La diferencia entre la conducción remota y los vehículos autónomos

Los fabricantes de automóviles predicen que el futuro de la conducción será sin intervención humana. Los vehículos autónomos podrían convertirse en la norma en varios años, pero el camino desde donde estamos ahora hasta los vehículos autónomos parece largo. En lugar de depender de tecnología de conducción autónoma que podría fallar con un simple fallo del sistema, una alternativa a la conducción autónoma podría ser la conducción remota.

Sin embargo, incluso si la conducción remota no es una alternativa, fácilmente podría ser un trampolín hacia el futuro de los vehículos autónomos. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre la conducción remota y los vehículos autónomos? Vamos a explorarlo a continuación.

¿Cómo funcionan los coches autónomos?

Los automóviles autónomos utilizan una combinación de sensores, cámaras y sistemas de datos para comprender los recorridos de la carretera, identificar las necesidades del tráfico y reaccionar ante situaciones cambiantes en la carretera. Actualmente, existen muy pocos coches autónomos en las vías públicas, pero algunas empresas, incluida Google Waymo, los están probando en las grandes ciudades.

Muchos sistemas de seguridad se han desarrollado a partir de investigaciones autónomas.

La investigación sobre el futuro de los vehículos autónomos trae al mercado nuevas funciones de seguridad avanzadas. Podemos agradecer a esta investigación por agregar lo siguiente a nuestros vehículos modernos:

• Dirección manos libres
• Control de crucero adaptativo
• Dirección centrada en el carril

Tanto el BlueCruise de Ford como el Super Cruise de GM son el resultado de esta misma investigación, proporcionando menos estrés a los conductores al volante debido a los datos cartográficos de estos sistemas.

¿Cuáles son los 5 niveles diferentes de conducción autónoma?

Nivel 1: el sistema avanzado de asistencia al conductor (ADAS) ayuda al conductor a girar, frenar y acelerar. El ADAS incluye funciones como un asiento vibratorio, cámara de visión trasera y alertas para advertir a los conductores sobre posibles problemas.

Nivel 2: un ADAS puede girar, frenar o acelerar cuando sea necesario.

Nivel 3: el ADAS puede realizar todas las tareas de conducción bajo algunas condiciones. El estacionamiento sin asistencia y GM Super Cruise son dos ejemplos de autonomía de nivel 3.

Nivel 4: un ADAS no requiere que el conductor humano interactúe o preste atención. El sistema puede realizar todas las condiciones de conducción bajo determinadas circunstancias.

Nivel 5 – Autonomía total: no se requiere ningún conductor y no se espera que asuma ningún control.

¿Qué es la conducción remota?

La conducción remota implica operar un vehículo desde una ubicación remota. En lugar de depender de los sistemas informáticos de un vehículo para gestionarlo, un operador remoto puede navegar por calles y carreteras para llevar los vehículos de un lugar a otro.

El manejo remoto de vehículos ya se aplica en muchas industrias. Los operadores de drones y grúas suelen operar estos vehículos de forma remota. El cambio más significativo sería la ausencia de un conductor humano al volante de un coche. Desafortunadamente, esta conducción todavía requiere operación humana, pero desde una ubicación remota.

Este podría ser un trampolín hacia la tecnología de conducción autónoma. Sin embargo, también podría utilizarse para engañar a los consumidores, ya que algunos coches conducidos a distancia se presentan como vehículos totalmente autónomos. Combinar la conducción remota y autónoma podría ser el siguiente paso.

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