Apollo Evo: el hiperauto que solo 10 podrán domar en pista
Descubre el Apollo Evo, un hiperauto de pista limitado a 10 unidades con 800 hp y un V12 de 6.3L, diseñado para dominar circuitos con exclusividad única.
Apollo EVO. Crédito: Apollo | Cortesía
En mundo de los hiperautos, donde la innovación y la velocidad definen el legado de las marcas, surge una máquina que promete revivir el espíritu audaz de sus antecesores. El Apollo Evo no es solo un vehículo; es un tributo a la historia de la ingeniería automovilística extrema, diseñado exclusivamente para conquistar circuitos con una ferocidad que pocos podrán experimentar. Limitado a solo 10 unidades, este hiperauto de pista se posiciona como una joya rara en un mercado saturado de bestias de alto rendimiento.
El renacimiento de una leyenda automovilística
La historia del Apollo Evo se remonta a los orígenes de Gumpert, una marca que en su momento desafió a gigantes como Koenigsegg y Pagani con su icónico Apollo. Lanzado en la década de 2000, aquel modelo estableció récords y capturó la imaginación de los entusiastas, pero la quiebra en 2013 lo relegó al olvido. Sin embargo, la sucesora Apollo Automobil resurgió con el peculiar Intensa Emozione a finales de la década de 2010, un hiperauto enfocado en la carretera que sorprendió por su diseño radical.
Ahora, para celebrar el 20 aniversario de Gumpert, Apollo presenta el Evo como su evolución natural. Aunque se anuncia como sucesor del Intensa Emozione, su orientación puramente hacia la pista lo diferencia drásticamente.
No se trata de un auto para paseos dominicales; es una bestia optimizada para el asfalto de los circuitos, donde cada curva y recta se convierten en un desafío épico. Esta transición refleja cómo las marcas evolucionan para adaptarse a un público que busca experiencias puras y sin compromisos.
Potencia y ligereza: el corazón del Apollo Evo
Bajo su agresiva carrocería, el Apollo Evo esconde un monocasco central de estilo racing que pesa apenas 164 kilogramos, contribuyendo a un peso total de 1.300 kilogramos. Esta ligereza es clave para su desempeño explosivo: acelera de 0 a 100 km/h en solo 2,7 segundos, una cifra que deja sin aliento incluso a los conductores más experimentados.
El propulsor es un imponente V12 de 6,3 litros que genera 800 caballos de fuerza, permitiendo alcanzar una velocidad máxima reclamada de 335 km/h. Lo impresionante es que estas prestaciones se logran con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2, diseñados para un uso mixto, en lugar de slicks puros de competición. Esto no solo facilita su manejo en pistas variadas, sino que también subraya la versatilidad del Evo, capaz de entregar adrenalina sin sacrificar adherencia en condiciones reales.
Apollo ha enfocado su ingeniería en maximizar la eficiencia aerodinámica y estructural, inspirándose en tecnologías de motorsport para crear un vehículo que se siente como una extensión del piloto. Cada componente, desde el chasis hasta el sistema de frenos, está calibrado para ofrecer precisión quirúrgica en curvas de alta velocidad.
Enfrentando a los titanes del track day
El panorama de los hiperautos ha cambiado radicalmente desde los días del Gumpert Apollo. Hoy, el segmento de vehículos exclusivos para pista es un nicho próspero, dominado por ofertas de marcas legendarias. Aston Martin, Bugatti y Ferrari proponen máquinas inspiradas en Le Mans, con especificaciones que superan en algunos aspectos al Evo, como mayores potencias o vínculos directos con programas de carreras profesionales.
Por ejemplo, modelos como el Valkyrie de Aston o el Bolide de Bugatti presumen de aceleraciones sub-2 segundos y velocidades tope que rozan los 400 km/h, respaldados por herencias en el automovilismo de élite. Ferrari, con sus XX Programmes, ofrece experiencias similares, fusionando tecnología de Fórmula 1 con lujo italiano. Sin embargo, donde estos colosos fallan es en la exclusividad absoluta.
El Apollo Evo se distingue precisamente por su rareza: solo 10 afortunados podrán poseer uno, convirtiéndolo en un objeto de deseo coleccionable en un mundo donde la producción limitada eleva el estatus a niveles estratosféricos.
Esta limitación no es solo un truco de marketing; es una declaración de intenciones. Apollo apuesta por la calidad sobre la cantidad, asegurando que cada Evo sea una obra maestra personalizada, lejos de las líneas de ensamblaje masivas.
¿Por qué el Apollo Evo es el sueño de todo petrolhead?
Más allá de las cifras frías, el Apollo Evo representa el espíritu indomable de los hiperautos independientes. En una era donde la electrificación y la sostenibilidad dominan las conversaciones, este V12 rugiente es un recordatorio de la pasión pura por la combustión interna. Para los coleccionistas y pilotos aficionados, poseer uno significa unirse a un club ultraexclusivo, donde cada salida a pista es una celebración de la ingeniería humana.
Aunque su precio no se ha revelado públicamente, se espera que supere los millones de euros, alineándose con rivales de élite. Apollo no solo vende un auto; vende una experiencia transformadora, ideal para track days en circuitos como Nürburgring o Spa-Francorchamps.
El Apollo Evo no busca ser el más rápido o el más potente; aspira a ser inolvidable. Con su herencia histórica, desempeño brutal y exclusividad sin par, este hiperauto de pista redefine lo que significa “domar” la velocidad.
Te puede interesar:
