Cuántas horas seguidas se puede conducir con seguridad
Hacer un viaje de un tirón no es recomendable y puede ser peligroso. Aquí, cuántas horas seguidas se puede conducir y cómo prevenir la fatiga del conductor.
Es probable que alguna vez te has preguntado cuántas horas seguidas se puede conducir con seguridad. Surge, sobre todo, cuando tenemos que hacer un viaje largo y queremos evaluar hacerlo de un tirón. La respuesta es clara: manejar más de dos horas sin parar es peligroso para ti y para los demás.
Por eso hay que tener cuidado con la pregunta cuántas horas seguidas se puede conducir. Es importante tener en cuenta que es una actividad que exige concentración y que nos cansa física y mentalmente por muchas razones.
Por mantener una misma postura durante mucho tiempo si viajamos por autovía, por la monotonía del recorrido, por el agotamiento mental y la disminución de los reflejos. Por muchos motivos, conducir sin dormir lo suficiente o sin hacer pausas es tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol.
La fatiga afecta a la capacidad para conducir a través de seis factores:
- La visión.
- El comportamiento.
- Los movimientos.
- La audición.
- Las sensaciones corporales.
- La toma de decisiones.
Todo esto se ve afectado de una forma negativa, pudiendo aumentar los accidentes. Tanto, que se calcula que, al menos en España, entre el 20% y el 30% de los accidentes se producen a causa de la fatiga.
¿Cada cuánto hago una parada en coche?
La recomendación de los expertos en seguridad vial es realizar descansos de una media hora cada dos horas de conducción, o cada 200 kilómetros. Lo que suceda primero. Extender más los períodos de conducción nos lleva a acumular cansancio y fatiga que se traducen en un aumento del riesgo de sufrir un incidente en la carretera.
Es clave entender que la conducción por carretera es más dinámica, y en la ciudad se puede resumir como una suerte de “stop and go”: nos detenemos y arrancamos con mucha frecuencia.
Aunque una persona joven, sana y en plenas facultades pueda aguantar largos períodos de concentración extrema, como sucede a los pilotos y deportistas de élite, la conducción en la vía pública tiene mucho de responsabilidad con los demás. Un conductor agotado puede desencadenar un incidente múltiple que, normalmente, conlleva pérdidas materiales y humanas.
Consecuencias de conducir demasiadas horas
Las consecuencias de conducir demasiado tiempo son graves. Uno de los mayores riesgos es la somnolencia, que es muy peligrosa en la carretera porque hace que perdamos atención, foco, reflejos y que juzguemos mal las situaciones que nos encontramos.
Puede dar lugar a microsueños, en los que el conductor, literalmente, se duerme durante unos segundos en los que el vehículo circula sin guía.
Por tanto, preguntarse cuántas horas se puede conducir no tiene mucho sentido, y sí lo tiene el preguntarse “cada cuánto hago una parada”. De hecho, uno puede (y debe) parar siempre que se sienta cansado, poco atento, cuando note estrés o, si viaja con niños pequeños, cuando estos empiecen a cansarse.
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Cómo prevenir la fatiga al conducir
- Antes de viajar, necesitas descansar, es necesario dormir al menos 7 u 8 horas antes de emprender la marcha. Conducir con sueño implica que disminuirá nuestra capacidad de atención, y que nuestras capacidades motoras se verán reducidas.
- Escoge bien la hora de salida. No es recomendable salir tras una comida copiosa, y tampoco tras terminar la jornada laboral. Estadísticamente, las peores horas son entre las tres y las cinco de la madrugada y entre las dos y las cuatro de la tarde.
- Es importante ventilar bien el habitáculo antes del viaje y hacerlo también en cada parada. Además, mantener una temperatura de entre 20 y 23 grados ayudará a que el confort sea excelente y minimizará el riesgo de somnolencia.
- Durante el viaje, descansa cada dos horas, 200 kilómetros o simplemente cuando te sientas fatigado.
- Por supuesto, cero alcohol antes y durante el viaje.
- Consulta si los medicamentos que tomas son compatibles con la conducción. Algunos de ellos no lo son y provocan somnolencia, como los antihistamínicos y los antidepresivos.
- Evita fumar dentro del coche, por tu salud y la de los pasajeros, porque te distraerás menos y porque el humo del tabaco produce somnolencia, además de reducir, en ocasiones, la visibilidad.
- Si padeces algún trastorno respiratorio, o insomnio crónico, consulta a tu médico.
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