Ford cancela SUV eléctrico de tres filas y retrasa pickup
Ford cambia su estrategia de EV, cancelando un SUV eléctrico de tres filas y retrasando su pickup eléctrica hasta 2027, priorizando la rentabilidad.
Ford ha decidido modificar su estrategia de vehículos eléctricos (EV), cancelando los planes para un SUV de tres filas totalmente eléctrico y retrasando el lanzamiento de una camioneta EV de tamaño completo hasta 2027. En lugar de estos modelos, la automotriz se enfocará en lanzar una nueva furgoneta comercial eléctrica en 2026 y un pickup mediano más asequible.
Esta decisión responde a las preocupaciones sobre la rentabilidad de los EV, ya que Ford ha registrado pérdidas en su división eléctrica. Además, Ford planea iniciar la producción de baterías más asequibles en 2026 para reducir costos y aumentar su competitividad.
Estrategia de Ford: ajustes en la carrera eléctrica
Ford ha tomado un giro inesperado en su carrera por los vehículos eléctricos. La compañía ha decidido priorizar la rentabilidad, ajustando sus lanzamientos para evitar pérdidas, algo que se ha convertido en una tendencia clave entre los fabricantes de automóviles. El panorama de los vehículos eléctricos no ha sido tan favorable como se había pronosticado, y esto ha obligado a Ford y a otras marcas a repensar sus estrategias.
De lo ambicioso a lo rentable
La cancelación del SUV de tres filas totalmente eléctrico refleja un movimiento estratégico por parte de Ford. Aunque inicialmente se pensó que este modelo sería una pieza clave en su línea de EV, la realidad mostró que no sería rentable en su primer año. En lugar de seguir adelante, Ford optó por un enfoque híbrido, ofreciendo más opciones de electrificación sin perder de vista las necesidades de sus clientes, quienes buscan vehículos para viajes largos.
Retrasos y decisiones costosas
El retraso de la camioneta eléctrica de tamaño completo también es significativo. Originalmente planeada para lanzarse en los próximos años, Ford ha pospuesto su lanzamiento hasta 2027, lo que implica un retraso de aproximadamente 18 meses.
Estas decisiones, aunque necesarias, no están exentas de costos: Ford asumirá una carga especial de aproximadamente 400 millones de dólares en activos de manufactura específicos, además de posibles gastos adicionales que podrían llegar a 1.5 mil millones de dólares.
Cambios en la producción y el futuro de las baterías
Ford también está moviendo la producción de baterías de algunos de sus modelos, como el Mustang Mach-E, de Polonia a Michigan, lo que ayudará a cumplir con los requisitos del Acta de Reducción de la Inflación de EE.UU. y permitirá que los clientes accedan a créditos fiscales.
Además, Ford está desarrollando una nueva plataforma para sus futuros EV, comenzando con un pickup mediano asequible que promete utilizar baterías de fosfato de hierro y litio, una alternativa más económica que las baterías actuales.
Impacto en la industria
Este ajuste en la estrategia de Ford es un reflejo de las dificultades que enfrentan los fabricantes de automóviles en su transición hacia la electrificación. El mercado de los vehículos eléctricos no ha crecido al ritmo esperado, y las automotrices, incluidas General Motors y Ford, están sintiendo la presión para lanzar productos rentables mientras enfrentan problemas como la infraestructura de carga y los altos costos de producción.
Ford ha decidido adaptar su enfoque hacia un camino más seguro y rentable, con la mira puesta en satisfacer las demandas del mercado actual mientras sigue siendo competitiva en la carrera por la electrificación. Con cambios en su producción de baterías, lanzamientos escalonados y una mirada más crítica hacia los costos, la compañía busca mantenerse a la vanguardia de la innovación sin comprometer su estabilidad financiera.
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