Dempsey: de las pistas de carrera a los E-Type icónicos
El carismático Patrick Dempsey, estrella de Grey’s Anatomy y piloto profesional, equilibra su amor por los Porsche modernos con un gusto por los vintage, como su Jaguar E-Type de los años 60. Este modelo, considerado por Enzo Ferrari como el auto más hermoso jamás diseñado, cuenta con líneas fluidas y un motor de 4.2 litros que alcanza velocidades impresionantes.

Dempsey, quien ha competido en las 24 Horas de Le Mans, usa este clásico para paseos relajados, apreciando su manejo preciso y su herencia en el mundo de las carreras. Su colección refleja una filosofía de diversidad automovilística, donde los autos vintage no compiten con los nuevos, sino que los complementan, ofreciendo una experiencia sensorial única que no se encuentra en los modelos actuales.
Aaron Paul y el sueño americano del Shelby Cobra
El talentoso actor de Breaking Bad, Aaron Paul, ha cumplido un sueño de infancia al poseer un 1965 Shelby Cobra, un muscle car legendario con un motor V8 que genera más de 300 caballos de fuerza y un diseño minimalista que prioriza la velocidad pura. Este vehículo, creado por Carroll Shelby, revolucionó el automovilismo estadounidense al fusionar potencia con agilidad.

Paul también adquirió un 1968 Ford Grand Torino durante el rodaje de Need for Speed, incorporándolo a su garaje como un trofeo personal. Para él, estos autos representan la esencia del “sueño americano”: innovación audaz y rendimiento sin concesiones. Rodar en ellos le permite desconectar del caos de la fama, recordando que la pasión por los motores trasciende las pantallas.
Kate Moss y el encanto retro de los roadsters británicos
La supermodelo británica Kate Moss, ícono de la moda desde los 90, opta por vehículos que reflejan su estilo effortless chic. Su MG Midget Mk II, un roadster compacto de los 60 con motor de 1.1 litros, es perfecto para paseos por el campo inglés, evocando la era de los Beatles y la Swinging London.

Además, cuenta con un 1971 Mercedes-Benz 280 SE, un sedán de lujo con líneas elegantes y confort superior, ideal para viajes largos. Moss, discreta sobre su vida privada, usa estos clásicos para mantener un perfil bajo, pero su elección subraya cómo los autos vintage pueden ser accesibles y divertidos, sin sacrificar el glamour.
Dwayne Johnson y la potencia del Pontiac GTO
El imponente Dwayne “The Rock” Johnson, de la lucha libre al cine de acción, posa con orgullo junto a su 1968 Pontiac GTO, un muscle car emblemático con un motor V8 de 400 pulgadas cúbicas que entrega 360 caballos de fuerza.

Este modelo, parte de la “era dorada” de los pony cars, fue diseñado para la velocidad y el espectáculo, y Johnson lo usa para eventos y filmaciones, donde su presencia imponente combina perfectamente con el auto. Su garaje incluye otros clásicos, pero el GTO destaca por su rol en la cultura pop, apareciendo en películas y simbolizando fuerza bruta.
Más estrellas y sus pasiones vintage
Otras celebridades no se quedan atrás. Bruce Willis recorre Malibu en un 1967 Chevrolet Corvette, un stingray convertible que captura la esencia del rock ‘n’ roll de los 60. Sophia Loren, la diva italiana, elige un 1953 Cadillac Fleetwood, un sedán de lujo que evoca el glamour de Hollywood clásico. Nick Mason, baterista de Pink Floyd, compite en carreras con un Bugatti Type 35, un superdeportivo de los 20 que ha ganado Le Mans.

Beyoncé recibió un 1959 Rolls-Royce Silver Cloud como regalo, un convertible de opulencia británica. Nicolas Cage posee un 1971 Lamborghini Miura SVJ, una rareza valorada en millones, mientras Ben Affleck modifica su 1966 Chevelle SS 396 para mayor potencia. Tim Allen, de Home Improvement, acumula joyas como un 1968 Chevrolet Camaro, y James Hetfield de Metallica customiza hot rods como un 1936 Auburn Roadster.
Estos ejemplos muestran que los autos vintage no son reliquias polvorientas, sino símbolos vivos de estilo y herencia. Para las estrellas, poseerlos es una forma de conectar con el pasado mientras crean su propio legado en las carreteras.
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