BMW anuncia un ambicioso plan de reducción de emisiones para 2030

BMW anunció un ambicioso plan de reducción de emisiones el pasado 12 de mayo, durante la reunión anual de la marca. Entre sus principales objetivos destacan la reducción de la huella de carbono de las baterías de alto voltaje, la conversión de sus plantas y centros de producción a carbono neutral y la promesa de que, al menos, un 50% de sus ventas globales sean de modelos completamente eléctricos para 2030. De ese modo, la compañía alemana emprende un nuevo camino hacia la economía circular, basada en varios conceptos que apoyan la movilidad sostenible, como el reciclaje y la reutilización.

Las ideas de BMW no son aisladas, vienen respaldadas por el auge de transformación que se está llevando a cabo en toda la industria, a pasos agigantados, a través de nuevas tecnologías que hacen de la sustentabilidad una realidad posible. No obstante, la marca ha iniciado su camino en esta nueva era con lo que cree conveniente para poder producir vehículos de cero emisiones: vigilar su cadena de suministro, desde la extracción de las materias primas hasta el reciclaje de las piezas al final de la vida útil del vehículo, asumiendo toda su responsabilidad en el proceso para que su aporte al medio ambiente sea realmente significativo.

En palabras de Oliver Zipse, Presidente del Consejo de Administración de BMW AG: “Un automóvil respetuoso con el clima no se crea únicamente mediante el uso de energía verde. Debemos diseñar nuestros vehículos para la sostenibilidad desde el primer día de desarrollo: reduciendo la cantidad de material utilizado para fabricarlos y, sobre todo, planificando su reutilización y reciclaje desde el principio. Ante el aumento de los precios de las materias primas, esto no es solo un imperativo medioambiental, sino también empresarial”.

Mientras logra tener mayor control sobre su cadena de suministro, BMW producirá “Neue Klasse”, una línea completamente eléctrica proyectada para 2025 y cuyo principal valor, además de la energía utilizada, estará representado por los materiales empleados para construirla: principalmente material secundario (aluminio, plásticos y acero reciclados). Según la marca, esta iniciativa sería muy efectiva para combatir el alto precio de las materias primas y la escasez de recursos naturales, problemas que sin duda podrían no solo acabar con la industria sino con el mundo entero.

En cuanto a la reducción de la huella de carbono de sus baterías de alto voltaje, BMW ya tiene cierto camino recorrido desde que comenzó a crear su BMW iX, el primer SUV eléctrico de la marca cuyo lanzamiento se espera para el año entrante. Para la producción de este vehículo, el compañía alemana tiene contemplada la creación de una carcasa especial para su batería, la cual ya contiene un 30% de aluminio secundario y hasta un 50% de níquel secundario.

La marca también anunció reformas en su línea de motocicletas Motorrad, la cual recibió una actualización en sus paquetes de personalización hace poco y pronto espera el lanzamiento de una motocicleta eléctrica que ampliará el catálogo de la marca en cuanto opciones de movilidad sostenible.

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