Razones por las que no debes conducir con llantas muy desgastadas
Si deseas evitar el riesgo de conducir con neumáticos desgastados, se recomienda que inspecciones tus llantas y conduzcas con cuidado para que no se desgasten tan rápido. Tus llantas pueden dañarse considerablemente si no les das el mantenimiento adecuado
Las llantas en buen estado son muy importantes en cualquier auto y debemos de estar siempre al pendiente de su desgaste. Es vital para tu seguridad que los neumáticos se reemplacen una vez que estén desgastados.
Si bien puede no parecer un gran problema, conducir con llantas desgastadas en realidad puede ser bastante peligroso, especialmente en condiciones climáticas adversas.
Aquí hemos reunido algunas de las razones por las que no deberías conducir con llantas muy desgastadas.
1.- Fricción excesiva
La fricción crea calor, y demasiado calor puede causar que tus neumáticos se ponchen, especialmente cuando un vehículo conduce a rápidas velocidades, ya que el material que resiste el calor en los neumáticos se desgastan con el tiempo y el uso.
2.- Envejecimiento
El hecho de que sus llantas todavía tengan banda de rodadura no significa que sean seguras de usar. Incluso si la banda de rodadura se ve bien, los compuestos de caucho de un neumático aún pueden deteriorarse con el tiempo, incluso si tu auto no se usa.
Incluso si no ha conducido un vehículo en un año, las llantas habrán envejecido durante este período, lo que podría convertirse en un peligro para la seguridad.
3.- Dificulta el poder conducir bajo condiciones de lluvia o nieve
Los neumáticos lisos se resbalan en suelos fríos o con hielo y esto causa que los conductores pierdan el control e incluso se resbalen. Es por eso que existen llantas especiales para conducir en nieve.
4.-Presión de aire
Ya que la llanta ha perdido gran parte de la goma, la resistencia de los neumáticos ante los golpes es poca y esto causa que las llantas pierdan aire más rápido de lo común.
5.- Alto riesgo de reventones
Este pudiera ser el problema más grave de todos, pues al perder gran parte de su goma, los neumáticos también quedan expuestos a explotar a causa de un repentino golpe, bache o demasiada fricción. También, los objetos filosos o puntiagudos pueden penetrar fácilmente sus superficies.
6.- Hidroplaneo
Los neumáticos gastados han perdido goma y por lo tanto ya no tienen el mismo agarre en el suelo como antes. Esto puede causar problemas durante los días lluviosos o durante la nieve, pues la falta de agarre en tus llantas puede causar que pierdas el control e hidroplanees sin poder retomar el control del vehículo.
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