Cuándo usar la posición B o L que tienen algunos carros automáticos

Al comprender y utilizar correctamente estas funciones, los conductores pueden mejorar su experiencia de manejo y prolongar la vida útil de los componentes.

Cuándo usar la posición B o L que tienen algunos carros automáticos

Palanca de transmisión en Toyota Prius. Crédito: Shutterstock

En el mundo de los vehículos con transmisión automática, las posiciones de la palanca de cambios van más allá de las tradicionales P (Parking), R (Reverse), N (Neutral) y D (Drive).

Algunos modelos incorporan las posiciones B (Brake) o L (Low), funciones que, aunque pueden parecer enigmáticas para muchos conductores, ofrecen ventajas significativas en situaciones específicas de conducción.

¿Qué son las posiciones B y L?

Cuándo usar la posición B o L que tienen algunos carros automáticos
Caja de cambios automática.
Crédito: Shutterstock

La posición B, que proviene del término inglés “Brake” (freno), está diseñada para aumentar la retención del motor, actuando como un freno motor. Al seleccionar esta opción, el vehículo incrementa la resistencia al avance, lo que resulta en una desaceleración más pronunciada sin necesidad de aplicar los frenos convencionales.

Esta función es especialmente útil en descensos prolongados o pendientes pronunciadas, ya que ayuda a mantener una velocidad controlada y reduce el riesgo de sobrecalentamiento de los frenos. Por otro lado, la posición L, abreviatura de “Low” (baja), limita la transmisión a las marchas más bajas. Esto proporciona una mayor potencia y control al conducir en terrenos empinados o al remolcar cargas pesadas.

Al igual que la posición B, L ofrece una mayor retención del motor, facilitando el control del vehículo en situaciones donde se requiere una desaceleración constante sin depender exclusivamente de los frenos.

Aplicaciones prácticas de las posiciones B y L

Cuándo usar la posición B o L que tienen algunos carros automáticos
Mango de control de caja de cambios de coche eléctrico.
Crédito: Shutterstock
  1. Descensos pronunciados: al enfrentar bajadas empinadas, utilizar la posición B o L permite que el motor actúe como freno, ayudando a mantener una velocidad constante sin sobrecargar el sistema de frenos. Esto es esencial para prevenir el sobrecalentamiento y el desgaste prematuro de las pastillas de freno.
  2. Conducción en terrenos montañosos: en rutas con pendientes pronunciadas, estas posiciones ofrecen un mayor control del vehículo, evitando que gane velocidad de manera descontrolada y garantizando una conducción más segura.
  3. Remolque de cargas pesadas: al arrastrar remolques o cargas significativas, la posición L proporciona la potencia necesaria para mover el vehículo y la carga de manera eficiente, evitando el esfuerzo excesivo del motor y la transmisión.

Beneficios adicionales en vehículos híbridos y eléctricos

En vehículos híbridos y eléctricos, la posición B tiene una función adicional relacionada con la regeneración de energía. Al activarla, el sistema incrementa la retención del motor eléctrico, que actúa como generador, convirtiendo la energía cinética en electricidad para recargar la batería. Esto no solo ayuda a mantener una velocidad controlada en descensos, sino que también mejora la eficiencia energética del vehículo al recuperar energía que, de otro modo, se perdería.

Consideraciones al usar las posiciones B y L

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Vista central de una caja de cambios automática.
Crédito: Shutterstock
  • No utilizar en terrenos planos o a alta velocidad: emplear estas posiciones en superficies planas o durante la conducción a velocidades elevadas puede resultar en una desaceleración abrupta, lo que podría sorprender a otros conductores y aumentar el riesgo de colisiones.
  • Familiarizarse con el vehículo: no todos los vehículos automáticos cuentan con las posiciones B o L, y su funcionamiento puede variar según el fabricante. Es recomendable consultar el manual del propietario para comprender las especificaciones y recomendaciones del fabricante.
  • Uso moderado: aunque estas posiciones ofrecen ventajas en ciertas situaciones, no deben reemplazar el uso adecuado de los frenos. Es importante utilizarlas de manera complementaria y no depender exclusivamente de ellas para detener el vehículo.

Las posiciones B y L en vehículos automáticos están diseñadas para proporcionar un mayor control y seguridad en condiciones de conducción específicas, como descensos pronunciados o al remolcar cargas pesadas.

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