Cómo evitar que el óxido ataque y dañe tu vehículo
El óxido en los carros puede propagarse rápidamente y dañar las piezas que están contaminadas. Cómo prevenirlo y combatirlo.
Mantener tu auto en excelentes condiciones no es una tarea sencilla, sobre todo cuando tratas de evitar el óxido y la corrosión de la chapa y la pintura. Pero, si bien es un problema que ocurre inevitablemente con el paso del tiempo, es algo que se puede retrasar con los cuidados pertinentes.
El óxido es uno de los enemigos más comunes de los autos. Puede ser especialmente problemático en áreas donde la sal se utiliza en las carreteras durante el invierno o en las zonas cercanas al mar, donde la sal y la humedad favorecen estos procesos.
Cómo y por qué prevenir que el óxido ataque tu vehículo
El problema más serio es que después de la oxidación viene la corrosión, otro proceso químico que erosiona y carcome las superficies. Todo este ciclo puede ser más rápido en los carros modernos, porque las láminas de acero de la carrocería son cada vez más delgadas. Recuerda que la corrosión en un auto puede causar desde pérdida de pintura hasta deterioro del piso y otras partes del chasis.
Aproximadamente el 60% de los autos cuentan con acero en sus partes. Principalmente, esto se refiere al chasis: la estructura metálica sobre la que se montan el resto de los componentes de un auto. A pesar de que muchas de estas piezas están elaboradas con aleaciones de acero inoxidable, este no es completamente inmune a la oxidación y a la corrosión. El azufre y el fósforo, contenidos en los gases contaminantes, pueden dañar la parte superficial del chasis, haciéndolo vulnerable a la corrosión.
Existen diferentes grados de oxidación en un automóvil. Algunos casos tienen soluciones rápidas, mientras que otros pueden requerir una reparación mayor.
Cómo evitar que el óxido ataque tu vehículo
Lo primero que debes hacer es realizar una inspección minuciosa de tu vehículo para asegurarte de que no haya óxido presente. Si encuentra áreas que están corroídas, debe repararlas lo antes posible para evitar que se propague el óxido y evitar daños mayores.
Para verificar adecuadamente si hay oxidación deberás quitar cada rueda a la vez. Luego de retiradas deberás limpiar las áreas rigurosamente e inspeccionar cuidadosamente cada rincón y grieta. Usa una linterna o tu smartphone para conseguir una mejor visibilidad.
El óxido también puede acumularse en cualquier sección donde se unen dos partes de la carrocería, como el baúl, el capó, los guardabarros y los marcos de las puertas, así que asegúrate de revisarlos también.
El área más difícil que debes revisar es la parte inferior del vehículo. Esta sección recibe la mayor cantidad de agentes corrosivos, siendo expuesta constantemente al agua, la sal, la humedad, etc. Para inspeccionarlo correctamente, la mejor opción es visitar un taller de pintura y que empleados experimentados echen un vistazo.
Una vez revisado y, en el peor de los casos, reparados los daños de oxidación, ya puedes comenzar a realizar las tareas preventivas para evitar que el óxido afecte tu auto.
Las claves de la prevención:
1. Lava tu vehículo con regularidad, especialmente si conduces por carreteras con sal o vives cerca del océano.
2. Realiza un encerado o revestimiento cerámico regular del exterior del vehículo.
3. Aplica pintura de retoque a cualquier sección donde quede expuesto el metal desnudo.
4. Reemplaza los aislantes desgastados, por ejemplo, los de las ventanas, puertas y cajuela del vehículo.
5. Asegúrate de que los orificios de drenaje en la carrocería o el techo corredizo estén libres de escombros.
6. Estaciona tu auto en un lugar cubierto y seco.
7. Aplica una capa base al tren de aterrizaje del vehículo.
Lava tu auto regularmente
El lavado regular de tu auto es una de las mejores formas de prevenir la acumulación de suciedad y otros contaminantes que pueden llevar a la oxidación. Las áreas más comunes que se contaminan son los huecos de las ruedas. Las ruedas están constantemente esparciendo agua, nieve, sal o suciedad sobre estas partes, y si no lava su automóvil con frecuencia y a fondo, se forman depósitos en el metal y se oxida debajo.
Usa productos de limpieza específicos para autos
Cuando laves tu auto, utiliza productos de limpieza específicos para autos, ya que estos son menos propensos a dañar la pintura y otros acabados del auto. Hay muy buenos removedores de óxido en el mercado.
Aplica cera regularmente
La cera es una capa protectora que puede ayudar a prevenir la oxidación y otros daños a la pintura de tu auto. Este polímero líquido se puede aplicar a la pintura del vehículo y no se dañará incluso en condiciones severas.
A diferencia de la cera, que debe volver a aplicarse cada dos meses, el revestimiento cerámico dura mucho más. Aplícala regularmente, especialmente en las áreas más propensas a la acumulación de suciedad y sal.
Inspecciona regularmente tu auto
Realiza inspecciones periódicas en busca de signos de óxido y otros daños. Si detectas óxido temprano, es más fácil de tratar y prevenir que se propague.
Mantén las áreas de drenaje limpias
Las áreas de drenaje en el chasis y debajo del auto pueden acumular agua y suciedad, lo que puede llevar a la oxidación. Limpia estas áreas regularmente para evitar la acumulación de suciedad y agua.
Guarda tu auto en un lugar seco
Si es posible, aparca tu auto en un lugar seco y protegido del clima, especialmente por las noches. Esto ayudará a prevenir la acumulación de humedad y otros factores que pueden llevar a la oxidación.
Siguiendo estos consejos, podrás ayudar a prevenir la oxidación y otros daños a tu auto, lo que prolongará su vida útil y mantendrá su aspecto estético.
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