Cómo mantener en óptimas condiciones los cinturones de seguridad de un automóvil
La falta de limpieza puede comenzar a dañar el funcionamiento óptimo de un elemento clave para la seguridad de un conductor y quienes lo acompañan en un vehículo
Cuando un cinturón de seguridad ya no genera tensión pone en riesgo la integridad de quienes van a bordo de un automóvil. Crédito: Joe Raedle | Getty Images
Resulta poco común que los conductores le brinden la importancia debida a la revisión periódica de un accesorio que puede salvarles la vida, como es el cinturón de seguridad, el cual viene incluido en todos los vehículos sin importar de la versión adquirida. No obstante, dicho dispositivo de seguridad requiere de revisión y mantenimiento periódico.
Descartar el uso del cinturón de seguridad o utilizar uno en malas condiciones, duplica la posibilidad de que un conductor pierda la vida en caso de involucrarse en un accidente automovilístico. De ahí la importancia de tratar de mantenerlo en óptimas condiciones, lo cual en primera instancia se logra a partir de una revisión periódica.
Resulta prioritario verificar la condición en que se encuentran el carrete por el cual se desliza el cinturón, pues es un elemento fundamental para garantizar que la banda quede ajustada al cuerpo.
Si el cinturón de seguridad está holgado, el deterioro puede encontrarse en el carrete y ello impedirá que se ejerza la fuerza suficiente para enrollarlo.
De ser así, quizá sólo sea necesario limpiar el interior del carrete para eliminar el polvo y la suciedad. Otra posibilidad es que se deban sustituir los resortes del carrete por unos nuevos.
Asimismo, el estado de los anclajes y los otros componentes metálicos de los cinturones de seguridad es clave para su funcionamiento correcto. La presencia de óxido puede comprometer su desempeño y entonces quizá lo más adecuado sea reemplazarlos.
Para evitar que el polvo se introduzca en el carrete al momento de deslizar el cinturón para ajustarlo, es necesario limpiarlo frecuentemente con agua, jabón neutro y un trapo húmedo.
Un dato que no se debe pasar por alto es que, en caso de reemplazar algún cinturón de seguridad, debe ser por otro que provenga de un distribuidor autorizado, pues, aunque parezca más costoso, su desempeño está garantizado en virtud de que su fabricación se rige mediante estándares internacionales de seguridad comprobados en pruebas de laboratorio. Adquirir un producto sin dicho respaldo puede significar la diferencia entre salir ileso de un percance o hasta perder la vida.
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