La extraña costumbre en gasolineras de EE.UU. que molesta a muchos
Aunque pueda resultar frustrante, dejar el auto en el surtidor después de repostar parece ser una peculiaridad más de la cultura automovilística estadounidense.
Estados Unidos es un país con una cultura automovilística muy arraigada. Sus amplias carreteras, ciudades diseñadas para el uso del automóvil y estaciones de servicio con todo tipo de comodidades hacen que la experiencia de conducir sea distinta a la de otros países.
Sin embargo, hay una costumbre en las gasolineras estadounidenses que ha causado sorpresa e incluso molestia entre los migrantes y turistas que visitan el país: la tendencia de los conductores a dejar sus autos estacionados junto a los surtidores.
Un mal hábito común en EE.UU.
En muchos países, es normal que una vez que se ha repostado combustible, el conductor mueva su vehículo a un espacio de estacionamiento antes de entrar a la tienda de la gasolinera. Esto permite que otros conductores puedan acceder a los surtidores sin demoras innecesarias. Sin embargo, en Estados Unidos, es usual ver a personas que, tras llenar su tanque, dejan el auto en la bomba mientras entran a comprar un café, un refrigerio o incluso hacer una pausa en el baño.
Para quienes están acostumbrados a un sistema más ordenado y eficiente, esta actitud resulta frustrante, ya que puede generar filas innecesarias y retrasos en las estaciones de servicio más concurridas.
Por qué ocurre esto
La razón detrás de esta costumbre parece estar relacionada con la propia infraestructura de las gasolineras estadounidenses. Muchas de ellas no cuentan con una zona de aparcamiento claramente diferenciada de las bombas de combustible, lo que hace que los conductores opten por dejar su auto en el surtidor mientras realizan otras actividades.
Además, la cultura del “drive-thru” y la conveniencia en EE.UU. han llevado a que las gasolineras no solo sean un punto de repostaje, sino también una especie de mini-centro comercial donde las personas hacen compras rápidas sin bajarse del auto o sin pensar en el tiempo que pueden estar ocupando un espacio necesario para otros.
Otro factor que contribuye a esta situación es el sistema de pago. En algunos países, como en gran parte de Europa y Latinoamérica, los clientes suelen pagar primero en la caja o directamente al dependiente, lo que les obliga a moverse del surtidor una vez que terminan. En EE.UU., en cambio, el pago se realiza usualmente con tarjeta directamente en la bomba, lo que permite que el conductor simplemente termine su compra y se distraiga con otras tareas sin moverse de su lugar.
Consecuencias de dejar el auto mal estacionado
Aunque esta práctica puede parecer inofensiva, en estaciones de servicio con alto flujo de automóviles puede generar problemas. Las filas de autos esperando un espacio pueden causar embotellamientos innecesarios y generar tensión entre los conductores. Algunos incluso se ven obligados a buscar otra gasolinera por la molestia que esto representa.
Las redes sociales están llenas de quejas y debates sobre este tema. Muchos migrantes que llegan a Estados Unidos consideran que se trata de una falta de consideración y una pérdida de tiempo para quienes están apurados. Otros defienden la costumbre, argumentando que las gasolineras están diseñadas para permitir estas pausas y que no hay ninguna norma que prohíba dejar el auto en la bomba mientras se realizan otras compras.
Un cambio poco probable
A pesar de las molestias que pueda causar, parece poco probable que esta práctica desaparezca pronto. La cultura de la conveniencia en EE.UU. sigue siendo fuerte, y la estructura de las gasolineras favorece este tipo de comportamiento.
No obstante, algunos conductores han comenzado a generar conciencia sobre la importancia de moverse una vez que han terminado de repostar. En algunos foros y redes sociales, se han promovido campañas informales para fomentar la etiqueta en las estaciones de servicio, animando a los automovilistas a ser más considerados con los demás.
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