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5 pick-ups que jamás llegarán a EEUU gracias al “Chicken Tax”

El Chicken Tax ha permitido que los fabricantes estadounidenses dominen completamente el mercado de pick-ups durante décadas.

Dos Toyota Hilux 2025 sobre fondo rocoso. Una en color gris y otra en color vino

Toyota Hilux Family 2025. Crédito: Toyota | Cortesía

En el mundo automovilístico, hay barreras invisibles que impiden que algunos vehículos crucen fronteras. Una de ellas es el famoso “Chicken Tax”, un impuesto que ha moldeado el mercado de pick-ups en Estados Unidos durante décadas. 

Exploramos cinco pick-ups globales que quedan fuera de juego gracias a esta peculiar tarifa, y cómo esto afecta a los entusiastas de los autos. Si eres fanático de las camionetas, sigue leyendo para descubrir estas joyas prohibidas.

¿Qué es el “Chicken Tax” y cómo surgió esta barrera comercial?

El “Chicken Tax” no es un chiste: se trata de un arancel del 25% sobre vehículos comerciales ligeros importados a EEUU. Su origen se remonta a la década de 1960, cuando una guerra comercial entre Estados Unidos y Europa escaló por exportaciones de pollo americano a precios bajos, que perjudicaban a los agricultores europeos. Como respuesta, países como Alemania y Francia impusieron impuestos a las aves estadounidenses. 

El presidente Lyndon Johnson contraatacó en 1963 con tarifas a productos europeos, incluyendo camiones ligeros, papas y brandy. Aunque la mayoría de estos aranceles se levantaron con el tiempo, el de los pick-ups persiste, protegiendo a la industria automotriz local.

Esta medida ha creado un escudo para marcas como Ford, Chevrolet y Ram, dominantes en el mercado de pick-ups en EEUU. Sin embargo, deja fuera opciones innovadoras de otros continentes, elevando los precios de importación y haciendo inviables muchos modelos. Fabricantes extranjeros optan por producir localmente para evadirlo, como hace Toyota con su Tacoma, pero no todos lo logran.

A continuación, detallamos cinco camionetas que destacan por su diseño, rendimiento y utilidad, pero que el arancel del 25% condena al exilio comercial. Cada una representa una oportunidad perdida para diversificar el segmento de pick-ups en EEUU.

1. Toyota Hilux: la leyenda prohibida

La Toyota Hilux representa quizás el caso más emblemático de una pick-up que no puede venderse en Estados Unidos debido a este arancel. Conocida mundialmente por su legendaria durabilidad y confiabilidad, la Hilux ha demostrado ser prácticamente indestructible en múltiples pruebas y condiciones extremas.​

Toyota Hilux roja 2025 rodando en camino de tierra, pick-up legendaria vetada en Estados Unidos
Toyota Hilux 2025.
Crédito: Toyota | Cortesía

Esta camioneta compacta ofrece excelente economía de combustible y capacidades todoterreno excepcionales, características que serían altamente valoradas por consumidores estadounidenses. Sin embargo, el Chicken Tax haría que su precio final fuera prohibitivamente alto para competir con las opciones domésticas.

2. Volkswagen Amarok: elegancia alemana en formato pick-up

Proveniente de Sudáfrica, la Volkswagen Amarok comparte base con el Ford Ranger, pero añade un toque premium. Su interior incluye un sistema de sonido Harman Kardon, cockpit digital y acabados exclusivos. Con motores potentes y un diseño más refinado, es una opción para quienes buscan comodidad en un midsize.

Volkswagen Amarok pick-up negra en ambiente off-road
Volkswagen Amarok.
Crédito: Volkswagen | Cortesía

El arancel la golpea directamente por no fabricarse en EEUU, a diferencia del Ranger. Si llegara, podría desafiar a competidores locales, pero Volkswagen opta por no asumir el costo extra. Como alternativa, los estadounidenses se conforman con el Ranger, que sacrifica algo de estilo por accesibilidad.

3. Mitsubishi Triton: seguridad y estilo agresivo

La Mitsubishi Triton, con su look imponente y cabina moderna, es una midsize que brilla en mercados asiáticos y australianos. Equipada con un motor diésel turbo de 2.4 litros, incluye asistencias como control de crucero adaptativo y alerta de punto ciego. Cumple con estándares de seguridad estadounidenses, pero el “Chicken Tax” la hace inviable para importación.

Mitsubishi Triton pick-up naranja 2025 en carretera
Mitsubishi Triton 2025.
Crédito: Mitsubishi | Cortesía

Mitsubishi, con una presencia débil en EEUU, podría revitalizar su línea con ella, compitiendo contra el Outlander PHEV. Sin embargo, la tarifa la mantiene fuera, privando a los compradores de una pick-up confiable y tecnológica.

4. Ineos Grenadier Quartermaster: la excepción costosa

Ineos Grenadier Quartermaster pick-up negra en campo con el sol de fondo
Ineos Granadier.
Crédito: Simon Palfrader | Cortesía

Actualmente, el Ineos Grenadier Quartermaster es la única pick-up importada que se vende en Estados Unidos pagando el Chicken Tax. Su precio base de $86,900 dólares refleja directamente el impacto de este arancel, siendo $15,400 más cara que la versión SUV debido exclusivamente al impuesto.​

5. Isuzu D-Max: manejo superior y diseño atractivo

La Isuzu D-Max, fabricada en Japón, destaca por su motor diésel de 1.9 litros con 148 caballos y un manejo equilibrado. Su diseño moderno y calidad de rodadura la posicionan como una midsize versátil, aunque ya no comparte plataforma con la Chevrolet Colorado.

El “Chicken Tax” la excluye por no producirse localmente, tras el fin de alianzas con GM. Alternativas como el Colorado o GMC Canyon ofrecen similitudes, pero la D-Max podría añadir variedad con su enfoque en durabilidad.

Isuzu D-Max 2025 color naranja en terreno off-road
Isuzu D-Max 2024.
Crédito: Isuzu | Cortesía

El “Chicken Tax” ha fortalecido la lealtad a pick-ups estadounidenses como el Ford F-Series, pero a costa de menos opciones. Consumidores se pierden vehículos asequibles y especializados, mientras fabricantes globales adaptan estrategias. ¿Se levantará algún día? Por ahora, estas cinco pick-ups siguen siendo exclusivas de otros mercados, recordándonos cómo una disputa por pollos moldea el mundo de los autos.

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