Chevrolet Silverado: fallas comunes en la transmisión
La Chevrolet Silverado es una camioneta conocida por su robustez y confiabilidad. Sin embargo, como cualquier vehículo, no está exenta de problemas, especialmente en la transmisión
La Chevrolet Silverado es una leyenda del asfalto. Robusta, confiable y con un rugido que impone respeto, esta camioneta ha conquistado corazones y carreteras por décadas. Pero, como toda diva, tiene sus secretos… y algunos no tan agradables: las fallas en la transmisión.
Las primeras generaciones de Chevrolet Silverado (1999-2006) parecen ser las más afectadas por estos “demonios mecánicos”. El cuerpo de válvulas, caprichoso como un actor de Broadway, puede fallar y provocar cambios bruscos, negarse a avanzar o dejarte varado en el peor momento.
El convertidor de torque, no menos dramático, genera vibraciones, zumbidos y hasta pérdida de potencia, transformando tu viaje en una experiencia digna de una película de terror. Y, para completar el elenco, los solenoides, desgastados por el tiempo, pueden afectar la calidad de los cambios, regalándote incómodos tirones o golpes.
Las nuevas generaciones: ¿libres de culpa?
Las Silverado de 2007 a 2013 parecen haber aprendido del pasado, aunque no del todo. El módulo de control de la transmisión (TCM), cual diva caprichosa, puede fallar y generar cambios erráticos o negarse a arrancar, dejando tu aventura en suspenso.
Las fugas de aceite, sigilosas como ninjas, suelen robar la lubricación y afectan el rendimiento de la transmisión. Y el eje de salida, con su afán de protagonismo, ha ocasionado vibraciones y ruidos que han hecho sentir a más de un conductor en concierto de heavy metal.
Y las Silverado de 2014 a 2018, las más jóvenes de la familia, no se libran de las “travesuras”. El sensor de velocidad de salida puede fallar y afectar el velocímetro o el control de crucero, arruinando tu viaje por carretera.
Esos modelos más jóvenes tienen la cadena de distribución, como un villano enmascarado, que puede generar ruidos metálicos hasta dañar el motor. Y el embrague de la bomba de aceite puede provocar, en ocasiones, problemas de lubricación y daños internos a la transmisión.
Las “travesuras” del Chevrolet Silverado se pueden contrarrestar
Pero no te asustes, si los Silverado son tu pasión. Aunque estas “travesuras” son reales, la detección temprana y el mantenimiento adecuado son la clave para evitarlas.
Cambia el aceite y el filtro de la transmisión de forma regular, no sobrecargues la camioneta, conduce con responsabilidad y estate atento a cualquier síntoma: ruidos, vibraciones o cambios bruscos. Si detectas algo, lleva tu Silverado a un taller especializado.
Recuerda: la Silverado es una gran camioneta, pero como toda lo que valoramos en la vida, necesita atención. Con los cuidados necesarios, podrás disfrutar de ella por muchos años y convertirte en el héroe de la carretera.
Los Chevrolet Silverado más afectados
De acuerdo con datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), entre 2020 y 2023 se reportaron 12.456 accidentes en Estados Unidos relacionados con fallas en la transmisión de la Chevrolet Silverado. De estos, 5.387 resultaron en lesiones y 274 en fatalidades. Un panorama que, sin duda, invita a la reflexión.
Las generaciones 2007-2013 de la Silverado parecen ser las más propensas a sufrir estos “demonios mecánicos”. El módulo de control de la transmisión (TCM), el eje de salida y la cadena de distribución se coronan como los principales villanos en esta historia, responsables de un alto porcentaje de los accidentes.
Si eres un orgulloso conductor de una Silverado, no te alarmes. La clave para evitar convertirte en una víctima de las “travesuras” de la transmisión está en más que solo tomar nota de este artículo, aplica las sugerencias que te proporcionamos:
Cambia el aceite y el filtro de la transmisión de forma religiosa y no conviertas tu Silverado en una mula de carga. Respeta la capacidad de carga y remolque indicada por el fabricante. Olvídate de las arrancadas bruscas y los cambios de marcha repentinos y estate alerta a cualquier ruido extraño, vibraciones o cambios bruscos en la marcha.
Te puede interesar: