No al diesel: ¿Por qué los estadounidenses prefieren la gasolina?
¿Por qué los coches diésel no son populares en EE. UU.? Costos altos, regulaciones estrictas y preferencia por gasolina explican su baja adopción.
El mercado automotriz de EE. UU. apuesta por la gasolina. Crédito: Shutterstock
En el mercado automotriz de Estados Unidos, los motores de gasolina reinan de manera indiscutible, mientras que los coches diésel han quedado relegados a un segundo plano. Aunque en Europa los vehículos diésel representan cerca del 50% del mercado, en EE. UU. su presencia es mínima, especialmente entre los automóviles de pasajeros.
Costos iniciales y comportamiento del consumidor
Una de las principales razones por las que los coches diésel no son populares en Estados Unidos es su costo inicial más elevado. Fabricar un motor diésel es más caro debido a su diseño robusto, con componentes como cigüeñales y culatas más grandes, lo que se traduce en precios de compra más altos para el consumidor.

Aunque los motores diésel ofrecen mayor eficiencia en el consumo de combustible y un mejor rendimiento en trayectos largos, los estadounidenses tienden a priorizar la gratificación instantánea y los costos iniciales más bajos, según datos de la industria automotriz. Este comportamiento del consumidor favorece a los vehículos de gasolina, que son más económicos al momento de la compra.
Además, el cálculo del ahorro a largo plazo que ofrecen los motores diésel no siempre convence a los compradores, quienes prefieren evitar la inversión inicial más alta. Esta mentalidad contrasta con la europea, donde los conductores valoran la durabilidad y el menor consumo de los diésel en largos recorridos.
Regulaciones ambientales estrictas
Otro factor clave es la legislación ambiental en Estados Unidos. Desde la década de 1990, el país ha implementado normativas estrictas para reducir las emisiones contaminantes, especialmente las partículas PM10 y los óxidos de nitrógeno (NOx), que son más comunes en los motores diésel.
Para cumplir con estas regulaciones, los vehículos diésel requieren combustibles con bajo contenido de sulfuro, lo que eleva los costos de producción y refinación. Como resultado, el precio del diésel no siempre es competitivo frente a la gasolina, desincentivando su adopción.
A diferencia de Europa, donde los diésel han sido históricamente favorecidos por su eficiencia, en EE. UU. las normativas han impulsado el desarrollo de motores de gasolina más limpios y tecnologías híbridas o eléctricas, que están ganando terreno rápidamente.
Además, la percepción de los diésel como más contaminantes ha afectado su imagen, especialmente tras escándalos como el “Dieselgate“, que puso en tela de juicio la fiabilidad de estos motores en términos de emisiones.
Preferencias de uso y mercado automotriz
El tipo de vehículo también juega un papel importante. En Estados Unidos, los motores diésel son más comunes en camionetas y SUVs destinados a trabajos pesados o transporte de carga, gracias a su alta potencia y par motor.

Sin embargo, en el segmento de automóviles de pasajeros, los motores de gasolina dominan debido a su menor vibración, mayor suavidad y mejor respuesta en distancias cortas, ideales para la conducción urbana. Actualmente, no hay automóviles de pasajeros diésel nuevos en producción en EE.UU., aunque modelos usados aún circulan en el mercado.
Por otro lado, la infraestructura de distribución de combustible en EE.UU. está más orientada a la gasolina. Aunque el país produce la mayor parte de su diésel en refinerías locales, las importaciones de petróleo y las fluctuaciones en la producción, como los recortes de la OPEP en 2023-2024, han generado escasez ocasional de diésel, lo que refuerza la preferencia por la gasolina.
El futuro del diésel en EE. UU.
A pesar de la baja popularidad de los coches diésel, el diésel renovable está emergiendo como una alternativa prometedora. Según proyecciones, la capacidad de producción de este combustible en EE. UU. podría duplicarse para finales de 2025, lo que podría revitalizar el interés en motores diésel más sostenibles. Sin embargo, con la creciente adopción de vehículos eléctricos y las estrictas regulaciones ambientales, el futuro del diésel en automóviles de pasajeros parece limitado.
La preferencia por la gasolina en Estados Unidos responde a una combinación de factores económicos, culturales y regulatorios. Mientras los consumidores buscan precios accesibles y los fabricantes se adaptan a normativas más estrictas, los motores de gasolina y las tecnologías híbridas siguen siendo la opción dominante.
Te puede interesar: