Qué debes saber para aprobar el examen de manejo del DMV
Una vez apruebas el examen teórico de conocimientos de tránsito ante el DMV, la prueba práctica de manejo será el próximo y último paso en el camino por obtener tu licencia de conducir
Si ya aprobaste el examen escrito ante el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV), solo debes superar algo más para obtener tu licencia de conducir: la prueba práctica de manejo. Ya no se tratará de demostrar tus conocimientos, sino de aplicarlos a todas tus habilidades frente al volante para garantizar que puedes tener control absoluto de un vehículo frente las distintas situaciones que pueden presentarse en una carretera.
Qué debes saber para aprobar el examen de manejo del DMV
Si te has estado preparando para ese momento, lo más importante es saber que todo ese entrenamiento anticipado valdrá la pena. Durante la prueba, cada maniobra que realices puede verse muy afectada por la presión que podrían ejercer los nervios sobre tus reflejos, una constante en la mayoría de los nuevos conductores que se enfrentan a este requisito final que impone el DMV de cada estado. Estar seguro de lo que estás haciendo servirá de mucho.
Si aún no has entrenado, lo más recomendable es que inicies cuanto antes, primero buscando un lugar con poco tráfico y mucho espacio para ganar toda la confianza que necesitas. Lo ideal para este primer acercamiento al volante será contar con la compañía de un conductor experimentado que pueda observar tus avances, hacer crítica de ellos y darte los mejores consejos basados en su experiencia.
Si no puedes contar con ese tipo de compañía, invertir en una escuela de conductores será la mejor decisión que puedas tomar. Allí no solo aprenderás de la observación, también lo harás de las situaciones que recree tu instructor y que serán muy parecidas a las que enfrentarás el día de tu prueba.
Otro recurso que muy útil es simular la prueba práctica de manejo cuantas veces sea posible. En su sitio oficial, el DMV da una idea de las situaciones comunes a las que te enfrentarás durante el examen para que puedas basar todo tu entrenamiento en ellas:
1. Aparcamiento:
.- Usar lugares de estacionamiento.
.- Girar en dos y tres puntos.
.- Aparcar paralelamente.
2. Parada:
.- Comprobar el tráfico que se aproxima.
.- Mantener la distancia próxima al paso de peatones (línea de parada).
.- Parar completamente en señales de alto.
.- Conocer cómo usar el freno de emergencia.
3. Dar vueltas:
.- Frenar gradualmente antes de girar.
.- Ceder la derecha en las intersecciones.
4. Cambios de carril:
.- Usar las señales adecuadas.
.- Comprobar espejos.
.- Comprobar punto ciego.
.- Mantener velocidad.
.- Acelerar al entrar en autopistas.
5. Técnicas de conducción defensiva:
.- Mantener una distancia segura.
.- Usar espejos antes de frenar.
.- Comprobación de luces y señales de seguridad.
.- Reaccionar ante posibles peligros.
Mientras más confianza ganes y mientras más practiques, más cerca estarás de obtener tu licencia. La confianza y el entrenamiento previo son una fórmula exitosa para este tipo de prueba. El DMV considera que ese sentimiento de seguridad en ti mismo, desarrollado a partir de la práctica constante, será suficiente para que apliques todos tus conocimientos durante el examen de manejo con completa naturalidad, sin sobresaltos, movimientos torpes o errores.
Además de contar con tu confianza y controlar los nervios, es importante que el día del examen mantengas toda tu atención y concentración en una sola cosa: conducir. Los errores no van a faltar, pero no puedes dejar que eso te aleje del objetivo principal, ni siquiera los comentarios del examinador, cuyo fin principal es ayudarte. Si no logras superar esta prueba, recuerda que fallar es común, muchos nuevos conductores no aprueban en su primer intento. En la mayoría de los estados podrás contar con otras oportunidades para prepararte y hacerlo mejor la próxima vez.
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