Problemas comunes que podrían estar afectando el escape de tu auto

Los frenos, la rotación de neumáticos y los cambios de aceite son los elementos de mantenimiento que preocupan a la mayoría de los propietarios de camiones. Debido a que pueden durar más, los sistemas de escape no están en el radar de la mayoría de los propietarios. Pero como los camiones duran mucho más que en años anteriores, se convierte en un problema a medida que su camión envejece. Los sistemas de escape son en su mayoría libres de problemas hasta que no lo son.

¿Dónde debes comenzar a buscar si sospechas de problemas con el escape?

Dado que el sistema de escape comienza en las cabezas de los cilindros del motor y se abre paso hasta e incluso más allá de la defensa trasera, hay innumerables secciones que pueden fallar después de tantos kilómetros fieles. Y con el control de emisiones como parte del sistema, esto agrega otro problema y otros componentes a la mezcla.

Empezando por los colectores de escape, estos se atornillan directamente a las culatas. Por lo general, están hechos de hierro fundido, secciones estampadas de metal o tubos doblados, todos son propensos a desarrollar grietas. Esto puede provocar ese ruido de escupitajos que aumenta y disminuye con las RPM del motor.

También puede causar vibraciones y/o ralentí del motor más brusco. Los cabezales del mercado de accesorios y los sistemas de escape de alto rendimiento son notorios por sus grietas y rajaduras. En todos los casos, si el múltiple de escape está agrietado, debe ser reemplazado.

De dónde podrían provenir esos golpes, ruidos metálicos y traqueteos

Otro problema es que las perchas de escape, que sujetan el sistema de escape al tren de rodaje de tu vehículo, pueden romperse. A veces es la propia percha, después de pasar por miles de ciclos de calor. O bien, la percha puede soltarse donde se atornilla al camión.

Aunque por lo general no se acerca a una situación catastrófica, una ménsula o un “colgador” roto puede hacer que el sistema de escape vibre. También forma un eslabón débil que eventualmente puede hacer que el escape se rompa debido a una mayor flexión y vibración adicional. Si escuchas ruidos metálicos o notas que el escape parece demasiado flojo, podría deberse a perchas rotas.

Son fáciles de arreglar y pueden ahorrarte dinero si se solucionan rápidamente. Del mismo modo, si los soportes están sueltos, puede provocar estos mismos síntomas. Los golpes, los ruidos metálicos y los traqueteos están todos relacionados con perchas sueltas.

¿Se oxidan los sistemas de escape?

Con carreteras saladas en invierno, el óxido es un problema. Los sistemas de escape suelen ser de metal crudo, sin una capa protectora. Por lo tanto, existe una exposición a la humedad salada que invariablemente conduce a la corrosión. Eso es óxido del exterior, pero el óxido también puede acumularse dentro del escape de un camión que se usa principalmente para viajes cortos porque el motor no habrá alcanzado la temperatura de funcionamiento.

La condensación ocurre con arranques en frío y distancias de manejo limitadas, lo que puede aumentar la oxidación desde el interior. Esto puede ocasionar que los silenciadores se revienten o se oxiden a través de los silenciadores o los tubos de escape.

Convertidores catalíticos obstruidos

A medida que los convertidores catalíticos envejecen, son susceptibles de obstruirse. Esto puede notarse si experimenta olores de escape o de huevo podrido dentro del camión. En algunos casos, el suelo se sentirá caliente y la actuación parecerá letárgica. Por la longevidad del camión y por el planeta, cuídalo.

Para los camiones más antiguos, revisar el sistema de escape cada uno o dos años te dará tranquilidad y eliminará la posibilidad de que un pequeño problema se convierta en un problema mucho mayor.

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